Desde hace algunos días, un alivio se hace sentir entre los habitantes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). El sol resplandece, el viento sopla con suavidad y el aire fresco se deja sentir en cada rincón, dando la sensación de un prolongado descanso del intenso calor. Sin embargo, en otras zonas del país, la realidad contrasta notablemente. En provincias como Mendoza y Neuquén, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió alertas debido a temperaturas extremas.
Según el informe del SMN, para este viernes se espera en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense un cielo parcialmente nublado a algo nublado, con vientos del sector noreste rotando al este, acompañados de ráfagas de hasta 50 kilómetros por hora durante la tarde y noche. Las temperaturas oscilarán entre los 21 grados como mínima y los 28 grados como máxima.
Para el fin de semana, las condiciones climáticas se mantendrán estables, aunque se anticipa un ligero aumento en la sensación térmica y la posibilidad de lluvias durante el último día. El sábado se prevé una jornada con cielo despejado a algo nublado, posteriormente parcialmente nublado, con vientos del sector noreste rotando al este. Las temperaturas se moverán entre los 22 grados como mínima y los 29 grados como máxima.
En cuanto al domingo, se pronostica un cielo parcialmente nublado, con vientos del sector noreste rotando al sudeste. Las temperaturas oscilarán entre los 22 grados como mínima y los 29 grados como máxima. Además, para la tarde y la noche de este día, se estima una baja probabilidad de lluvias aisladas.
Alerta por calor extremo
El organismo dependiente del Ministerio de Defensa emitió una alerta de nivel naranja por calor extremo en gran parte de Chubut, con posibles efectos moderados a altos en la salud, lo cual puede ser muy peligroso, especialmente para los grupos de riesgo. En particular, la advertencia se aplica a los departamentos de Futaleufú, Cushamen, Languiñeo, Tehuelches y la zona cordillerana de Río Senguer, donde se espera que el termómetro alcance los 31 grados.
Además, el SMN publicó una alerta de nivel amarillo debido a las elevadas temperaturas en la localidad mendocina de General Alvear y la zona baja de San Rafael. El nivel amarillo advierte que el calor puede representar un riesgo, especialmente para los grupos vulnerables, como niños y niñas, personas mayores de 65 años y aquellas con enfermedades crónicas.
Aunque las altas temperaturas persisten en las provincias mencionadas, es importante recordar que el día de ayer el SMN declaró finalizada la primera ola de calor de la temporada 2023/2024, que duró 23 días consecutivos de “calor intenso” y afectó a todas las regiones del país. Esta ola comenzó el 21 de enero y finalizó el 12 de febrero, teniendo un impacto diferenciado en Argentina durante ese período.
Esta información fue anticipada en una publicación de X realizada por el organismo especializado, donde se presentaron una serie de “datos extraordinarios” del registro meteorológico argentino durante dicho período. El SMN detalló que 80 estaciones meteorológicas registraron la ola de calor, destacando que la localidad de San Martín, en Mendoza, experimentó temperaturas extremas durante 12 días consecutivos.
Inclusive, se especificó que los “picos” se dieron entre el 31 de enero y el 3 de febrero, y nuevamente del 5 al 7 de febrero, momentos en los que “55 estaciones meteorológicas registraron ola de calor de manera simultánea”, demostrando la magnitud de este evento “sin precedentes”.
Durante este período de tiempo, varias localidades superaron su récord de temperatura máxima diaria más alta, tanto en enero como en febrero, según informó Télam.
¿Qué hacer ante una ola de calor?
Ante las elevadas temperaturas, el Ministerio de Salud aconseja aumentar el consumo de agua sin esperar a tener sed, evitar la exposición excesiva al sol, especialmente entre las 10 y las 16 horas, prestar atención especial a bebés, niños y personas mayores, y abstenerse de consumir bebidas con cafeína, alcohol o alto contenido de azúcar.
Asimismo, se recomienda evitar comidas copiosas, consumir verduras y frutas, reducir la actividad física, vestir ropa ligera de colores claros, utilizar sombrero y gafas de sol, permanecer en espacios bien ventilados o climatizados, y recordar que no existen tratamientos farmacológicos contra los golpes de calor, siendo los métodos tradicionales los únicos capaces de prevenirlos y contrarrestarlos.