Este fin de semana se viralizó un video donde un médico del Hospital Argerich mantuvo un acalorado diálogo ida y vuelta con un grupo de pacientes bonaerenses que se presentaron en la guardia y se quejaban de la lentitud en la atención. “Hace cuatro horas que estamos”, se la escucha decir a una señora, que había viajado desde La Plata hasta La Boca para tratar sus dolencias.
El médico, completamente desbordado por las recriminaciones, empieza a preguntarles desde dónde venían para atenderse. “De Florencio Varela”, “De acá de Zapiola”, “De Aldo Bonzi”, “De Avellaneda”, detallaron los concurrentes.
Al advertir esas respuestas, el médico fue contundente en su descargo: “Ninguno viene de La Boca. Yo acá atiendo y tengo una capacidad de recursos para pacientes de la Capital Federal, especialmente de La Boca. Por eso estoy sobrepasado de trabajo. Todo el mundo viene para acá”.
Demoras de más de 4 horas en las guardias porteñas
Este cuadro de situación no es exclusivo del Argerich y se replica en la mayoría de los hospitales porteños, sobre todos en aquellos que se encuentran en el límite con la Provincia de Buenos Aires como el Santojanni (en Liniers), el Piñero (en Flores) o el Zubizarreta (en Devoto) y los que poseen mayor infraestructura como el Rivadavia o el Fernández.
Entre los motivos que argumentan los pacientes bonaerense para justificar el éxodo a la Ciudad de Buenos Aires figuran: la falta de centros de atención de cercanía, especialistas y camas, demoras en la atención e incluso episodios de inseguridad.
A esto hay que sumar a la gente que tuvo que dar de baja la prepaga por los reiterados aumentos -hoy, la cuota para una persona de 40 años oscila los $100 mil- y a los inconvenientes que vienen teniendo los afiliados del Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA), que es la obra social de los empleados estatales bonaerenses. Debido a los atrasos en los pagos y la desactualizaciones en los costos de las prestaciones médicas, muchos profesionales decidieron cobrar costos adicionales a sus pacientes y otros directamente dejaron de atender. Por eso, el sistema sanitario porteño se resiente aún más.
El 40% de los pacientes son del conurbano bonaerense
Fuentes oficiales del gobierno porteño explicaron a Infobae que este tipo de situaciones no son nuevas. “Históricamente el uso de salud pública en la ciudad es 60/40. Un 60% son porteños y el 40% de otras localidades, la gran mayoría del conurbano bonaerense”, precisaron.
Aunque ese índice se mantiene relativamente estable hace varios años, desde la Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires (AMM) creen que la demanda podría aumentar en virtud de la situación económica y la baja de afiliados a las prepagas.
“Lamentablemente tenemos un sistema de salud organizado con cabecera en Buenos Aires. La famosa frase ‘Dios atiende en Buenos Aires’ es real, y está mal que alguien que tiene una situación de urgencia deba viajar muchos kilómetros para ser atendido porque no cuenta con un centro de salud cerca de su casa, con los especialistas, los insumos y medicamentos que necesita”, señaló a Infobae el Dr. Edgardo Knopoff, vocero de la AMM.
“El Argerich es un hospital de altísima tecnología y uno de los máximos referentes en salud. Los médicos que trabajan ahí son de los más calificados y tienen una altísima formación. Eso la gente lo sabe y por eso quiere atenderse ahí. Un poco por acceso y también por prestigio”, ejemplificó.
Con respecto al video viral, donde muchos le cuestionan al médico que indague dónde viven los pacientes, Knopoff explicó que “el cirujano estaba atendiendo un accidente de tránsito con múltiples víctimas cuando los pacientes de la guardia le golpeaban la puerta del consultorio porque demoraba mucho en atenderlos”.
“Por eso el médico sale alterado. Hoy tenemos mucha demanda, los salarios son cada vez peor y nos cuesta conseguir profesionales para ingresar al sistema”, se lamentó.
“Hoy en las guardias las esperas pueden ser mayores a 4 horas. Trabajamos con sistema de semáforo y se catalogan los casos por colores. El rojo requiere atención inmediata, el amarillo espera un poco más y el verde es el que debería atenerse por consultorio externo. Estos últimos son los que saturan las guardias pero también somos conscientes que muchas veces no hay turnos ni horarios accesibles para la atención”, aclaró.
Frente a este contexto, el Ministerio de Salud trabaja en el fortalecimiento de la atención primaria a través de los Centros de Salud y Acción Comunitaria (SESAC) para que los vecinos se atiendan en los barrios con sus médicos de cabecera y no en los hospitales públicos. “Imágenes como las del video son las que justamente queremos evitar, que se colapsen las guardias”, explicaron.
Actualmente, la red sanitaria porteña está atendiendo unos 40.000 turnos diarios, con unas 1.000 personas que quedan a la espera de un lugar en las agendas de los distintos servicios médicos.
Filas de dos cuadras para atención odontológica
A pesar de que la atención en la Facultad de Odontología de la UBA no es gratuita, este lunes hubo récord de concurrencia y la gente tuvo que hacer una fila de dos cuadras para pedir turno.
“Al ser un hospital escuela en enero cerramos muchas cátedras y recién en febrero empieza a rodar la rueda. Pero esto nunca pasó. Es la primera vez que la fila llega hasta la calle Paraguay. Solemos tener gente hasta la esquina, pero nunca dos cuadras”, admitió a este medio Pablo Rodríguez, decano de Odontología de la UBA.
“Vale aclarar que la gente que viene a atenderse a esta facultad tiene que pagar. Abona menos de la mitad de lo que cuesta un servicio particular. Un conducto que sale $90 mil en un centro odontológico acá no lo paga más de $30 mil o $35 mil”, ejemplificó para marcar la diferencia de lo que sucede en los hospitales porteños. Y agregó: “Nosotros no tenemos la obligación de dar asistencia pública. Utilizamos lo recaudado para comprar los insumos y mejorar los equipamientos”.
“En promedio, la facultad atiende entre 300 y 350 pacientes por día; pero este lunes la guardia alcanzó los 500″, se alarmó Rodríguez, quien recordó que en 2023 llegaron a atender unos 250 mil pacientes y proyectan que este año subirá un 10%.
Aunque la crisis económica juega un papel fundamental, Rodríguez hizo hincapié en otras dos variables por las que la gente elige atenderse en la facultad: “Muchos odontólogos dejaron de atender a obras sociales y prepagas por falta de pago. Pero hay una tercera variable que es la atención de primer nivel que brindamos y las buenas condiciones de las instalaciones ya que el edificio fue recientemente reformado y equipado con la mejor tecnología”.
Con respecto al perfil de los concurrentes, Rodríguez dijo que atienden “desde personas de 6 meses hasta 90 años” y que si tiene que establecer un porcentaje diría que “el 60% viene desde Provincia y un 40% de Capital”, a diferencia de lo que sucede en los hospitales porteños.
La Ciudad priorizará la atención médica a los porteños
Si bien en 2022 había ingresado a la Legislatura un proyecto de ley que proponía que el gobierno porteño le facture a las provincias los costos de los servicios de salud que utilizaban sus residentes, finalmente no prosperó. Pero con todo el revuelo que generó el video viral del médico del Argerich, fue el mismísimo Jorge Macri quien reflotó la iniciativa.
El Jefe de Gobierno porteño admitió que podrían empezar a trasladar el costo de las consultas a los bonaerenses al gobierno de Axel Kicillof. “Necesitamos que la Provincia asuma su responsabilidad en salud en su lugar de origen”, remarcó al ser entrevistado en Radio Rivadavia.
“Esto que sucede es algo histórico, pero está alcanzando su pico de complejidad más alto. El nivel de desmanejo y desinversión en la salud pública a nivel provincial es grave. Fijate que la mayoría de los municipios desde donde dicen que vienen no tienen salud municipal. Nosotros hacemos un gran esfuerzo, pero tiene un límite. Nuestra responsabilidad es tratar de priorizar al vecino que sostiene al sistema público”, explicó Macri.
Más allá de priorizar la atención médica a los porteños, el Jefe de Gobierno aclaró que no habrá cambios en la atención de las personas que tengan riesgo de vida o estén en una situación de emergencia. Lo que se busca evitar es que la gente no canalicen por guardia situaciones que no son realmente de atención primaria. También diferenció la situación de los bonaerenses que trabajan y pagan impuestos en Capital, a quienes se les va a garantizar la salud pública en hospitales.
“Este proyecto lo vengo escuchando desde el año 2000, cuando Aníbal Ibarra era intendente, y nunca prosperó. Es difícil desenmarañar todo eso. La ciudad también recibe mucha gente que trabaja y tributa en la ciudad y que cuando termina de trabajar se atiende en el hospital que le queda más cerca”, aclaró el vocero de AMM al referirse al éxodo de pacientes bonaerenses.
Y añadió: “Lo peor de todo esto es que terminamos haciendo padecer a la gente y a los médicos los problemas políticos. Que ellos se arreglen como puedan. A mí lo que me preocupa más es la gente expulsada del sistema y nuestros compañeros que están trabajando en condiciones complejas y mal pagos. Nos aplaudieron durante la pandemia pero no podemos vivir del aplauso”.
El descargo del Ministro de Salud bonaerense
Consultado por Infobae, el ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, expresó su “profundo malestar” por las declaraciones de Jorge Macri. “La salud es uno de los derechos esenciales en nuestro país, su acceso debe ser irrestricto para todas las personas que así lo requieran y en donde lo requieran”, aseguró.
Además, recordó que “durante la pandemia, el 17% de los habitantes de la Capital Federal fueron vacunados en territorio bonaerense, sin consultar lugar de residencia, ni estrato social, dando cuenta una vez más de la profunda convicción por la construcción de un sistema sanitario amplio y de calidad”.
Kreplak remarcó que la Ciudad de Buenos Aires cuenta con más de 30 hospitales en su territorio para una población de alrededor de 3 millones de habitantes, de los cuales el 80% tiene obra social o cobertura de medicina prepaga cuya atención principalmente es en clínicas y sanatorios privados, por lo que la atención en efectores públicos para personas con cobertura pública exclusiva sería para 600 mil habitantes.
“A la Capital ingresan diariamente más de 3 millones de bonaerenses a producir, trabajar y estudiar generando riqueza, una referencia y una cercanía de atención en tales efectores de salud, por lo que este también es una condición ineludible a la hora de analizar el comportamiento de la población del AMBA con el sistema de salud”, explicó al justificar la conducta de los bonaerenses.
El Ministro dijo que en los últimos cuatro años su territorio sumó 6 nuevos hospitales de alta complejidad, 156 centros de atención primaria y más de 300 ambulancias. “Lo hemos realizado con una profunda disparidad en términos coparticipables ya que la Provincia de Buenos Aires aporta el 40% de los recursos y recibe el 20%”, especificó.
Por último, calificó como “una muestra de egoísmo y una actitud poco solidaria” los dichos del Jefe de Gobierno porteño. “No es retroactiva su preocupación con los más de 500 mil personas de la ciudad que fueron atendidas en el sistema bonaerense en el corredor atlántico en lo que va de la temporada estival en nuestra provincia, sumado a los cientos y miles de personas que realizan turismo de fin de semana en en el interior de nuestra provincia y requieren de atención y cuidado”, concluyó.
Mientras los políticos evitan hacer un mea culpa y prefieren desligar la responsabilidad en el otro, el éxodo de pacientes bonaerenses a CABA continúa en el alza y el malestar de la gente y los médicos por las guardias colapsadas y la falta de turnos se agudiza cada vez más.