(Esquel. Enviado especial) Apareció la lluvia en el Parque Nacional Los Alerces y si bien no desintegró el incendio feroz que se está comiendo los bosques de la zona desde finales de enero, trajo un poco de tranquilidad para los cerca de 300 brigadistas que combaten las llamas cada día en la línea de acción.
La amenaza a las poblaciones cercanas a la ciudad de Esquel, por tanto, se mantiene. Pero los responsables del operativo están algo más tranquilos. Finalmente, las condiciones climáticas jugaron a favor después de semanas de calor extremo y fuertes viento, dos condiciones letales para la combustión de estos bosques milenarios. Las precipitaciones además lograron que la nube de humo que pesaba sobre Esquel se disipara, aunque el olor a quemado se mantiene, como si se hubiera impregnado a los árboles, los postes de luz, las paredes y las ropas.
“El foco sigue activo”, advirtió Mario Cárdenas, jefe del departamento de Incendios Comunicaciones y Emergencias (ICE) del Parque Nacional Los Alerces, un experimentado brigadista con muchos combates contras las llamas en su lomo. “Llevamos muchos días con muchas desventajas desde lo meteorológico que nos dieron mucho trabajo. El domingo el fuego avanzó hacia la ciudad y fue complicado, la zona está más tranquila ahora pero no logramos el control del incendio, está activo en todos sus sectores”, comentó a Infobae.
Las lluvias del martes por la noche -cayeron nueve milímetros- permitieron que el fuego baje su intensidad y, además, que se enfríe el material combustible. La temperatura se redujo considerablemente este miércoles (20 grados de máxima), lo que también contribuyó a que los brigadistas puedan trabajar con menos urgencia en el territorio armando cortafuegos (líneas “peladas de árboles y hojas” que impiden el avance de las llamas), y aplacando los sectores de llamas y árboles humeantes. En términos de juegos de mesa, el incendio retrocedió algunos casilleros pero lejos está de haberse dado por vencido.
Según el último reporte oficial, la superficie quemada afecta ya 7.597 hectáreas. Cerca de 3 mil están dentro del Parque Nacional y el resto, en la zona de bosques provinciales, más cercana a Esquel. Si bien hay dos aviones hidrantes y tres helicópteros con “helibalde” a disposición para combatir desde arriba, este miércoles no se pudieron utilizar porque los fuertes vientos volvían sumamente peligroso cualquier tipo de maniobra aérea.
Sin embargo, el viento no impidió que por la tarde el flamante secretario de Turismo, Ambiente y Deporte nacional, Daniel Osvaldo Scioli, hiciera un vuelo de avistaje en helicóptero junto al gobernador de Chubut, Ignacio Torres.
El funcionario nacional viajó desde Buenos Aires en la primera fila de la clase turista de un vuelo de Aerolíneas Argentinas y aterrizó junto a su hija Lorena, que oficia de asistente. Los acompañó la subsecretaria de Ambiente nacional, Ana Lamas, quien regresó a la función pública tras más de 30 años (fue funcionaria en esta cartera en 1992 durante el gobierno de Carlos Saúl Menem) y el director del Servicio Nacional del Manejo de Fuego (SNMF), Jorge Heider, un experto en la materia valioso para las admnisitraciones sucesivas.
Scioli comentó en la red social X su visita y posteó un video de cinco segundos tomado desde las alturas, donde se ven las columnas de humo y una vasta porción de bosque totalmente quemado. El vuelo sirvió para difundir la visita del ex embajador en Brasil y dar una señal de acercamiento con las provincias después de la tensión de la noche anterior en el tratamiento en particular de la llamada ley ómnibus.
“Tenemos que abordar en forma integral estos problemas. Las soluciones llegan más rápido cuando se trabaja a los tres niveles, municipal, provincial y nacional”, dijo Scioli en una conferencia de prensa en Esquel junto a Torres y al intendente local Matías Taccetta.
“No tenemos tiempo para la burocracia”, dijo Torres, quien reveló que 48 horas antes llamó al ex gobernador bonaerense para que viajara. “Se hizo presente con aportes concretos”, remarcó el gobernador de Chubut y anunció partidas del gobierno nacional por 1.500 millones de pesos para sostener la lucha a los incendios.
“Acá no hay grietas”, aclaró y pidió celeridad a la Justicia federal para investigar las responsabilidades de estos incendios: “Esta vez no va a quedar en la nada, vamos a ir a fondo para que esos delincuentes estén presos”.
Scioli no habló demasiado sobre el incendio. “Es otra cosa verlo de cerca, ver a los brigadistas trabajando para que el fuego no llegue a las poblaciones”, comentó. Pero si apoyó el pedido de Justicia de Torres ante “esta circunstancia desgraciada por la irresponsabilidad, impunidad e imprudencia” y pidió “que suene el escarmiento para que paguen las consecuencias” ya que “más de 100 años tardarán en recuperarse estos bosques”. Una periodista local le preguntó por el debate legislativo de anoche. El ex motonauta salió con unas de sus habituales gambetas dialécticas: “Esperemos que esto se encauce. Tengo fe que las cosas van a salir adelante.”