Luciano Callegari es ingeniero industrial, tiene 26 años, y se dedica a crear piezas con relieve, todas con una historia por conocer. Desde que era chico trataba de crear objetos, a veces con sus propias manos, otras con la ayuda de herramientas, y más adelante combinó la tecnología con sus conocimientos. En 2018 conoció el Cerro Tronador en Bariloche, provincia de Río Negro, y fue el puntapié para fabricar mapas topográficos 3D. De chico leía libros de Geografía, una temática que siempre le interesó, pero no fue hasta hace tres años que se le ocurrió convertir su hobby en un emprendimiento en el que pone toda su energía. Ya hizo el mapa de la Argentina, un globo terráqueo con relieve donde representó el mundo entero, continente por continente, y hace poco empezó a generar contenido las provincias de nuestro país. Investigó sobre cada una, filmó varios videos con datos geográficos, y de pronto cada uno de sus reels superó las 100.000 reproducciones en Instagram. Con sus entretenidas narraciones de tan solo 30 segundos, logró capturar la atención de un amplio público, que no solo lo felicita por sus proyectos, sino que además aprende con cada uno de los clips.
“Desde que camino que estoy jugando con martillos y herramientas, de hecho todavía guardo una cajita que le hice a mi mamá cuando tenía cinco años, que no es ni cuadrada, pero siempre estuve inventando cosas”, dice con humor en diálogo con Infobae. Si hubiese que describir a Luciano con una sola palabra, sería “bondad”, porque es lo que transmite con sus acciones, la coherencia y el compromiso con el que se lanzó al mundo emprendedor, muy consciente de cada inversión económica y del tiempo que conlleva. Estudió ingeniería en la UBA y el último tramo de la carrera coincidió con los inicios de una nueva etapa de su negocio, que se volcó hacia lo digital en plena pandemia, y descubrió un nicho temático que resultó ser más grande de lo que imaginaba.
Una provincia en tu mano
“Cuando empezó a volverse más popular la impresión 3D y más accesible, quería tener un equipo para poder inventar cosas y hacer prototipos”, explica Luciano. Aunque hizo todo tipo de creaciones, desde personajes de videojuegos, películas, y pedidos personalizados, hoy su mayor producción son los mapas topográficos, tanto a modo de rompecabezas como por pieza individual. “La técnica de la maqueta siempre existió, lo que creo que es novedoso es la relativa facilidad con la que se pueden fabricar hoy con la ayuda de la tecnología, porque las tradicionales son increíblemente costosas, y es muy difícil agregar todo el detalle”, indica. Sin embargo, hace hincapié en que las impresoras son solo una herramienta, después hay que afinar todos los detalles de manera artesanal, realizar el proceso de pintura manualmente, y a veces hasta darle color a algunas áreas con un pequeño pincel, para darle mayor realismo y fidelidad.
En 2018 invirtió en la compra de la primera máquina, y después aprendió a fabricarlas él mismo. Hoy tiene seis en el taller, lo que le permite un mejor nivel de producción, pero con las limitaciones propias de que se trata de un emprendimiento personal, donde para todo está solo él, con la ayuda ocasional de su pareja, que se dedica a la medicina, pero lo acompaña y colabora en los pedidos que superan el volumen habitual. “En una maqueta del Parque Nacional Iguazú pintamos a mano entre los dos los 40.000 arbolitos que hay en el terreno, que nos llevó más de cuatro meses”, ejemplifica.
El mapa más chico de la Argentina que tiene en el catálogo le insume un mínimo de 48 horas, y puede hacer hasta dos por día si hace uso del resto de las impresoras. “Trato de maximizar los tiempos y organizarme, pero hay que estar atento, no es que la máquina hace todo sola; hay que estar ahí porque si uno no las ve, hacen locuras y se rompen”, señala. Lo más difícil no son los caudales de demanda o los aumentos constantes en el precio del filamento, sino el manejo de la incertidumbre, porque los ingresos son muy variables, y en ese sentido, las redes sociales resultan de gran ayuda, porque cuando enfocó su contenido hacia los territorios de nuestro país, en tres días entraron el doble de pedidos que en todo un mes.
“Aunque los materiales aumentaron todos, no puedo quedarme a llorar sobre eso, hay que seguir trabajando con la misma convicción, y los mensajes de la gente, la repercusión, las reacciones inesperadas que me alegran el día, hacen que todo se pueda enfrentar”, sostiene. Esa es su actitud frente a la vida misma, y forma parte de su esencia, porque desde chico entendió que cuando uno va tras un objetivo, muchas veces hay que buscar soluciones creativas para llegar a la meta. “Me crié buscando cosas, investigando en Internet, recursos, videos y contenido informativo de divulgación científica”, describe, y recuerda que le encantaba conocer datos sobre el espacio y los planetas. Si alguna duda quedaba dando vueltas en su mente, al tiempo retomaba las respuestas a esas preguntas, tal como hace ahora cuando algo le despierta la curiosidad.
“Innovar es lo que de verdad me apasiona, y por eso elegí estudiar ingeniería industrial, porque me brindaba la parte operativa y productiva, todos esos conocimientos que hoy me permiten hacer lo que hago, pero tuve suerte de que algo que era mi hobby tuviera una buena aceptación del público; eso no siempre pasa, por más que uno haga todo lo posible para que las cosas salgan lindas”, confiesa.
Maquetas con accesibilidad
Bajo la premisa de que los seres humanos tenemos una habilidad innata de comprender la información espacialmente, Luciano se propuso diseñar piezas que tengan determinadas características. “Somos criaturas súper visuales, a través de los ojos el contenido entra muy rápido, vemos algo y entendemos qué es lo que significa cuando lo vemos representado, y con esto no quiere decir que sea un sustituto de un mapa plano, porque los dos tienen sus ventajas; en nuestros modelos no se puede incluir tanta información, pero sí nos puede llevar a reflexiones y descubrimientos, como ver la representación del Valle de Traslasierra en Córdoba y entender porqué se llama así”, indica, mientras hace alusión a otro de los videos que tuvo mucho éxito.
Siempre con el eje puesto en la visualización de datos de una forma más intuitiva, y con la certeza de que al hacer zoom en cualquier punto de nuestro país, puede haber algo por descubrir, se dio cuenta de que las posibilidades son infinitas, y a medida que la comunidad creció, los hizo parte del proceso de selección y más de una vez fueron sus seguidores los que eligieron qué provincia o lugar representar. “El primer reel que hice de Buenos Aires derivó en el contacto con la Red de Turismo Accesible (RTA), y eso llevó a que una empresa de Iguazú, Misiones, nos propusiera hacer dos maquetas de un metro y medio del Parque Nacional”, revela.
“Los productos que hacemos tienen accesibilidad para personas con discapacidad visual, porque estas maquetas se pueden tocar, uno puede sentir la forma de las Cataratas, de todos los saltos, seguir y entender a dónde llevan cada uno de los recorridos que se hacen, hacerse una idea de la proporción de vegetación que hay y de dónde están cada uno de los atractivos turísticos”, describe. Lo mismo pasa con los mapas 3D, donde se puede descubrir a través del tacto cada una de las montañas o características del terreno de una región.
Trabajó durante ocho meses en el armado del modelo del Parque Nacional Iguazú, mediante el material fotográfico y de planos disponibles, hasta llegar a una base prometedora. Después la misma empresa lo invitó a recorrer el lugar, porque no conocía la maravilla natural y era la mejor manera de chequear que el resultado fuese fiel. En total fueron dos años de preparación, porque coincidió con el tramo final de su carrera, y todo el tiempo libre que tenía lo ocupaba en ese proyecto y en los estudios. “Fue full time porque soy yo para todo, soy el fotógrafo, el editor, el que produce, contacta a clientes, investiga, publica en las redes, y no soy bueno en todo”, dice con humildad y humor. Pone lo mejor de sí para cada área, respeta el oficio y se propone llegar a los mejores resultados que estén a su alcance.
Frente a la consulta de cómo es el proceso para recopilar los datos certeros que aporta en sus videos, cuenta que hay una base de modelos de elevación, provisto por el Instituto Geográfico Nacional, y también de otras instituciones a nivel internacional que publican información de acceso libre. “Fui armando a lo largo del tiempo una herramienta que incorporé a mi página web, donde ponés cualquier punto de mundo y automática arma el modelo tentativo”, revela. Ya venía trabajando en una secuencia de pasos, en la que a partir de los datos se define una representación, y utilizó parte de un código de programación que ya tenía escrito, con la combinación del famoso Chat GPT, que realizó los aportes finales.
“Lo primero que piensa una persona que quiere tener un modelo en escala de un cerro, es cómo se vería, y me pasaba que tenía que sacar fotos, tomarle renders y mandárselo a cada persona; en cambio ahora directamente les mando el link, ellos se fijan si les gusta cómo queda, y a partir de eso avanzar”, indica sobre los usos comerciales, pero también tiene un costado lúdico, porque es a raíz de esa primera aproximación a un modelo que surgen preguntas de qué será cada pequeño pico que aparece, las elevaciones de los territorios, y la cosmovisión panorámica de lugares emblemáticos, ya que ni siquiera al estar en persona es posible apreciar el paisaje en 360 grados de esa manera.
“Creo que siempre el ingenio y la espontaneidad humana van a ser más interesantes, por más que se utilice la inteligencia artificial, hay cosas que no se pueden reemplazar, y hay que saber que son herramientas de doble filo y elegir qué uso darle”, argumenta, y lo dice alguien que sabe apelar tanto a la creatividad humana, como a la tecnología. “Por más que se pueda replicar un cuadro de un pintor famoso con inteligencia artificial, eso no tiene el mismo valor que uno original, los artistas siguen siendo valiosos, porque el hecho de que haya un esfuerzo atrás de ese arte es lo que lo hace especial, que hubo alguien que se involucró y estuvo físicamente destinado a ese fin, pensando detalle por detalle”, remarca. Algo similar ocurre con su contenido, porque existen canales de YouTube que producen información educativa de manera similar, pero predominan los videos editados con música, fotos y voces artificiales.
“La impronta personal, el poner la voz de uno, salir en cámara algunas veces, es valor agregado, y creo que nos acerca, que invita mucho más al diálogo”, sostiene, y confiesa que fue un desafío vencer la timidez, porque aunque hizo teatro toda su vida, es muy diferente exponerse al mundo virtual, porque cuando algo se viraliza, se trasciendes fronteras en cuestión de segundos.
Educación y turismo
El emprendimiento se presta a muchas posibilidades educativas, desde incluir maquetas en clases de geografía, ferias de ciencias, museos, instituciones, y también ofrece alternativas desde la óptica turística. “Hay lugares interesantes en toda la Argentina, pero quizá no hay mucho contenido en español en las redes, y me parece que informar y entretener es un capital cultural intelectual que nos falta de alguna forma”, reflexiona. Y agrega: “Teniendo en cuenta todo eso armé un catálogo de educación, y surgieron propuestas, como en la Universidad de Avellaneda que me encargó mapas de cada continente”.
Gracias a ese contacto también incorporó como fuente de consulta una revista de divulgación geográfica, que les recomendó un profesor de la universidad. “También hice dos globos terráqueos de 65 centímetros con todo el relieve del planeta para la Asociación de Ayuda al Ciego de Monserrat, donde se puede sentir cada una de las elevaciones, encontrar Hawái en medio del Atlántico, con todo el macizo de la plataforma continental argentina, y el relieve de Chile que va directo hacia abajo”, señala. Este tipo de trabajos personalizados lo motivan en gran medida, y ejemplifica con su propia experiencia.
“Soy daltónico, y a veces hay cosas que se asumen que todo el público va a poder diferenciar, entre un verde clarito y un naranja, cuando sería muy fácil solucionarlo con códigos de colores que incorpore algún elemento gráfico, un triángulo para identificar el naranja y un círculo para el verde; hay que tratar de incorporar el matiz de de accesibilidad porque es un derecho de todo el mundo estar en las mejores condiciones frente al aprendizaje y el conocimiento”, sentencia el joven.
Lo mismo ocurre con agencias de turismo que podrían incorporar herramientas para personas con discapacidad visual y trastornos del espectro autista. “A veces no tienen ninguna opción más que mirar el recorrido por la ventana, y a una persona ciega se le podría mostrar de manera táctil un mapa topográfico con la forma de la montaña, o una empresa que hace un recorrido por el Glaciar Perito Moreno, marcar en el terreno dónde comienza y dónde termina, los lugares por los que van parando, y es una manera mucho más inclusiva de conocer la naturaleza”, indica.
Muchas veces le pasa que mientras investiga se encuentra con alguna locación que ni siquiera aparece en Google Maps. “El Morrito de Monasterio es el punto más alto de Santa Fe y no figura en Google Maps, tuve que investigarlo por mi cuenta. “El Morrito de Monasterio es el punto más alto de Santa Fe y no figura, tuve que investigarlo por mi cuenta, o cuando vi el Domo de la Taberna, es un una protuberancia una elevación en el medio del terreno que a simple vista parecería no tener sentido, y me llevó a querer saber más”, explica.
Como muchos sincronismos de la vida, no es casualidad que el video de la provincia de Santa Fe haya sido el más popular de su cuenta de Instagram -@rulo.3d-. “Se titula ‘Con amor, a Santa Fe’, como suelo poner en cada uno de los clips, pero en este caso hay algo personal detrás, porque mis papás son santafecinos, de Villa Constitución, y cuando hice un bonus sobre el Salto del Pavón, que es una cascada de 9 metros muy cerca de la ciudad donde creció mi padre, le pregunté por este lugar y me dijo que iba de pesca ahí de chico muy seguido, a hacer un asado, y yo no conocía esa parte de su vida; creo que es verdad que nos acerca a descubrir los lugares que tenemos en nuestra Argentina”, celebra.
En medio de las repercusiones también recibió un mensaje de una oficina de turismo de un municipio de Santa Fe que tiene 11.000 habitantes, y pudo comprobar que muchas veces cuando menciona determinada localidad, se vuelve un acontecimiento para todos los residentes. “Una de las de las fronteras que nombré en ese video es uno de los ríos que pasa por el lugar, y gracias a eso me escribieron un comentario muy lindo donde me pedían permiso para compartirlo en la página de la municipalidad”, dice con gratitud.
La idea es hacer todas las provincias, y después continuar con los municipios. “Voy viendo a través de encuestas qué quieren ver, lo que me van pidiendo, y así surgió también la propuesta de ‘El Cerro del mes’, que consiste en que todos los meses hablo sobre un cerro diferente, lo explorar con un vídeo y lo ofrezco para que la gente se lo pueda llevar con envío gratis, así van armando su colección; el primero fue el Aconcagua y el próximo que salió votado es El Chalten”, revela. De la misma manera, los fanáticos pueden adquirir cada pieza del mapa de Argentina, provincia por provincia, para luego unirlas cual rompecabezas, e incluso ofrece la posibilidad de enmarcarlo para colgarlo en la pared. Mientras tanto, sigue fabricando nuevos pedidos, algunos personalizados con señalizaciones de determinados puntos geográficos, y otro tipo de proyectos que surgen sobre la marcha.