Comenzó la construcción de un espacio para personas en situación de vulnerabilidad en el Mercado Central

El lugar también funcionará como centro de tratamiento de adicciones. Se trata de un emprendimiento llevado a cabo por el Obispado de San Justo, Hogares de Cristo y Cáritas. En un acto a comienzos de esta semana, se bendijeron las obras

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Comenzó la construcción de un
Comenzó la construcción de un centro de tratamiento de adicciones y parador para personas en situación de vulnerabilidad en el Mercado Central

El obispo de San Justo, monseñor Eduardo García, junto al párroco y referente de la comunidad San José Nicolás “Tano” Angelotti, bendijeron y dieron inicio esta semana a las obras de un espacio que se construirá en el predio del Mercado Central y será destinado a quienes requieran albergue y contención. El lugar también funcionará como espacio para el tratamiento de adicciones.

Se trata de una iniciativa llevada a cabo en conjunto por el Obispado de San Justo, Hogares de Cristo y Cáritas. “Es un emprendimiento en el cual tratamos de abarcar, como en un abanico, a toda esta zona que es, por así decirlo, un poco oscura, marginal, a quien nadie accede, y en la que quienes lo hagan seguramente será robado o maltratado o inducido a otro tipo de crimen”, explicó García.

La Ciudad de Hogar de Cristo, como se la llamó, está destinada a la recuperación de quienes padezcan problemas de droga. También albergará “a todos aquellos que no tienen techo y están deambulando durante la noche en todo el gran espacio que ocupa el Mercado Central”, señaló el obispo, y agregó que la intención es también posibilitarles el acceso a la educación y a un trabajo digno, mediante una escuela de artes y oficios.

“El proyecto implica un hogar de recuperación, un parador y también poder tener un SUM (salón de usos múltiples) grande, donde se pueda generar un espacio de salida laboral a través de cursos para los jóvenes. Y también, si es posible, poner un par de canchas, porque también el deporte es muy sanador. Hacer un lugar visible, habitable. Un lugar de vida, y no de muerte”, amplió el referente católico en diálogo con Radio Universidad.

El obispo de San Justo,
El obispo de San Justo, Eduardo García, bendijo el inicio de las obras

En el acto se realizó la bendición inicial de la construcción. Fue el lunes y tuvo la presencia de jóvenes de otros Hogares de Cristo que están en proceso de recuperación de las adicciones. Asistieron “justamente como un compromiso de ellos de compartir y transmitir aquello que han vivido, en el camino de dignificación de su vida, con otros que están en un proceso en el que todavía no han descubierto la posibilidad que tienen de acceder a una vida más humana”, resaltó García.

El descampado donde se edificará el parador, muy cercano a La Salada y al Riachuelo, fue cedido por el Mercado Central al Obispado el año pasado.

Respecto de los plazos para la obra, el obispo anticipó: “Ya están puestas las bases. Hay que hacer el hormigonado, el encadenado. Puede ser que en seis meses tengamos el parador. Y después seguiremos. Nos manejamos con plazos cortos, porque los plazos largos no nos sirven. La realidad, la necesidad y la urgencia son hoy. No pretendemos obras faraónicas, sino obras concretas y reales. Son construcciones bastantes modestas pero dignas, que pueden albergar a la gente. Esperemos que a mitad de año ya tengamos el parador”.

Se espera que el parador
Se espera que el parador esté construido en seis meses

Durante la entrevista, además subrayó que el espacio para recuperación de las adicciones estará abierto a todo aquel que lo necesite: “En los Hogares de Cristo entran todos. Con los Hogares de Cristo tenemos hogares de jóvenes, de abuelos, de chicos con discapacidad. Dentro de los Hogares de Cristo entra todo aquel que está en situación vulnerable o de necesidad. No hay distinción. Siempre se empieza con algo y la necesidad te va mostrando por dónde ir”.

Los Hogares de Cristo se erigen en barrios populares y villas de emergencia. Se solventan a través de Cáritas, que es lo mismo que decir la Iglesia Católica, la Sedronar a nivel nacional, con un programa de financiación, y convenios provinciales, municipales y donaciones particulares.

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