Criada en la localidad bonaerense de Morón y en un ámbito donde la mayoría de sus familiares cercanos pertenecían a distintas fuerzas de seguridad, todo hacía indicar que Jeanette Calvet terminaría siguiendo ese mandato. Sin embargo, lo que nadie imaginaba es que dejaría su huella en la Policía de la Ciudad. Hoy, a los 33 años se convirtió en la primera mujer con el título de Técnica Aeronáutica y va por un desafío que, de lograrlo, marcará otro hito dentro de la fuerza.
Jeanette pertenece al Escuadrón Aéreo, división a la que ingresó en mayo de 2022 gracias a su formación profesional: además de técnica aeronáutica, es Despachante de Aeronaves. Una vez allí, su avidez por incorporar más conocimiento no se detuvo y en diciembre del año pasado egresó con el mejor promedio del curso de mecánica de helicópteros.
“Mi trabajo consiste en verificar y controlar el estado de las aeronaves una vez que le hacen algún tipo de arreglo. Es más de supervisión que de mecánica”, explicó. “Verificamos los componentes con vida útil de los helicópteros, controlamos las directivas de aeronavegabilidad y boletines de servicio, registramos las horas de vuelo de los pilotos, optimizamos los tiempos de parada para tener una mejor eficiencia y que el helicóptero esté en condiciones para ser utilizado”, agregó.
A pesar de que ella estudió para “meter mano en los motores”, no le disgusta hacer las tareas administrativas. Lo que sí tiene en claro es que sus aspiraciones van más allá de llenar planillas en el Excel y en un futuro no muy lejano se visualiza piloteando un helicóptero. “Es mi sueño”, aseveró Jeanette, quien ya dio los primeros pasos para concretarlo.
Tras el recambio de autoridades en el gobierno porteño y la asunción del nuevo ministro de Seguridad y Justicia de la Ciudad, Waldo Wolff, la joven tuvo la oportunidad de mantener una charla “cara a cara” con el funcionario, a quien le pidió que interceda para conseguir una beca en Prefectura y así poder hacer el curso de piloto de helicóptero.
“El problema radica en que a esas becas solo puede aplicar personal de la Policía Federal, Gendarmería o la propia Prefectura. Como no hay un convenio entre Nación y Ciudad, los policías porteños no podemos hacer ese entrenamiento”, explicó la joven, quien no pierde las esperanzas de que se selle ese acuerdo y pueda arrancar con el curso a fines de febrero.
“Todos nuestros pilotos en la Policía de la Ciudad vienen de la Federal. No tenemos propios”, remarcó Jeanette con ganas de seguir haciendo historia en la fuerza. “No solo me convertiría en la primera piloto salida de la fuerza sino en la primera mujer en lograrlo”, aseveró, quien se muestra muy entusiasmada ante esa posibilidad el apoyo que recibió. “El nuevo Ministro está abierto a que las mujeres ocupemos más ámbitos dentro de la fuerza”, enfatizó.
Sus primeros pasos como policía
Jeanette egresó de la Escuela Técnica Número 8 Jorge Newbery, de Villa Luzuriaga, y siempre estuvo acostumbrada a lidiar con compañeros varones. " Sólo éramos tres mujeres”, recordó.
Cuando quiso ingresar a la Escuela de Oficiales de la Armada, un problema de salud se lo impidió y decidió emprender la carrera de Relaciones Públicas a pesar de la presión familiar. Su papá trabajaba en la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), su mamá era empleada administrativa del aeropuerto, dos de sus tíos maternos estaban en la Policía Federal y otro en la Fuerza Aérea.
Finalmente, a los 24 años, uno de sus tíos la convenció para anotarse en la Fuerza Aérea. “El problema es que entré tarde. El límite de ingreso a las carreras que dictan es hasta los 24 años y los contratos duran hasta los 28 años. Así que no tuve la oportunidad de hacer carrera”, se lamentó. Allí hizo el curso de Despachante de Aeronaves y aprendió la disciplina, camaradería y compañerismo necesarios para desenvolverse en cualquier ámbito laboral.
Al enterarse que muchos de sus compañeros se habían inscripto en la Policía de la Ciudad, decidió concurrir, en 2018, a la sede del Bajo Flores para interiorizarse en los requisitos.”La escuela me pareció súper moderna, confortable y tecnológica, y ese fue el último año donde el curso duró un año porque ahora dura dos”, remarcó.
“Elegí formarme en la Policía de la Ciudad por la cercanía que tiene con el ciudadano. La gente puede ir a dejar sus quejas a la comuna, hablar con el comisario o hacer denuncias por teléfonos para informar dónde está el delito. Hay mucha integración entre ellos y nosotros”, se enorgulleció.
Tras recibirse de policía, en 2019, tuvo como primer destino la División de Género, donde estuvo cuatro años. “Brindaba asesoramiento a víctimas de violencia familiar y hacía la recepción de las denuncias”, contó.
Sin embargo, en su cabeza siempre estaba en formar parte del Escuadrón Aéreo debido a que desde pequeña veía despegar aviones de la Base Aérea de Morón y soñaba con formar parte de la comunidad aeronáutica.
“El pase me salió justo el Día del Técnico Aeronáutico, todo tiene que ver y yo no lo podía creer. Estaba feliz”, enfatizó Calvet, quien aspira a lograr una licenciatura en la materia y lograr inspirar a otras mujeres.
“Les digo a las demás chicas que se atrevan a soñar siempre, que con perseverancia se puede lograr todo. Es un orgullo para mí estar en este lugar y poder ser un ejemplo”, exclamó.
Y a modo de cierre, utilizó una frase que le gusta mucho y con la que se siente identificada: “Que ser mujer no sea un límite para crecer, ser libre y decidir quién querés ser”.