Había caído el sol y la luz de la luna iluminaba la noche. El bullicio habitual de las jornadas de sol en plena temporada de verano se había disipado y el ruido de las olas que rompían sobre la costa predominaba en el ambiente. Mientras, el viento se hacía sentir y despertaba en más de uno la sensación de frío. La hora de la playa ya había pasado, pero varias personas igualmente seguían firmes frente al mar. Algunas sentadas en reposeras o sobre mantas, otras -apenas unas pocas- de pie. Todas miraban con atención una pantalla gigante instalada para la ocasión.
La postal se dio esta semana en la playa pública de Pinamar ubicada al lado del balneario Cocodrilo. Allí, decenas de veraneantes se reunieron el jueves pasado para experimentar una noche de cine con los pies sobre la arena. Observaron el filme de Azul Lombardía “No me rompan”, protagonizado por Carla Peterson y Julieta Díaz. Previamente, también disfrutaron de un DJ set de la mano de Walter Manessi.
El evento se organizó por iniciativa de la Secretaría de Cultura del Municipio -en conjunto con el INCAA- y se presentó esta temporada, aunque se trata de una actividad que ya tiene más de 20 años de vigencia en la ciudad costera. En ese sentido, el Viejo Hotel Ostende (VHO) fue pionero con su ciclo Cinemar.
Cada verano, este establecimiento emblemático, donde alguna vez durmió Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito, ofrece esta propuesta ideal para aquellos turistas que eligen escapar del bochinche típico de los centros comerciales y de los paradores de moda.
La actividad se estrenó en 2003. Aquella vez se proyectó “Balnearios”, de Mariano Llinás, una película documental que recorre las costumbres e historias de los balnearios de la Argentina, incluidas las playas de Ostende, que también fueron escenarios del filme.
La particularidad de la experiencia (veraneantes viendo a otros veraneantes en una pantalla que ondeaba como las lonas que heroicamente sostenían las carpas y las sombrillas) resultó en una tradición que el VHO mantiene desde entonces en su balneario situado en Juan de Garay y Rambla Sud.
Para la temporada 2024, el hotel programó dos noches de cine en la playa. La primera fue el jueves 11 de enero. Ese día se proyectó justamente “Balnearios”, con Llinás presente entre los espectadores. Fue la primera vez que los organizadores repitieron una película a lo largo de estas dos décadas.
El evento no se pudo realizar al aire libre. Las condiciones climáticas obligaron a cambiar de escenario, que finalmente fue el salón del balneario del VHO. “Hacerlo adentro es más práctico, más cómodo, pero es menos poético”, dijo la directora del hotel, Roxana Salpeter.
En diálogo con Infobae, Salpeter recordó el origen de la iniciativa. Contó que fue Llinás quien la impulsó a organizarla por primera vez en 2003. “En ese momento me insistía con que proyectáramos la película en la playa. Al principio me pareció una idea delirante, me pareció que era imposible. La única referencia que tenía de cine al aire libre era los autocine o algún evento organizado en una avenida, pero no era lo mismo. Me preguntaba cómo se podía hacer. Y un día me desperté y dije hagámoslo”.
Con el paso de los años, el ciclo Cinemar se transformó en una tradición de cada verano pinamarense, que incluye desde obras del cine argentino independiente hasta clásicos como Casablanca, Fantasía o Melody.
“Quedó como un cine de barrio al lado del mar. Por eso lo armamos con lucecitas tipo kermés, una cantina y choripanes, que se incorporaron creo que en la segunda o tercera edición. Y tratamos de hacerlo coincidir con luna llena, porque en esos casos tenemos un doble espectáculo”, describió la directora.
Antes de finalizar la charla, Salpeter habló de su equipo y destacó la capacidad de “buscarle la vuelta a las cosas para que funcionen”. En esa línea, rememoró una anécdota para ejemplificarlo.
“Nos pasó una vez de estar proyectando la película Ostende (de Laura Citarella), que fue escrita, pensada y filmada en el hotel. En un momento de la película hay escenas de tormenta y de mar con sudestada. Y ocurrió que en el mar de verdad empezó a pasar lo mismo. Empezó a rotar el viento y mientras estábamos proyectando se venía una tormenta eléctrica. Entonces nuestro equipo de trabajo, sin decirle nada a nadie, armó muy rápido el salón. Interrumpimos la proyección cinco minutos y les dijimos a los espectadores que no íbamos a seguir al aire libre porque ya no podíamos estar ahí. Todos muy ordenaditos subieron, se acomodaron y seguimos con la proyección. Creo que perdimos tres espectadores en el camino. Así que es eso, buscarle la vuelta a las a las cosas para hacer que sucedan”.
La segunda noche de cine en la playa del VHO está agendada para el sábado 10 de febrero (19.30), cuando será el turno de “El navegante”, la obra maestra del cine mudo que se estrenó en 1924, con la dirección de Buster Keaton y Donald Crisp. En esta ocasión habrá un agregado: la película se proyectará con música en vivo del productor Barrio Lindo, junto a la cantante y flautista Mariana Iturri y al violinista Alex Musatov. Los tres “se sumergirán junto al público en una improvisación en diálogo con este clásico del cine mudo”, anticiparon desde la organización.
Por su parte, la Secretaría de Cultura (a través de Miracine Pinamar, una iniciativa que inició en el 2022, con el fin de generar un espacio de encuentro entre la cultura, movimientos sociales, la comunidad estudiantil y los amantes del buen cine) prepara otra función para el próximo jueves 1 de febrero. En ese caso, se proyectará “El robo del siglo”, de Ariel Winograd, con Guillermo Francella y Diego Peretti. Será en la playa pública al lado del balneario Marbella, que se ubica en Avenida Del Mar entre Martín Pescador y Acacias. El espectáculo comenzará a las 20.30 y se suspenderá en caso de condiciones climáticas adversas.
Fotos: Manuela Luján y Gentileza Municipalidad de Pinamar