El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) determinó que la vacunación contra la encefalomielitis equina del este y del oeste para los equinos sea obligatoria para todos los ejemplares que se encuentren en el país y que tengan dos meses de vida o más, como medida para frenar el brote de contagios por el que fue decretada la emergencia sanitaria el pasado 28 de noviembre.
La inoculación obligatoria comenzó a estar vigente desde el miércoles 24 de enero después de que se publicara la Resolución 115/2024 en el Boletín Oficial, en donde remarcaron que todos los equinos deberán tener aplicada la vacuna en vigencia y, en caso de que esto no fuera así, se les otorgará un plazo de diez días para que reciban la primera dosis.
En este sentido, el presidente del Senasa, Pablo Cortese, informó que la campaña de vacunación contra la encefalomielitis equina estará compuesta por una primovacunación, un refuerzo y una revacunación. De esta manera, señaló que los dueños de los animales deberán estar atentos a los plazos que deberán dejar pasar entre las dosis, debido a que el refuerzo dependerá de la prescripción ofrecida por el laboratorio que elaboró el antídoto y la revacunación será de forma anual.
Las autoridades indicaron que cada caballo deberá contar con la certificación correspondiente para poder demostrar que cuenta con el calendario de vacunación completo. Asimismo, precisaron que el certificado deberá ser emitido, sellado y firmado por un veterinario matriculado que puede ser particular o estar asociado a un ente sanitario que responda al organismo; identificar al animal vacunado; proporcionar la información comercial, serie y lote de la vacuna utilizada; e indicar la fecha de aplicación y si se trata de una primovacunación, refuerzo o revacunación anual.
En cuanto a las sanciones que pudieran afrontar las personas que no cumplieran con la vacunación de sus animales, el Senasa determinó que las penalidades podrían tratarse de un apercibimiento público o privado; multas de hasta diez millones de pesos; la suspensión de hasta un año o la cancelación de la inscripción en los respectivos registros; clausura temporaria o definitiva de los establecimientos; o decomiso de productos, subproductos y/o elementos relacionados con la infracción cometida, según lo establecido en el artículo 14 de la Ley 27.333 de Sanidad de los Animales y Vegetales.
Por otro lado, el ente sanitario explicó que la medida se trataba de una solución para combatir el estado de emergencia sanitaria por encefalomielitis equinas que se declaró el pasado 28 de noviembre de 2023 a través de la Resolución 1219/2023, una situación que generó preocupación entre los expertos, puesto que no se detectaba un brote en el país desde hace 35 años.
No obstante, los especialistas destacaron que la reaparición de la enfermedad estuvo promovida por los cambios ecológicos que facilitaron que el vector de contagio se propagara en el último tiempo y afectara tanto a los caballos, como a los seres humanos. “En general, los hospedadores de este virus son los roedores y las aves; los seres humanos somos hospedadores accidentales. La enfermedad se transmite cuando una persona es picada por un mosquito infectado, que es el vector, cuyo nombre es Aedes albifasciatus”, señaló el infectólogo Rogelio Pizzi (MP 30128) en una nota previa con Infobae.
A pesar de que recordaron que el ser humano puede ser contagiado, señalaron que éste no es capaz de transmitir el virus, debido a que solo sería por vía de la picadura. Asimismo, remarcaron que el período de incubación podría variar entre 2 y 10 días, mientras que los primeros síntomas serían relativamente leves.
Según el Ministerio de Salud de la Nación, los primeros signos serían dolor de cabeza, decaimiento, escalofríos, fiebre, mialgias y malestar generalizado. Aunque la enfermedad es conocida por afectar el sistema neurológico, los expertos apuntaron que este podría ser afectado con el paso de los días y que podría sufrirse letargo, somnolencia, rigidez de nuca, fotofobia, vértigo y, en casos más extremos, estupor y coma.
Desde que el primer caso de encefalomielitis equina fue detectado hasta la semana 12 de enero, el Boletín Epidemiológico Nacional contabilizó un total de 1.272 de equinos infectados en el país, de los cuales 40 fueron comprobados por resultados de laboratorio y 1.232 fueron clasificados como “presuntos casos” por la sintomatología compatible. En el caso de los humanos, se registraron 21 diagnósticos confirmados, 10 casos probables y 56 bajo sospecha.
La provincia que mayor preocupación despierta en las autoridades es Buenos Aires, debido a que se trató de la que mayor cantidad de infectados acumuló luego de que informaran la existencia de 762 caballos y 19 personas afectadas por el virus. Según la cartera sanitaria bonaerense, las localidades en las que se detectaron las infecciones fueron General Viamonte, Junín, Leandro N. Alem, Nueve de Julio, Arrecifes, Baradero, Pergamino, Ramallo, Salto, Las Flores, Campana, Exaltación de la Cruz, Tandil, 25 de Mayo, Bragado, Suipacha y La Plata.
Hasta el momento, en la provincia se confirmó la muerte de dos personas en las últimas semanas. La primera víctima se trató de una mujer de 74 años que murió el 11 de enero, de quien solo se supo que contaba con “comorbilidades” y vivía en un área semirural. La segunda muerte ocurrió el 12 de enero y se trató de un trabajador rural de 65 años que comenzó a presentar síntomas desde el pasado 1 de enero, aunque el segundo caso se dio a conocer el 23 de enero por medio del Boletín Epidemiológico emitido por el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires.
Por este motivo, la cartera bonaerense recomendó a los ciudadanos reforzar el uso de repelentes, la instalación de telas mosquiteras en puertas y ventanas, utilizar ropas claras y, preferentemente, que cubran las extremidades. Además, destacaron la necesidad de desmalezar las áreas verdes, no acumular agua y eliminar los recipientes que pudieran convertirse en criadero de los mosquitos Aedes (Ochlerotatus) albifasciatus, Anopheles albitarsis, Culex odessa y Psorophora pallescens.