Hay una secuencia que se repite en la temporada de verano marplatense. Transcurre en una de las esquinas de la emblemática Plaza Colón, precisamente en “la barraca” de la Unidad Regional Valenciana. Allí, en ese pequeño puesto gastronómico, se arma una fila de varias personas. Este 2024 no es la excepción: locales y turistas esperan su turno para comprar los famosos buñuelos de zapallo.
El puesto está ubicado en la intersección de Arenales y Bolívar y abre todos los días (excepto los miércoles) entre las 15 y las 23 horas. Se trata de un lugar histórico de La Feliz: funciona desde hace medio siglo.
Los buñuelos de zapallo (apto veganos) son la estrella y tienen un público fiel. Crocantes por fuera y esponjosos por dentro, verano tras verano, suman adeptos que se maravillan al descubrirlos y saborearlos recién hechos, en la misma plaza o camino hacia la Rambla. Cuesta $800 la unidad o $4.000 la media docena. También ofrecen una “super promo” de un buñuelo y un café a $1.300.
Hasta allí fue Infobae para conocer a la marplatense detrás de este manjar. Su nombre es Aída Esther Cabrera, tiene 85 años y aprendió a cocinarlos hace más de cinco décadas en el Club Valenciano de La Feliz. “Me enseñó una mujer que se llamaba Paquita Velasco. Era una valenciana divina. Como yo vivía a la vuelta del Club, iba todos los días. Hasta que una vez me dijo: ‘Te voy a explicar cómo hacer buñuelos’. Arranqué a prepararlos y, cuando me quise dar cuenta, ya estaba cocinando en ‘la barraca’”, cuenta Aída a este medio.
Antes de estar en Plaza Colón, la Unidad Regional Valenciana tuvo sede en Plaza Mitre y Plaza España, también en Avenida Libertad y en la intersección de Luro y la Costa. A veces, incluso, algunas sucursales funcionaban al mismo tiempo. “Ahora solo estamos acá”, dice Aída y cuenta que, en otra época, el local también ofrecía paella, otro típico plato valenciano.
En “la barraca” de Plaza Colón la cocina es muy sencilla y está a la vista de los clientes. Sobre una de las paredes cuelga la bandera de la Comunidad Valenciana. Además de Aída, allí trabajan Pablo, como responsable de la caja, Javier y Mariana. Mientras él se ocupa de freír los buñuelos; ella los reboza con agua y azúcar. Luego los coloca en bolsas de papel madera o los envuelve en una servilleta para entregarlos a través del mostrador.
“No sé cuántos buñuelos hago por día, porque depende de la cantidad de gente que viene”, aclara Aída y destaca el “cariño” de los clientes. “Hay personas que vienen todos los años. ‘Señora, ¿otra vez acá? ¡Qué lindo verla!’, me dicen”.
Entre su historial de anécdotas, la marplatense trae a colación algo que le pasó hace poco. “Vino una mujer de Azul, que llegó por recomendación de una amiga que ya había venido acá. ‘Usted no me va a creer’, me dijo. Después sacó su celular y me mostró una foto mía, cocinando. Se la había enviado su amiga. ‘Si ves a esta señora, comprá buñuelos porque los hace buenísimos’, le dijo. Me pareció increíble. Yo ni siquiera me di cuenta de que me habían sacado una foto”, contó Aída sorprendida.
Las manos en la masa
Después de tantos años de preparar buñuelos, Aída jura que no está cansada ni aburrida de su profesión. “Esto siempre lo hice más por amor que por otra cosa. Yo como buñuelos y cocino para mi familia, también. Me los piden todos: mi hermana, mi vecino, la doctora que me atiende… y así estamos”, cuenta entre risas.
Así como los valencianos no tuvieron problema en compartir la receta, tras el pedido de Infobae, la mujer repasa los ingredientes y luego explica cómo los hace en su casa, a una escala menor que la que produce a diario en el local.
La preparación, en realidad, es bastante simple. Los ingredientes son un cuarto de zapallo, harina 000, 30 gramos de levadura, 750 ml de agua, una cucharadita de sal y medio vaso de azúcar.
“Primero hiervo el zapallo en el agua. Cuando ya está tibio, y el zapallo deshecho, le agrego la levadura, la sal y el azúcar. Después lo deshago bien con los dedos. Le echo la harina y lo bato a mano abierta, así la masa se va aireando. Lo dejo descansar 30 minutos y ya puedo hacer los buñuelos. Se hierven en aceite y se rebozan con agua y con azúcar”, dice Aída y asegura que no hay ningún otro secreto.
70° Semana Fallera Valenciana
Como sucede desde hace décadas, en marzo próximo, se celebrará la 70° Semana Fallera Valenciana en Mar del Plata. En ese contexto, se realizarán diversas actividades que culminarán con la Cremá del Monumento Fallero que, este año, será el 23 de marzo en Plaza Colón.
“La expresión ‘falla valenciana’ se refiere a un tipo de construcción artística tradicional originaria de Valencia. Se trata de una escultura gigante, hecha a base de madera y cartón, que se quema como parte de la celebración. En Valencia esta tradición se hace todos los 19 de marzo porque es el día de San José, patrono de los carpinteros. Acá, se hace el sábado siguiente” explicaron a Infobae desde la Unidad Regional Valenciana de La Feliz.
El monumento será realizado por Adrián Más Reyes y, a diferencia de otros años, en esta ocasión no hará referencia a cuestiones sociales, políticas y culturales (NdR.: en marzo de 2023, por ejemplo, proponía reflexionar acerca de las petroleras); sino que la temática será de festejo, ya que coincide con el 150° aniversario de la ciudad de Mar del Plata y el 70° de la Comunidad Valenciana.
Además, están previstas otras actividades, entre ellas, la Gran Paella de inicio de la Fiesta Fallera; la presentación de las Falleras Mayores y sus cortes de Honor y gala artística, en el Teatro Municipal Colón; y la ofrenda floral a la Virgen de los Desamparados, patrona del Reino de Valencia, en Catedral de los Santos Pedro y Cecilia.
Fotos: Christian Heit.