Ya pasaron nueve días de la desaparición de Ramón Román y Gabriel Raimann, los dos amigos que el domingo 14 de enero ingresaron al agua desde la bajada náutica de Valeria del Mar y todavía no hay noticias sobre su paradero. Si bien es cierto que en los últimos días se concretó el hallazgo de la embarcación en la que viajaban y un flotador, las autoridades no son nada optimistas. Según pudo saber Infobae, desde Prefectura Naval Argentina (PNA) se comunicaron con las familias de ambos pescadores y les comunicaron que no esperan encontrarlos con vida, lo cual provocó un rotundo repudio que este lunes decidieron reflejar en un fuerte comunicado.
En el texto al que tuvo acceso este medio, las familias de Ramón y Gabriel lamentaron la inacción de la PNA a las pocas horas de que los pescadores se extraviaran mar adentro. Los agentes que recibieron la notificación del hecho se manejaron con el protocolo de la fuerza, y respondieron que “no iban a obrar de oficio hasta que uno de los familiares realizara la correspondiente denuncia”.
Así las cosas, los más allegados a Ramón y Gabriel expresaron que se perdieron “valiosas horas para encontrarlos”. También criticaron el operativo de búsqueda que se montó en primera instancia, al notar que las autoridades “no estaban empleando todos los recursos a disposición”.
Otro de los puntos que más molestó a las familias de los pescadores misioneros es que la búqueda, por decisión de las autoridades a cargo del procedimiento, se centró “en puntos dispersos por el norte de la Costa Atlántica”, cuando los familiares y amigos de Ramón y Gabriel insistían “con que las búsquedas se llevaran a cabo en el sur”.
Y no estaban errados. Justamente allí fue que un transeúnte dio con el flotador del bote cerca del Faro Querandí, una zona apuntada por los familiares de los pescadores pero que hasta ese momento no era tenida en cuenta por los investigadores. Más tarde, y en esa misma zona, personal de la PNA confirmaría el hallazgo del kayak donde viajaban los pescadores.
Pero la gota que rebasó el vaso para el círculo más cercano de los trabajadores que se conocieron en el rubro de la construcción fue la noticia que recibieron este lunes, cuando desde la cúpula de la PNA les informaron que reducirán “la intensidad de la búsqueda” y que descartan que sus seres queridos estén con vida. La comunicación de la autoridad marítima a los familiares fue corroborada por este medio.
Frente a esta inesperada decisión los familiares de Ramón y Gabriel exigen a las autoridades que “continúen con la investigación por todos los medios habidos y por haber”, y al mismo tiempo agradecieron la colaboración y el aporte a cada persona que se involucró en la búsqueda ya sea por donaciones o permitiendo que ellos realicen su propio operativo.
El comunicado completo de los familiares de Ramón Román y Gabriel Raimann
Desde el día de la desaparición de Ramón Román y Gabriel Raimann, una serie de incongruencias impidieron que nuestros seres queridos fueran rescatados en tiempo y forma. Durante los últimas ocho jornadas de investigación, tal y como pudimos observar con nuestros propios ojos, se obró manera equivocada, se cometieron errores y se subestimó la urgencia del hecho.
El domingo 14 de enero, el pescador Federico Gómez, el hombre que los vio con vida por última vez, solicitó la ayuda de Prefectura minutos después de que Ramón y Gabriel se adentraran a las aguas de la bajada náutica de Valeria del Mar, sin control alguno del kayak que abordaban. Tras ser notificados de lo sucedido, las fuerzas federales minimizaron el suceso y ofrecieron una simple respuesta: que no iban a obrar de oficio hasta que uno de los familiares realizara la correspondiente denuncia.
En consecuencia, el operativo de búsqueda no comenzó hasta el lunes 15 de enero, luego de haberse perdido valiosas horas para encontrarlos. Además, cuando las tareas habían tomado curso, notamos que las autoridades municipales, provinciales y nacionales no estaban empleando todos los recursos a disposición. Eso nos llevó a tener que invertir nuestro propio tiempo y dinero, y hasta pedir donaciones para reforzar la investigación con avionetas, helicópteros y embarcaciones.
No fue hasta dos días después, el miércoles 17 de enero, que las fuerzas federales pusieron a disposición gran parte de sus recursos. Pero, aun en ese entonces, los problemas continuaban. Gran parte del rastrillaje y barrido oficial se centró en puntos dispersos por el norte de la Costa Atlántica, a pesar de que nosotros insistíamos con que las búsquedas se llevaran a cabo en el sur.
El jueves 18 de enero, día en el que clausuraron oportunamente el aeródromo desde el que partíamos para los recorridos aéreos, nos comunicamos con las autoridades pertinentes y pedimos a todo el que estuviese abocado a la búsqueda que rastrillaran por mar, aire y tierra en los alrededores del Faro Querandí. Sin embargo, todos y cada uno de ellos hicieron oídos sordos mientras que los únicos que rastrillábamos la zona éramos nosotros.
Recién el sábado 20, luego de que un transeúnte diera con el flotador del bote cerca del Faro Querandí, es que decidieron focalizar la exploración por aquella zona, en línea con nuestras sospechas. Finalmente, horas después, las fuerzas federales lograron ubicar y rescatar un kayak con características similares al utilizado por Ramón y Gabriel.
Hoy, lunes 22 de enero, tras un sinfín de equivocaciones y desaciertos, Prefectura tomó la decisión terminante de reducir la intensidad de la búsqueda y descartar que nuestros seres queridos estén con vida.
En función de todo lo explicado, desde las familias Román y Raimann exigimos a las autoridades que nos retribuyan todo el tiempo perdido y continúen con la investigación por todos los medios habidos y por haber. Agradecemos a todos quienes colaboraron y/o aportaron su grano de arena, ya sea en materia de donaciones, colaboraciones y buena predisposición para permitimos investigar por nuestra cuenta.