Copamiento de La Tablada: los informes secretos que alertaron a Carlos Menem sobre posibles ataques guerrilleros

Los documentos recibidos por el entonces candidato a presidente del peronismo daban cuenta de la actividad de ex miembros del ERP y de la presencia del prófugo Gorriarán Merlo en la Argentina. Los detalles

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Un tanque pasa por encima a uno de los vehículos usados por los atacantes en La Tablada
Un tanque pasa por encima a uno de los vehículos usados por los atacantes en La Tablada

Al retornar de Chile el 1º de septiembre de 1988, luego de cubrir el plebiscito nacional que generó que Augusto Pinochet no pudiera presentarse como candidato presidencial y tras unos días de trabajo en el diario, en la tarde del 8 de septiembre, mientras conversaba con Jorge Asís en M.T. de Alvear y Maipú, un automóvil freno en seco al lado nuestro. Observé a Ramón Hernández y a su derecha a Carlos Menem, quien me pidió que suba. Hacía unas semanas que no nos veíamos y luego de la interna justicialista que lo consagró candidato presidencial volví a mi lugar en Ámbito Financiero. Entramos al Hotel Elevage, nos dirigimos casi sin hablar a su suite, donde ya lo esperaba gente. Durante más de dos horas observé su método de trabajo y al día siguiente fui a la avenida Callao 240, donde él solía dormir y recibir visitas. Tras saludar a los muchachos, le pregunté a Ramón si lo podía ver al candidato. “Dale, está en su habitación”, me dijo. Al entrar observé que estaba terminando de ponerse el saco. Le dije: “Estás trabajando mal, no alcanza a irse una persona que no tenés tiempo de leer el documento que te entregó porque ya entra otra. Eso debes mejorarlo.”

“¿Y qué querés que te diga si vos me has dejado solo”, fue su respuesta.

Lo mire fijo y le respondí: “Bueno ya no te dejo más solo”. Acababa de entrar en la campaña presidencial como vocero. Yo no quería ser vocero de prensa, no me sentía con autoridad para serlo. Mi idea era la de ser una suerte de jefe de gabinete. Nunca me sentí cómodo como vocero. De esta manera fui recibiendo todo tipo de informes, planes y “cartas de situación” sobre variados temas de diferentes personas. Al mismo tiempo me tomé la libertad de convocar a algunas personas que podían ofrecerme un panorama militar que estaba muy convulsionado.

El autor con Casale, Ramón Hernández, Miguel Vico y Alberto Kohan
El autor con Casale, Ramón Hernández, Miguel Vico y Alberto Kohan

Así volvió a reunirse “la runfla” como con escaso afecto llamaba el diplomático Mario Cámpora a la intimidad de Menem y así también comencé a ser el depositario de todo tipo de trabajos que fueron prolijamente guardados. En enero de 1989, la sociedad se encontraba de vacaciones y se leían en las páginas de los diarios que George Bush había sucedido a Ronald Reagan en la presidencia de los Estados Unidos el 20 de enero de 1989. La mayoría se distraía, también, con el bombardeo mediático de los avisos de una campaña presidencial que debía realizarse el 14 de mayo siguiente. Dos eran los candidatos con mayores posibilidades de alcanzar la victoria. Uno, el radical cordobés Eduardo César Angeloz que, a diferencia de Alfonsín, no consideraba a los del ERP como “hijos descarriados” del radicalismo, y el otro es Carlos Saúl Menem, el justicialista que ganó ampliamente en la última interna partidaria del 8 de julio del año anterior. En el medio de todo esto, el presidente Raúl Ricardo Alfonsín intentaba la continuidad del radicalismo con un panorama económico y social cada día más complicado.

Feletti, Baños, Provenzano y el sacerdote Puigjané del MTP antes del ataque
Feletti, Baños, Provenzano y el sacerdote Puigjané del MTP antes del ataque

El Plan Austral, con el que ganó la elección de medio término en 1985 se desarmó y es reemplazado por el Plan Primavera que en pocos meses se convirtió en “invierno” por su fracaso. Los resultados estaban en las calles: inflación desenfrenada (interanual 398,9 %), ausencia de productos vitales en las canastas familiares; supermercados al borde de los asaltos; cortes de luz y agua, sueldos y jubilaciones que no alcanzan. En fin, una tragedia que llevaría a que el ministro Juan Vital Sourrouille renunciara en marzo por exigencia del propio Angeloz.

Carlos Menem votando el 14 de mayo de 1989
Carlos Menem votando el 14 de mayo de 1989

El informe de inteligencia N°6 le asegura a Menem que Alfonsín había iniciado “junto a sus seguidores íntimos, la campaña electoral para 1998 o 1995″ y que esa campaña (personal) “admite el fracaso en la solución de los problemas socio-económicos. Alguien tiene que ser responsable. Entre Alfonsín y Sourrouille, conviene que este último para preservar al otro […] El lanzamiento de Alfonsín al frente de la UCR presupone la iniciación de la campaña para recuperar sus futuras aspiraciones post-peronismo. Por supuesto que apoyará a Angeloz para que gane, pero no le disgustaría su derrota. También se mantiene el objetivo de trasladar todos los problemas para Menem Presidente, alargando la actual agonía”. En el informe se aconseja: “Dejar que el tema militar siga su curso sin intervenir. Alertar eso sí sobre la situación salarial”. Otro informe analizaba la sublevación de varias unidades militares comandadas por el coronel Seineldín en Villa Martelli que pondría fin a la comandancia del teniente general Caridi y su remplazo por el general Francisco Eduardo Gassino.

Desde varios días antes (entre el 12 al 16 de enero) los acompañantes del candidato peronista seguían atentamente las actividades del Movimiento Todos por la Patria (MTP) y la feroz campaña que realizaban contra Menem. El MTP era un rejuntado de viejos militantes del PRT-ERP, dirigidos por Enrique Gorriarán Merlo, un hombre que respondía al Ministro Tomás Borge, a Lenín Cerna, el jefe la inteligencia nicaragüense, y al presidente Daniel Ortega (actual presidente de Nicaragua). Varios de los miembros de la organización fueron entrenados militarmente en Managua con el apoyo “nica” y el narcotráfico, tal como lo contó el ex coronel nicaragüense Víctor Boitano a la periodista María Elvira Salazar (hoy representante republicana). La mesa directiva de la organización terrorista estaba integrada por Jorge Baños, Roberto Felicetti, Francisco Provenzano y el cura Fray Antonio Puigjané. Otros que integraron esa banda eran Carlos Alberto “Quito” Burgos, Eduardo Luis Duhalde -ex abogado del ERP en los años 70 y Secretario de DD.HH. durante el kirchnerismo- y el “poeta” y abogado militante kirchnerista Rodolfo Mattarollo.

“El Cronista Comercial” del 14 de diciembre de 1988, página 6.
“El Cronista Comercial” del 14 de diciembre de 1988, página 6.

A treinta días del asalto a La Tablada, el 21 de diciembre de 1988 el candidato del peronismo y sus aliados (FREJUPO) recibe un informe sobre “la situación subversiva” que sostiene que “en los últimos seis meses, la Policía Federal Argentina, como así también los servicios de inteligencia militar de las FF.AA. y en menor magnitud la SIDE están observando con preocupación y han profundizado su actividad de reunión de información sobre las organizaciones subversivas. Esto ha tomado gran impulso a raíz de los hechos ocurridos en Mataderos, donde murieron dos suboficiales de la Armada”. En un informe posterior se relata el asalto que se realizó al Banco Mercantil en el que murió Osvaldo Olmedo (hermano del fundador de las FAR), actor de innumerables actos terroristas.

Informe para Menem del 21 de diciembre de 1988 (Archivo Juan Bautista Yofre)
Informe para Menem del 21 de diciembre de 1988 (Archivo Juan Bautista Yofre)

El informe también afirma que “el ERP continua actuando políticamente hasta el momento, utilizando las oficinas de ‘Todos por la Patria’ ubicadas en Tucumán 2250, piso 1° de Capital Federal, y teniendo como dirigentes a Roberto Felicetti y Francisco Provenzano, ambos militantes del PRT-ERP puestos en libertad en 1984″. El trabajo también comprende otros nombres.

Además del ERP el informe trata la aparente división de Montoneros (Archivo Juan Bautista Yofre)
Además del ERP el informe trata la aparente división de Montoneros (Archivo Juan Bautista Yofre)

Un mes antes del ataque al Regimiento de Infantería Mecanizada 3 y el Escuadrón de Exploración de Caballería Blindada, en La Tablada, provincia de Buenos Aires, el informe le advierte a Menem el grado de infiltración del Estado, en particular los medios de comunicación, por parte de elementos ligados o emparentados con las organizaciones terroristas en especial del PRT-ERP.

En el trabajo que se le entregó a Menem 48 horas antes del ataque se le
advierte al candidato presidencial del peronismo que están dadas las condiciones para que una organización política-militar (OPM) lleve adelante una operación terrorista (Archivo Juan Bautista Yofre)
En el trabajo que se le entregó a Menem 48 horas antes del ataque se le advierte al candidato presidencial del peronismo que están dadas las condiciones para que una organización política-militar (OPM) lleve adelante una operación terrorista (Archivo Juan Bautista Yofre)

En una ocasión el dramaturgo George Bernanos diría que “el verdadero odio es el desinterés y el asesinato perfecto es el olvido”. Para Infobae no existe el olvido, aún quedan los documentos que claman por salir a la luz y testimoniar. Las explicaciones que dieron algunos funcionarios radicales tendían a diluir las certezas que tenía la oposición sobre las complicidades con los atacantes. Por ejemplo, en un cable de la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires (para ser analizado en Washington y otras capitales) se informaba que el canciller Dante Mario Caputo contó que el 26 de enero de 1989 el presidente español Felipe González le dijo telefónicamente a Raúl Alfonsín que “el incidente de La Tablada no se limitaba únicamente a la Argentina”. González dijo que tenía “hard information” de similares acciones que se llevarían a cabo en otros países del hemisferio. Específicamente González le mencionó Venezuela a Alfonsín.” En particular, alrededor de la asunción presidencial de Carlos Andrés Pérez, el 2 de febrero de 1989 (casualmente el 4 de febrero de 1992 el teniente coronel Hugo Chávez Frías intento derrocarlo).

El canciller Dante Caputo y Alfonsín
El canciller Dante Caputo y Alfonsín

En el mismo texto se dice que Caputo adelantó que el gobierno pasaría al “contraataque” con la creación del COSENA y responsabilizó a Nicaragua y Panamá, pero no dijo nada de Cuba. Un argumento falaz porque nada organizado en Managua por el Frente Sandinista de Liberación Nacional era desconocido por la inteligencia cubana. Además, Caputo no sabía cómo explicar “las brigadas del café” y los alimentos regalados a Nicaragua, ni los acuerdos con La Habana y el viaje presidencial a Cuba. El funcionario estadounidense comentó que no deseó considerar con Caputo si había enlaces cubanos con el MTP. Para no ser menos el canciller expuso el 13 de febrero de 1989, en el diario La Nación, que la democracia argentina se encontraba “atenazada” por la derecha y la ultraizquierda. Como respuesta al ataque del MTP el gobierno creó el Consejo de Seguridad Nacional (COSENA), el 25 de enero de 1989, uno de cuyos integrantes fue el canciller Caputo. El nuevo organismo no sirvió para nada, solo para recibir consejos destinados a frenar el camino de Menem hacia la Presidencia de la Nación (Infobae los publicó). El 18 de julio de 1989 al brigadier Teodoro Waldner, titular del COSENA, se le comunicó que todos los integrantes del organismo pasaban al olvido. El alto asesor extranjero que aconsejaba contra Carlos Menem también abandonó su cargo y Caputo dejaría el radicalismo después de conspirar contra la candidatura de Angeloz.

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