A cuatro años de la fatídica madrugada en la que Fernando Báez Sosa fue asesinado a golpes a la salida de un boliche de Villa Gesell, sus padres, Graciela Sosa y Silvino Báez, convocaron a una misa interreligiosa en las escalinatas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en conmemoración por la vida de su hijo. Asimismo, exigieron que los acusados sean condenados a cadena perpetua, pese a que aseguraron tener confianza en la Justicia.
La misa comenzó alrededor de las 20:30 horas y contó con varios oradores de distintas religiones que le dedicaron unas palabras a los familiares que estuvieron acompañados de su abogado representante, Fernando Burlando. Una hora más tarde, el padre de la víctima aseguró que “mientras que nosotros no encontremos la justicia no vamos a encontrar nunca la paz”.
“Extraño terriblemente a mi hijo. Ya son cuatro años y para nosotros el tiempo se detuvo, no somos los mismos que éramos antes”, manifestó la madre de Fernando, quien llevaba una remera con la imagen del adolescente acompañada de la frase: “Justicia por Fernando”. Como forma de acompañamiento, los presentes cargaban carteles que apuntaban: “No es perpetua, no es justicia”.
En cuanto al paso del tiempo, Graciela afirmó: “Vamos a llevar un duelo para siempre, por lo que tratamos de convivir con tanto dolor. No encontramos una razón o un motivo”. Incluso, señaló que los años que pasaron no los ayudaron a sanar las heridas ocasionadas por la pérdida de su único hijo.
“Nunca pensé que con el correr del tiempo iría empeorando. Me siento bajoneada, pasaron las fiestas de Navidad y Año Nuevo, que fueron difíciles para nosotros”, reconoció la mujer en una conversación que mantuvo con Télam. Por su parte, el padre de la víctima admitió que se sentía “muy triste”, pero que continuará “en la lucha y pidiendo justicia”.
Acerca de las apelaciones que presentaron la Fiscalía y sus abogados, Fernando Burlando, Fabián y Facundo Améndola para que los ocho procesados sean condenados a cadena perpetua como coautores de “homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado por dos o más personas y por alevosía en concurso ideal de lesiones leves”, los padres de Fernando depositaron sus esperanzas en que el fallo que expida la Sala 2 del Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires sea favorable.
“Quiero que se haga justicia por mi hijo y también por todas las víctimas que vinieron a acompañarme”, expresó Graciela al apuntar que no quiere que la muerte de su hijo “no quede en vano y que sirva para que el día de mañana marque un antes y un después”. Además, Silvino denunció: “Los asesinos de mi hijo tienen muchos privilegios en la cárcel, no debería ser así, tendría que ser como cualquier hijo de vecino”.
No obstante, hasta que los jueces Mario Kohan, Fernando Mancini Hebeca y María Florencia Budiño no tomen una decisión sobre el pedido formulado por la querella, la pena máxima solo les corresponderá a Máximo Thomsen (24), Ciro Pertossi (23), Enzo Comelli (23), Matías Benicelli (24) y Luciano Pertossi (22), ya que Blas Cinalli (22), Ayrton Viollaz (24) y Lucas Pertossi (24) fueron condenados a 15 años en prisión al ser considerados como “partícipes secundarios” por el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores.
Por otro lado, el padre de Fernando apuntó contra los rumores sobre que los condenados a cadena perpetua podrían ser beneficiados con una reducción de la pena, en caso de que fuese aceptada la solicitud para revisar las sentencias que presentó el abogado defensor Hugo Tomei tras haber señalado la presunta existencia de irregularidades en el proceso de investigación.
“Le llegaron rumores al doctor Burlando que a alguno le quieren bajar la condena porque son muy jóvenes para tantos años de cárcel, pero una vez que uno cumple 18 años, uno tiene que hacerse cargo de sus actos”, remarcó Silvino. Finalmente, Graciela manifestó que en la espera por la justicia “se generan muchas cosas, pero confío en que se hará justicia por Fernando”, debido a que indicó que había muchas pruebas a favor de la querella.