Incansable viajero, el ex juez estadounidense David Gernant falleció el 7 de enero a los 80 años en el Hospital Fernández a causa de la malaria. Con Ushuaia como su última parada, antes del fatal desenlace, el nosocomio porteño recibió a este turista que se encontraba recorriendo el mundo después de pasar por lugares tan diversos como Turquía, Etiopía e India.
El Ministerio de Salud porteño informó a Infobae que Gernant había decidido regresar a la ciudad desde la capital fueguina el 7 de enero, debido a que “durante su estadía en el sur del país comenzó a presentar fiebre muy alta”.
Una vez en Buenos Aires, fue rápidamente atendido en el Hospital Fernández, donde los médicos decidieron su inmediata internación. Sin embargo, lamentablemente, ya no había mucho por hacer para salvarlo.
El parte médico reveló que “el paciente llegó en un grave estado de salud, con fiebre alta, fuerte anemia y un cuadro de hipoglucemia. Fue intubado y falleció al cabo de una hora”. La rápida progresión de los síntomas y la gravedad del cuadro clínico dejaron al equipo médico con pocas opciones para revertir la situación.
Ante la sorpresa y consternación por el repentino fallecimiento, se ordenó un estudio en profundidad en el Instituto Malbrán. Los resultados del análisis determinaron que la causa de la muerte fue la malaria, una enfermedad transmitida por mosquitos que, aunque prevenible y tratable, puede resultar letal si no se diagnostica y trata a tiempo.
A pesar de su avanzada edad, Gernant llevaba una vida activa y llena de experiencias. Su amor por los viajes lo llevó a explorar rincones remotos del mundo luego de jubilarse como juez, pero lamentablemente esta travesía terminó de manera trágica en la ciudad que eligió como su último destino.
Las autoridades sanitarias iniciaron una investigación para determinar las circunstancias exactas que llevaron a la infección de malaria y si existen medidas adicionales de prevención que deban implementarse. Esta noticia resalta la importancia de la conciencia sobre las enfermedades tropicales al viajar a áreas de riesgo, incluso para aquellos que puedan considerarse turistas experimentados.
La trayectoria académica y laboral de David Gernant
David Gernant nació en Kalamazoo, Michigan, el 4 de noviembre de 1943, hijo de Leonard y Frances Gernant. En un ensayo que escribió en 1994 para OutHistory, en el que relató parte de su vida, él aseguró que nació como un “bebé de guerra”. “Mi llegada dio derecho a mamá y papá a recibir inmediatamente raciones adicionales de azúcar y mantequilla. Creo que empezó a dármelos directamente, porque desde que tengo uso de razón los he considerado dos de los principales grupos de alimentos; los otros, ahora lo sé, son la harina y el chocolate”, recordó el ex magistrado.
Luego de graduarse en la Western Michigan University, Gernant asistió a la Facultad de Derecho de Harvard, en donde se recibió con honores. “La facultad de derecho a finales de los años 60 todavía era un ambiente casi exclusivamente masculino, y recientemente descubrí que había fiestas gay a mi alrededor. Nadie me preguntó si estaría interesado y no estoy seguro de qué habría dicho”, afirmó en el ensayo.
Según él, sin apoyo mediático o social para los homosexuales, sublimó “ese término psiquiátrico útil para esta situación”. A los 29 años, y sin reconocerse gay, David se casó “con una mujer inteligente y bien educada que tenía más libros iguales que yo en sus estanterías” y que era madre de dos niños 12 y 10 años. “Como muchos homosexuales sabía que quería ser una padre, pero no estaba tan seguro de lo que significaba ser marido. Estuve genial en el primero, como atestiguarán mis hijos y nietos, pero fracasé espectacularmente en el segundo”, recordó.
Por entonces, Gernant aseguraba sentirse “afortunado”. “Me gusta ir a trabajar todos los días. Mis dos hijos están felices en su trabajo y con sus familias. Me aman y sus hijos están creciendo con al menos un abuelo increíblemente cariñoso”, enfatizaba.
A los 32 años, el por entonces abogado, conoció por primera vez a alguien que ”me dijo que era gay”. “En realidad ya era un amigo cercano. Y, de hecho, acababa de salir públicamente del armario en la parroquia donde era vicerrector. Y de repente dijo: “¿Y tú?” Y dije: “¿Qué hay de mí?” Me ayudó durante el comienzo de mi salida del armario, un proceso que, como todos descubrimos, nunca termina“, reconoció.
Pronto involucró a su esposa en el proceso e hizo terapia de pareja. “Seguimos casados hasta que pareció que ya no tenía sentido y nuestros hijos estaban en la universidad”, rememoró acerca del cierre de una etapa de su vida.
En la década de 1980 decidió que su próximo objetivo era convertirse en juez de primera instancia. “Con la ayuda de la empatía y el apoyo de la gente de PFLAG (Padres, Familias y Amigos de Lesbianas y Gays) de Portland, llegué a un lugar de calma interior al respecto y declaré mi interés. Con la elección de Barbara Roberts para el cargo de gobernadora en 1990, el clima se volvió especialmente acogedor”, expresó en el ensayo.
Alrededor de 1992, Gernant se convirtió en el primer juez abiertamente gay en Oregón, se desempeñó en el Departamento 9 del Tribunal de Distrito de Portland y también fue un activista por los derechos de los homosexuales en aquella ciudad.
Y casi 30 años atrás, sostuvo: “no he tenido (todavía) suerte en el amor, pero con mi salud creo que me quedan otros 40 buenos años por delante, ¡así que todavía hay tiempo!”.
El último posteo en redes de David Gernant
Parte de la imponente cadena montañosa del Himalaya, en Nepal, fueron fotografiadas por Gernant el último 6 de noviembre: resultó la última imagen que registró en su Facebook personal, acompañados por algunos comentarios acerca de la belleza del lugar.
Es más, las fotos de estas moles de piedra que limitan con el Tibet, resultó ser también la última foto de portada de su cuenta, que la modificó el 20 de noviembre de 2023. “Todas son hermosas, no importa la altura”, posteó hace ocho semanas el ex juez como respuesta de un seguidor en las redes que había publicado: “¡Y pensé que las montañas que vi en Suiza eran altas!”
Anteriormente, el turista estadounidense había publicado una selfie, la última de su vida, con el paisaje asiático de fondo.