Hoy, 9 de enero, se cumplen 13 años desde que la periodista y abogada Ninawa Daher partió en un trágico accidente automovilístico a la edad de 31 años. Su legado, sin embargo, vive a través de la Fundación que lleva su nombre, una entidad comprometida con la solidaridad y la fe católica, cuya misión es continuar con la obra que Ninawa inició en vida.
En conmemoración a este aniversario, la Fundación Ninawa Daher anuncia sus proyectos solidarios para el año 2024, con foco en la inclusión, la accesibilidad y la difusión de valores como la solidaridad y el amor al prójimo.
Uno de los proyectos más destacados es la continuación de “Arte para Ciegos”, una iniciativa que, durante los últimos 12 años, logró contribuir al fortalecimiento institucional y a la conciencia social sobre las necesidades de las personas con ceguera y disminución visual. Este año, la organización planea ampliar la accesibilidad en ámbitos como el arte, el deporte, la educación, el turismo y los santuarios.
Especialmente, se busca aumentar el número de santuarios accesibles a nivel nacional, así como espacios turísticos inclusivos, incorporando también áreas de esparcimiento, espacios de salud y educativos. Cabe recordar que, hasta la fecha, la Fundación logró hacer accesibles tres santuarios, marcando un hito en la promoción de la inclusión en espacios de relevancia religiosa.
A su vez, se proyecta la construcción e inauguración de los segundos planos de espacios turísticos y museos, que requieren más de un plano háptico para facilitar la ubicación de personas con ceguera o disminución visual.
Muchas de estas acciones fueron llevadas a cabo en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires en forma conjunta por la Fundación Ninawa Daher y el equipo de educación del MAMBA (Museo de Arte Moderno de Buenos Aires), en el marco de la Noche de los Museos Inclusiva.
También, el compromiso de la entidad se extiende al ámbito deportivo, donde durante más de una década ha trabajado incansablemente para incluir a la niñez, promoviendo la prevención del consumo de drogas y alcohol como una vía efectiva para fomentar estilos de vida saludables.
En lo que respecta a la educación, y como parte del legado solidario y comprometido con la fe católica de Ninawa, se realizaron donaciones de bibliotecas completas a escuelas de bajos recursos, como la Bandera Argentina ex Banderita de la Villa 31. Asimismo, se ha impulsado la inclusión de personas con discapacidad visual mediante la provisión de audiolibros, señalética en braille, audioguías y libros completos en braille.
El domingo 14 de enero a las 20.30 horas y como cada año, se llevará a cabo una misa en memoria de Ninawa en la ciudad balnearia de Pinamar en la Capilla Santa Teresa de Jesús, entre las calles De la Calandria y Fragata La Victoria.
Un legado de orgullo
Alicia Daher, la madre de Ninawa, expresa con dolor que la ausencia de su hija “duele profundamente”, pero destaca con orgullo el legado que dejó. “Ha dejado tanto escrito por el bienestar, la independencia y la autonomía de las personas ciegas que no podríamos dejar de mirar a aquellas personas que no pueden ver”, expresa.
“Dentro de nuestras posibilidades nosotros vamos a continuar contribuyendo con aportes que generen igualdad de oportunidades para las personas que no ven o ven poco, ya no podemos dejar de mirar ni podemos ser indiferentes”, agregó.
Por último, Daher recordó el proceso de búsqueda de testimonios acerca de la posible fama de santidad de Ninawa, el cual se inició hace más de 6 años dentro de la iglesia por grupos de personas que creen en ello y que cada vez son más grandes.
Para resumir el legado y compromiso de la joven con los valores cristianos basados en la unidad y el amor al prójimo, recordamos dos expresiones suyas extraídas de “Cartas a Jesús”, escritas entre 2004 y 2010.
En estas cartas, Ninawa reflexiona sobre la muerte desde una perspectiva que contrasta con las emociones humanas: “¡Qué lejos estamos de lo que vos sentís Dios! ¡Te imagino con los brazos abiertos, esperándonos a la verdadera vida! Sonriendo y feliz porque pudimos verte, respetarte, amarte y seguirte en la vida en la tierra. La verdadera vida está allá, con vos, en el santo cielo, no apto para cualquiera y menos para el que no te ame y te siga con perfección. Entonces, al morir un familiar o un amigo, sólo debemos pedirte que lo perdones y lo recibas. Nuestro dolor debe estar en no poder llegar a vos”.