Cómo es por dentro La Maquinita, el barrio “fantasma” de Lanús que sigue esperando la urbanización

La Maquinita es uno de los barrios populares más chicos del conurbano en cuanto a su superficie territorial, abarcando no más de tres cuadras en la ciudad de Gerli, Lanús Este. En dos de ellas, viven alrededor de 400 familias. La tercera manzana se encuentra totalmente desocupada. En su lugar, hay restos de viviendas públicas que debieron ser terminadas hace casi diez años.

Hoy, esas viviendas siguen abandonadas en el tiempo y son ocupadas solamente por roedores. En lo que debían ser cuatro tiras de 22 departamentos de dos pisos, actualmente solo quedan los cimientos de algunas. Las puertas, ventanas y cañerías que fueron instaladas ya no están más, las paredes están cubiertas de grafitis, mientras que el piso está lleno de basura.

Los apodos que adquirieron las viviendas a lo largo del tiempo son varios: algunos le dicen “casas de papel”, otros optan por “Chernobyl”, y algunos simplemente lo denominaron “el barrio fantasma”. Los vecinos de La Maquinita les recuerdan de manera constante a los niños del barrio de no jugar en la zona abandonada, donde el pasto llega hasta las rodillas y en épocas de calor, está plagada de mosquitos.

Antes de la construcción de las viviendas, existía en la manzana una cancha de fútbol histórica por donde pasaron varias generaciones de jugadores barriales. En el 2015, durante el último año de gestión del intendente lanusense Darío Díaz Pérez, se anunció que la cancha histórica se convertiría en un barrio de 88 viviendas. La obra se desarrollaría en el predio comprendido por las calles Héctor Guidi, Blanco Encalada, General Madariaga y Avenida Raúl Alfonsín.

El proyecto se anunció bajo el marco del Programa Federación de Urbanización de Villas y Asentamientos Precarios e incluía además la construcción de veredas, iluminación de las calles, un sistema de desagüe cloacal y colocación de cañerías hidráulicas. La iniciativa de urbanización fue firmada por Díaz Pérez y Pedro Salaberry, representante de la Compañía Metropolitana Constructora S.A., mejor conocida como CIAMECO, que llevaría a cabo la obra. La intendencia y la empresa constructora acordaron que las viviendas deberían terminarse en un plazo de 20 meses y con un valor de $61 millones, financiado por el gobierno nacional.

El llamado a licitación pública

Para poder iniciar las obras de construcción de viviendas, había que llegar a un acuerdo con los habitantes. Los vecinos de La Maquinita se mostraron dispuestos a ceder el terreno donde se encontraba la cancha de fútbol, que era el único espacio recreacional del barrio y un lugar de encuentro que compartían las familias desde hace varias décadas. Decidieron sacrificar la cancha para poder urbanizar el barrio y distribuir la alta densidad de familias que crece cada vez más.

“Se fue hacinando, fue creciendo cada vez más, en el 2001 explotó el barrio y en las dos manzanas nosotros tenemos más de 350 familias”, contó David Fernández (33), referente barrial quien vivió toda su vida en La Maquinita y que participó activamente del proceso por el cual se gestó el proyecto de urbanización.

Aunque el barrio actualmente cuenta con servicios básicos como agua, luz y redes cloacales, la cantidad de familias que puede mantener por sus dimensiones ya fue superada hace años.

“La importancia de la urbanización es el hacinamiento, en una manzana hay muchas más casas de las que puede soportar y ahí tenés problemas de cloacas y problemas de basura porque los que viven dentro de pasillos la tienen que sacar a algún lado porque no va a entrar el basurero al pasillo a buscarlo”, agregó Fernández.

Fueron estas las razones principales que incentivaron a los vecinos a ceder el predio y permitir el inicio de las obras. En abril de 2015 el proyecto se comenzó a ejecutar y en noviembre de ese mismo año se detuvo para nunca más reactivarse. Los vecinos se quedaron sin la cancha y sin las viviendas y desde sus casas pueden ver los restos que la constructora dejó atrás.

Cuando Néstor Grindetti sucedió a Díaz Pérez como intendente de Lanús en diciembre de 2015, las obras de viviendas permanecieron frenadas durante sus cuatro años de gestión, provocando reiterados reclamos por parte de los vecinos del barrio.

“Se le hizo un juicio a la empresa, la empresa se fue, quedó todo a la deriva, tuvimos dos tomas que las pudimos hablar ahí con los vecinos y hacerlos entender que no servía la toma porque era perder la urbanización, que lo importante era urbanizar el barrio,” relató Fernández.

El Municipio terminó rescindiendo los convenios con las contratistas CIAMECO Construcciones S.A. y por lo tanto se disolvió un plazo previsible de finalización de las obras.

En 2021, el Ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat del gobierno de Alberto Fernández, Jorge Ferraresi, recorrió el barrio junto a David Fernández y advirtió que se terminarían las obras en La Maquinita como parte del Programa Reconstruir, financiado por dicho ministerio, pero su ejecución tampoco se concretó.

En diciembre de 2023, hubo una transición de gobierno en el partido de Lanús y asumió Julián Álvarez como nuevo intendente. Cuando Infobae se contactó con la Secretaría de Prensa del Municipio para conocer qué se haría con las obras paralizadas, comunicaron: “El panorama general del Municipio de Lanús en relación a las obras iniciadas desde 2015, y que a la fecha no se han completado, es que la mayoría fueron paralizadas en los meses previos al cambio de gestión, por lo cual se encuentra en revisión el avance físico según la certificación de obra presentada. Además, mantienen deudas considerables con las empresas ejecutoras, y lo más urgente es el nulo abordaje desde una perspectiva socio- territorial, en articulación con los vecinos y vecinas de los barrios”.

A raíz de esta respuesta, Infobae consultó nuevamente cuáles serían los próximos pasos a seguir durante este nuevo mandato y por el momento no recibió más respuestas.

La construcción de viviendas en La Maquinita es una deuda social y una obligación judicial que el Estado le debe al barrio desde hace más de 15 años.

En el año 2004 un grupo de vecinos de Villa Inflamable, un asentamiento de Dock Sud ubicado en el partido de Avellaneda, presentó una demanda contra el Estado Nacional, la Provincia de Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 44 empresas reclamando daños y perjuicios sufridos como consecuencia de la contaminación de la Cuenca Matanza-Riachuelo y pidiendo la recomposición del ambiente y una serie de medidas cautelares para prevenir el agravamiento de los daños existentes. Hoy el caso judicial se conoce generalmente como la Causa Mendoza, dado que uno de los vecinos que presentó la demanda llevaba el apellido Mendoza.

La Cuenca Matanza-Riachuelo tiene una extensión de 64 kilómetros y atraviesa 14 municipios de la Provincia de Buenos Aires: Almirante Brown, Avellaneda, Cañuelas, Esteban Echeverría, Ezeiza, Gral. Las Heras, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Marcos Paz, Merlo, Morón, Pte. Perón, y San Vicente. En su momento se estimó que la permanente contaminación de la cuenca afectaba a cinco millones y medio de habitantes, entre los cuales casi cuatro de cada diez no contaban con agua potable y más de la mitad no poseía cloacas. Entre los barrios afectados por la contaminación, se encuentra La Maquinita.

En 2006 y luego en 2008, la Corte Suprema de Justicia de la Nación reconoció en un fallo histórico tanto el reclamo de las familias afectadas como la necesidad de reparar y prevenir el daño medioambiental y ordenó a la Nación, la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires el saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo. A partir del fallo, se creó la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), un organismo interjurisdiccional con facultades legales e institucionales para impulsar el cumplimiento de las demandas por parte de la Corte Suprema.

Fue así que se firmó también el Convenio Marco “Plan de Urbanización de Villas y Asentamientos Precarios en Riesgo Ambiental de la Cuenca Matanza Riachuelo” en el 2010 donde todas las partes involucradas en la Causa Mendoza acordaron definir el plan general de urbanización de las zonas directamente afectadas. Como parte del convenio, el Municipio de Lanús se comprometió a construir 88 viviendas en La Maquinita, que Díaz Pérez recién inició cinco años después y que hoy quedaron abandonadas.

Desde la Defensoría General de la Nación, se creó el Equipo de Trabajo Río Matanza Riachuelo para garantizar un acceso integral a la justicia de las personas que deben relocalizarse o que su barrio se encuentra en proceso de urbanización en el marco de la Causa Mendoza. El Equipo Riachuelo aborda 29 barrios de siete partidos bonaerenses donde se encuentran 6.573 familias vulneradas por las implicancias de la contaminación del Río Riachuelo. Entre ellas, se encuentra La Maquinita, donde fueron identificadas 120 familias que viven en condiciones de alto riesgo ambiental.

A fines del 2012 se sancionó la Ley 14.449, mejor conocida como la Ley de Acceso Justo al Hábitat. El foco principal de la ley es la promoción del derecho a la vivienda y a un hábitat digno y sustentable. Sus objetivos son la producción de suelo urbano, la integración socio-urbana de villas y asentamientos, el mejoramiento de la infraestructura y servicios básicos domiciliarios, entre otros.

En febrero de 2020 el Instituto de Justicia y Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Lanús publicó un informe titulado “Acceso a la justicia, hábitat digno y derecho a la salud en Lanús y Lomas de Zamora”. Parte de la investigación buscó analizar la implementación de la Ley 14.449 en estos dos municipios y medir el grado de conocimiento de ella entre los funcionarios municipales.

Los investigadores constataron “el desconocimiento y la consecuente falta de aplicación de la Ley № 14.449 por parte de los/as funcionarios/as municipales de las áreas dedicadas a las políticas de vivienda y hábitat en Lanús”. Agregaron que en dicho partido, “los/as funcionarios/as municipales expresaron que la falta o escasa implementación de la Ley obedecía al desconocimiento de la normativa, su utilidad y potencial concreto, y señalaron la necesidad de una política provincial activa de capacitación dirigida a funcionarios/as y cuadros técnicos municipales encargados de implementarla.”

Junto al Equipo Riachuelo y la Defensoría General de la Nación, las familias de La Maquinita presentaron varios reclamos para terminar con la construcción y la entrega de las viviendas que fueron parte del Convenio Marco del 2010.

En un informe de abordaje territorial publicado por la Defensoría en agosto de 2016, los referentes afirmaron que “en reiteradas oportunidades han ocurrido robos de tanques de agua que estaban instalados en las viviendas, así como también de otros materiales de construcción”.

El informe también menciona la falta de comunicación entre el Municipio y los vecinos del barrio y establece que “resulta necesario que las autoridades municipales realicen mesas de trabajo o asambleas informativas respecto de la situación de la obra y la perspectiva de resolución del conflicto con la empresa contratista”.

Hoy los vecinos están a la espera de actualizaciones acerca de las viviendas por parte del nuevo gobierno de Julián Álvarez.

“Ahora estamos esperando cómo va a hacer el nuevo intendente, porque también hubo un cambio de gobierno a nivel nacional”, concluyó Fernández. “La idea es sacar el corazón de la villa y ponerlo en las viviendas, y en la villa hacer una apertura de calle con los pasajes, para que no haya tanto hacinamiento”.

Crédito de las fotos: @dezpinosa