Gypsy Blanchard con Infobae luego de salir de prisión por matar a su madre: “La extraño, después de todo era mi mamá”

El 17 de enero se emitirán los dos primeros capitulos de “Confesiones de prisión: Gypsy Rose Blanchard” por el canal Lifetime. Antes del estreno, la confesa instigadora del asesinato de Dee Dee Blanchard habla sobre su arrepentimiento, cuándo se dio cuenta que su madre abusaba de ella porque sufría el Sindrome de Munchausen, por qué no huyó en vez de matarla y si quiere ser madre con su flamante esposo. Además, las escenas más escalofriantes de la docuserie

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Trailer de "Confesiones de prisión: Gypsy Rose Blanchard"

“Lo primero que me dijo (Nick) al llegar a mi casa fue ‘la perra está muerta’. Y luego, ‘metete en el baño ahora’. Me arrodillé en el suelo y me tapé los oídos, pero la oí despertarse. Escuché gritos y golpes. Se detuvo por un momento y destapé mis oídos. La escuché llamándome: ‘Gypsy, ayudame’ (llora). Hasta el día de hoy, no puedo sacármelo de mi cabeza. Quería ayudarla, pero no lo hice. Me quedé ahí sin hacer nada… Y luego la escuché gritar de nuevo. Después hubo un alarido, y se acabó. Silencio. No oí nada… Haría cualquier cosa por volver a ese momento en el tiempo”.

El relato del asesinato de Claudine “Dee Dee” Blanchard en boca de su propia hija -instigadora del hecho y confesa asesina- es escalofriante. Y el párrafo citado son apenas segundos de una narración que, sin dudas, pondrá los pelos de punta de aquellos que se sienten frente a la pantalla para verlo. Ella reconoce, sobre esa noche: “Recuerdo todo con claridad”. Es el momento cumbre del cuarto episodio de “Confesiones de prisión: Gypsy Rose Blanchard”, una docuserie que será emitida en toda Latinoamérica a partir del próximo miércoles 17 de enero por Lifetime (a las 00.40 de la Argentina), a razón de dos episodios por vez durante tres semanas en todos los operadores de cable (Canal 400 de Flow, 228 de Directv y 426 de Telecentro). La producción estuvo a cargo de Category 6 Media, parte del grupo A+E Factual Studios y como productora ejecutiva se desempeñó Melissa Moore, nominada al Emmy por “Un monstruo en mi familia”. Desde 2017, ellos reúnen conversaciones con Gypsy en la penitenciaría de Chillicothe, sus médicos y sus familiares más cercanos. Y las volcaron en seis horas apasionantes, que llegan hasta el momento de la audiencia donde la joven, hoy de 32 años, recibió el beneficio de la libertad condicional después de cumplir el 85% de la condena tras las rejas.

Gypsy Rose Blanchard y su madre, Dee Dee
Gypsy Rose Blanchard y su madre, Dee Dee

La hija, la asesina

La historia es conocida y sumó cientos de titulares desde el 14 de junio de 2015, cuando Dee Dee fue encontrada muerta de 17 cuchilladas sobre la cama de su casa de Springfield en el estado de Missouri, Estados Unidos. Dee Dee sufría Sindrome de Munchausen por proximidad, un trastorno psicológico por el que los padres buscan generar simpatía a través de las enfermedades que exageran o inventan en sus hijos. El mal tuvo dos víctimas: la propia Dee Dee -que terminó asesinada- y su hija, Gypsy Rose, que padeció los abusos de su madre, que la convenció de fingir enfermedades como leucemia y distrofia muscular entre otras (epilepsia, problemas de audición y visión, asma y daños en su sistema digestivo), que la confinó en una silla de ruedas, y a través de ello consiguió donaciones, una casa y viajes. No sólo eso: la niña, desde pequeña, fue apartada de la escuela y cualquier chance de tener amigos y relacionarse con su familia (ni siquiera a través de Internet), fue alimentada en ocasiones a través de una sonda y hasta se le extirparon sus glándulas salivales con diversas excusas: a causa de ello perdió gran parte de su dentadura. Por último, Dee Dee hasta mintió con la edad de Gypsy: siempre le dijo que era mucho más joven.

Según fue documentado durante el juicio por el crimen de su madre, Gypsy, que nació el 27 de julio de 1991, fue llevada a más de cien consultas médicas entre 2004 y 2014. Y cada vez que los médicos le decían que su hija no tenía nada, Dee Dee enfurecía y acudía a otro profesional. Algunos de ellos brindan su testimonio en el documental. Pero ninguno hizo lo suficiente, en su momento, para detener a la mujer. El único que lo hizo, en forma brutal y desmedida fue Nicholas Godejohn, el novio de Gypsy.

A medida que la joven crecía, comenzó a rebelarse tímidamente ante el abuso de su madre. A través de Internet conoció a un hombre mayor, pero Dee Dee lo descubrió y le destrozó la computadora. También intentó huir, pero su madre la encontró, la regresó a su casa, la golpeó y encadenó a una cama. Como castigo, esa vez, la dejó sin alimentarse durante un tiempo. Pero cuando recuperó una computadora, Gypsy creó un usuario para una red social cristiana y allí conoció a Nick. Con él, tuvo su primera relación sexual. Y una liberación sangrienta del yugo materno.

Gypsy era obligada por su madre a permanecer en silla de ruedas y simular enfermedades como leucemia
Gypsy era obligada por su madre a permanecer en silla de ruedas y simular enfermedades como leucemia

Nick, dos años mayor que Gypsy, representó para ella la tabla de salvación que necesitaba su vida. Pero el muchacho, que tenía antecedentes, también estaba enfermo: padecía un desorden de identidad disociativo, que se manifiesta con personalidades múltiples. En 2015 se vieron por primera vez cuando Gypsy fue con su madre al cine a ver Cenicienta. Se encontraron en un baño y tuvieron sexo. La relación, de tinte sadomasoquista, se profundizó. Y un día, mientras chateaban, Gypsy le planteó matar a su madre, algo que una de las personalidades de Nick, llamada Víctor, se encargaría de hacer.

Lo relata Gypsy en la docuserie: “Fue idea mía. Tuvimos una conversación, Nick me estaba contando cómo me protegería de cualquiera y yo le pregunté, ‘¿cualquiera?’, y él dijo que sí. Y yo dije ‘¿incluso de mi madre’?. Y dijo que sí. Empezó a hablar de fantasías de asesinato, violación y crimen. Y todas estas son cosas que yo no sabía que existían en él al principio. Y fue entonces cuando me dijo que su personalidad alternativa era Víctor, un vampiro de 500 años. Me habló de cómo a Víctor le encantaba matar. Y que mataría a mi madre por mí… Yo creí que era capaz de eso. O al menos esa personalidad alternativa…”

Para lograrlo, cuenta, Gypsy robó un cuchillo de Walmart y dinero a su madre, y se lo envió a Nick para costear su viaje y estancia en un hotel de Springfield.

En “Confesiones de prisión”, Gypsy devela por primera vez los momentos previos al crimen. Su voz, aguda, rara vez se quiebra en la narración: “La muerte de mi madre fue la muerte de una figura materna. Sin embargo, no era la madre que yo quería. Cualquiera puede ver la desesperación que yo tenía. Y por eso tomé la decisión de cometer el asesinato. Nick realmente quería hacer sufrir a mi madre lo más posible de una manera muy violenta y demente. Así que una de las fantasías que me expresó fue que quería asesinarla. Y luego quería tirarla en una granja abandonada porque había cerdos allí. Y aparentemente los cerdos comen de todo. Pero antes, quería violarla conmigo a su lado mientras esto sucedía. Eso me asustó un poco. Entonces me dijo que Víctor tenía ciertos rituales que quería que se hicieran. Y era que si teníamos una hija, cuando cumpliera 13 años, él le quitaría la virginidad. Después de esa conversación, lo dejé. Unos días después, él me envió un mensaje de texto y un mensaje en Facebook diciendo que no lo decía en serio. Y eso es sólo Victor”.

Gypsy y Nick Godejohn poco después de ser arrestados por el asesinato de Dee Dee
Gypsy y Nick Godejohn poco después de ser arrestados por el asesinato de Dee Dee

Gypsy lo aceptó de nuevo: “Realmente pensé que Nick me amaba y que él era mi salida”, dice. El día del asesinato fue elegido al azar, señala la joven en el documental. Pero quería que fuera lo antes posible. Y revela algo más: con el dinero, le envió a Nick un video de su casa, para que supiera dónde dormía Dee Dee, ya que el crimen sería por la noche. Y simuló, sobre la cama, los movimientos del cuchillo clavándose en su madre.

Antes del asesinato de su madre, Gypsy y ella miraron una película juntas en el sofá del living. Faltaban pocas horas para la muerte de Dee Dee, y su hija la abrazó.

Cuando todo terminó, Nick fue hasta el baño con su mano chorreando sangre. “Me ordenó desnudarme… porque no lo dejé violar a mi madre”, cuenta. Luego quiso tener sexo sobre la cama de Gypsy, pero según la joven, no lo logró.

Ambos jóvenes fueron arrestados poco después en la casa de Nick. En 2016, luego de confesar su participación en el crimen, Gypsy fue condenada a 10 años de prisión por asesinato en segundo grado. Nick, en un juicio separado, se llevó la peor parte: fue sentenciado a cadena perpetua, que todavía cumple.

Gypsy Rose Blanchard con sus abogados Mike Stanfield y Clate Baker el 5 de julio de 2016 en la corte de Springfield, Missouri. Allí, Gypsy confesó que el asesinato de su madre fue idea suya (Andrew Jansen/The Springfield News-Leader via AP, File)
Gypsy Rose Blanchard con sus abogados Mike Stanfield y Clate Baker el 5 de julio de 2016 en la corte de Springfield, Missouri. Allí, Gypsy confesó que el asesinato de su madre fue idea suya (Andrew Jansen/The Springfield News-Leader via AP, File)

El 28 de diciembre de 2023, Gypsy salió de la penitenciaría de Chillicothe con libertad condicional. Hoy tiene 32 años, está sana físicamente -como lo estuvo siempre- y aún busca curar el trauma que sufrió desde su niñez. La comunicación vía Zoom la trae desde Nueva York. Serán diez minutos de preguntas y respuestas con Infobae. Su publicista norteamericana, Shaunna Murphy, señaló en medio de la charla que no admitirían preguntas sobre el momento del crimen, a pesar que no lo advirtieron antes de comenzar la entrevista. Ok, adelante.

Gypsy parece cansada. Debe haber brindado varias notas a lo largo del día. Su esposo, Ryan Scott Anderson, con quien se casó en prisión en el año 2022, la aguarda en un hotel. Cuando la arrestaron, era una chica asustada que tenía el pelo corto, los dientes separados, anteojos de lentes muy gruesos. Y 24 años. Ahora, luce su escote, su pelo es largo y lacio, lleva una cadenita, una pulsera y aros, y está maquillada. También se convirtió en una estrella de TikTok (donde tiene más de 12.1 millones de seguidores) y de Instagram (donde sus followers suman 6.6 millonesTodo un cambio. De arranque cuenta que vive “en el sur de Louisiana”, sin más detalles.

Infobae con Gypsy Rose Blanchard

-¿Qué fue lo primero que hiciste al salir de la cárcel?

-Fui liberada muy temprano, como a las 3:30 de la mañana. Así que lo primero que hice fue conseguir un buen sueño en una cama de verdad. Pero al día siguiente, pude reunirme con mi familia y darles un abrazo enorme. Me sentí muy bienvenida por ellos.

Gypsy se refiere a su padre, Rod (quien había sido alejado de su vida antes de su nacimiento), su media hermana Mia, y sobre todo a su madrastra, Kristy, a quien adora y la acompañó cuando declaró ante la corte que le otorgó la libertad condicional.

-¿Es cierto que en prisión te sentías más libre que en toda la vida con tu madre?

-Sí. Allí pude hacer cosas que no podía hacer viviendo con mi madre. Cosas simples, como poder hacer amigos y socializar, relacionarme con personas de mi edad, realmente desarrollar un sentido de independencia. Y es por eso que me sentí más libre en prisión que viviendo con mi madre.

-Volvamos un momento al pasado. ¿Fuiste autora de todo el plan para matar a Dee Dee?

-Sí. Y, en cierto modo, tuve mi parte en el crimen.

-¿Por qué no elegiste huir de tu casa?

-Eso es algo de lo que hablo en mi serie documental. Tenía miedo de que, si me escapaba, si se lo decía a alguien, toda la situación iba a empeorar. En muchas situaciones, si intentas escapar, puede ser malo. El abusador podría encontrarte. Y eso me pasó una vez. Pero no hay una respuesta específica para esa pregunta. Es una combinación de miedo y desamparo.

-¿Tenés alguna relación con Nick en la actualidad?

-No, no tengo ninguna comunicación con él. (Murphy interrumpe: no quiere que se hable de Nicholas Godejohn)

El afiche de la docuserie de Lifetime
El afiche de la docuserie de Lifetime

-¿Cuándo te diste cuenta de que tu madre te manipulaba?

-Creo que no fue hasta que fui arrestada y tuve mi primera visita con el abogado. Él me habló sobre lo que es el síndrome de Munchausen por proximidad y cómo es un abuso. Así que no me di cuenta completamente hasta después de que ya había cometido el crimen y fui arrestada.

En la docuserie deslizan que Dee Dee habría intentado envenenar a su propia madrastra, algo que no logró, pero que significó el alejamiento de su casa paterna junto con su hija Gypsy. Por eso se imponía la pregunta:

-¿Crees que ella habría intentado matarte si revelabas al mundo lo que te estaba sucediendo con ella?

-Supongo que existía esa posibilidad. Ella estaba muy, muy metida en su manipulación y no solo conmigo, sino con otros. Fue, simplemente, una red de mentiras que creó para sí misma. Creo que si yo hubiera revelado las cosas que estaba haciendo, es probable que a ella la habrían enviado a prisión. Pero en cuanto a si me hubiera matado, no creo que llegara tan lejos. Pero no lo sé, porque, cómo sabés, todo resultó de otra manera.

Gypsy al teléfono de la penitenciaría de Chillicothe
Gypsy al teléfono de la penitenciaría de Chillicothe

-¿Recordás algún momento feliz con ella?

-Claro, claro. Tuve muchos momentos felices con mi mamá. Fue una relación complicada, cómo decirlo, una relación de amor y odio entre ella y yo. Había buenos momentos y malos momentos.

-¿La extrañás?

-Por supuesto. Después de todo, ella era mi mamá. Y pienso en ella de vez en cuando. Vivimos juntas durante 24 años. Es mucho tiempo para vivir en un espacio de confinamiento con solo otra persona. Así que ella era mi vida entera. Y sí, claro que la extraño.

Gypsy Rose Blanchard durante la docuserie de Lifetime
Gypsy Rose Blanchard durante la docuserie de Lifetime

-¿Te arrepentís de la decisión de matarla?

(Murphy interrumpe nuevamente, no quiere esa pregunta. Sin embargo, Gypsy alcanza a responder con una breve frase) -Por supuesto. Absolutamente, absolutamente.

En 2022, Gypsy dio un paso fundamental en su vida. Se casó con Ryan Scott Anderson, a quien conoció mientras estaba presa. Luego de obtener su libertad, conviven. Pero no a todo el mundo le cae bien la pareja. Muchos haters les escriben en sus redes sociales. Y para ellos, Gypsy tuvo una respuesta muy hot: “Ryan, no escuches a los ´haters´, yo te amo y vos me amas, no le debemos nada a nadie, nuestra familia es la que importa. Si tenés ‘likes’ y buenos comentarios, mejor, pero si te llega odio, venga de quien venga, entonces da igual, porque ellos no me importan Además, están celosos porque me matás cada noche. Sí... ya lo dije, la D (Nota: una forma en inglés de mencionar al “dick”, el pene) es fuego. Esposa feliz, vida feliz”.

La foto en Instagram de Gypsy junto a Scott, su esposo, y el comentario caliente hacia "los haters"
La foto en Instagram de Gypsy junto a Scott, su esposo, y el comentario caliente hacia "los haters"

-¿Cómo te enamoraste de Ryan?

-Me escribió una carta mientras estaba en prisión y nos hicimos muy cercanos. Y después de un tiempo, comenzamos a salir y, finalmente, nos casamos.

-¿Por qué te casaste mientras estabas en prisión? ¿Por qué no esperar a estar en libertad?

-Fue algo que ambos sentimos en nuestros corazones. Ambos queríamos casarnos. Nos amamos. Y eso también nos dio la oportunidad de que yo viviera con él. Porque mientras un recluso está en libertad condicional, su situación de vida es un tanto complicada. Y ese fue otro de los beneficios de hacerlo ahora en lugar de hacerlo después.

Avisan que es la última pregunta.

-¿Querés ser madre?

-¡Sí, sí! Ryan y yo hemos hablado sobre empezar una familia. No sabemos cuándo, pero hablamos de ello.

-¿Y qué querés hacer en el futuro con tu vida?

-Intento trabajar en la difusión de un mensaje, una forma que la gente tome conciencia sobre lo que es el síndrome de Munchausen por proximidad, para, con un poco de suerte, ayudar a mucha gente.

-¿Sos feliz ahora, Gypsy?

-Sí.

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