“La hija de Juruna”: la historia del nuevo yaguareté silvestre descubierto en el Parque Nacional Iberá

Se trata de una cachorra nacida en mayo de 2022 cuya presencia los científicos intuían pero nunca habían confirmado. En los últimos tres años, la población de este felino, en serios peligros de extinción, en Corrientes pasó de cero a 21 y ya representa casi el 10% de la población de total de yaguaretés en Argentina

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Nuevo Yaguareté Parque Nacional Iberá

Hace apenas dos años la presencia del mítico yaguareté en uno de sus hábitats naturales, los esteros correntinos, era un recuerdo de otro siglo. Durante los últimos 70 años, el felino desapareció de esta zona del norte argentino, víctima de la caza “deportiva” y la extensión de las fronteras agropecuarias. Sin embargo, las cosas cambiaron en el último tiempo. Apenas unas horas después de iniciado el año 2024, los científicos que trabajan para la reinserción de la especie dentro del Parque Nacional Iberá encontraron un nuevo ejemplar silvestre mientras repasaban las capturas tomadas por las cámaras trampa ubicadas en el territorio.

El equipo de científicos que monitorea la zona esperaba encontrar a esta hembra. Sabían que había nacido hace alrededor de un año porque habían visto que su madre, Juruna, huérfana traída desde Brasil y reinsertada por la Fundación Rewilding Argentina, estaba embarazada. “Hace poco pudimos ver a uno de sus cachorros pero faltaba este. Ahora sabemos que está vivo. Y parece que es una hembra”, celebró Sebastián Di Martino, biólogo y director del área de Conservación de Rewilding. La imagen dura apenas un segundo. La cachorra cruza delante de la cámara trampa, ubicada bajo un monte. Como las manchas de los yaguaretés son únicas para cada animal, del mismo modo que lo son las huellas dactilares para los humanos, los especialistas pudieron detectar que no era ninguno de los habitantes conocidos de la zona.

El animal se suma a otros 20 detectados entre los yaguaretés que nacieron en cautiverio y fueron reintroducidos y los hijos de estos nacidos en libertad. Las estimaciones indican que en Argentina habría entre 200 y 250 yaguaretés, por lo que la población del Parque Nacional Iberá ya representa el 10% aproximadamente del total y Corrientes es ahora la provincia de la región chaqueña argentina con mayor cantidad registrada del felino más grande del continente.

Los yaguaretés nacidos en cautiverio
Los yaguaretés nacidos en cautiverio son luego reinsertados en el hábitat natural donde desarrollan su vida, se aparean y tienen nuevas crías

La hembra nueva es hija de Juruna, una yaguareté nacida en Brasil que quedó huérfana y fue traída a los esteros para, una vez estabilizada, intentar su reinserción en el hábitat natural. En 2021 finalmente los científicos de Rewilding le abrieron la jaula. Salió junto a dos cachorras hembras. Las tres lo hicieron, con collares que emiten una señal que permite su seguimiento y, a través de este, y las cámaras trampa, entender su comportamiento.

El yaguareté es un animal que puede caminar decenas de kilómetros en un solo día. Si se observa que se quedan mucho tiempo en un mismo lugar es porque parió. Si anda alrededor de un espacio muy pequeño es porque está comiendo alguna presa allí, lo que pasados unos días les permite ir a los investigadores y detectar cuál fue su bocado.

Más tarde, los observadores detectaron que Juruna estaba nuevamente embarazada. Pero si bien se dieron cuenta que había parido por su geolocalización, nunca pudieron verla con los cachorros. Cada vez que se iban a la zona donde creían que estaba, ella estaba presente y era imposible aproximarse a los animales.

El yaguareté es el felino
El yaguareté es el felino más grande del continente americano y el depredador tope de todo el ecosistema

“Y después se empezó a mover con los cachorros”, explica Di Martino y agrega: “Hace un tiempo logramos ver un yaguareté del tamaño que tendrían esos cachorros pero nos faltaba un segundo y creemos que este es el que nos faltaba”.

Como el 90% de las veces los yaguaretés dan a luz dos cachorros, intuyeron que había dos nuevos integrantes en el Iberá. Esto fue en mayo del 2022, por lo que se cree que el ejemplar recientemente visto tiene un año y siete meses.

Los nacidos en libertad no tienen los collares y no se les pueden colocar hasta que alcancen el tamaño adulto y puedan eventualmente ser capturados. Por ese motivo, las cámaras trampa adquieren una relevancia trascendental a la hora de identificar y seguir a estos individuos.

Uno de los yaguaretés criados
Uno de los yaguaretés criados en cautiverio en el Parque Nacional Iberá con el fin de generar crías que luego son liberadas

“Los resultados obtenidos en Iberá hasta el momento son muy auspiciosos. Es el primer proyecto a nivel mundial que intenta restablecer al yaguareté en una región donde se había extinguido, y es observado como ejemplo a ser replicado en la Mata Atlántica de Brasil y en el sur de los Estados Unidos. El éxito del proyecto incluso llevó a la fundación Rewilding Argentina, junto a Parques Nacionales, a trabajar para replicar el proceso en el Parque Nacional El Impenetrable”, explicaron desde la fundación.

No obstante, el cambio de gobierno tiene los trabajos en pausa. Como no hay autoridades designadas aún en la Administración de Parques Nacionales, no pueden ser reinsertadas dos hembras en el Impenetrable (donde se sabe que al menos dos machos silvestren caminan por el territorio), una nacida en cautiverio y la otra traída, huérfana, de Paraguay.

“A pesar de lo ambiciosos o titánicos que parezcan cuando comienzan, estos proyectos son necesarios para que las especies regresen a los lugares en donde desaparecieron por causas humanas y vuelvan a cumplir sus roles ecológicos, en este caso el de depredador tope. La presencia del yaguareté es esencial para mantener la salud del ecosistema ya que regula las poblaciones de las otras especies presentes en los esteros del Iberá, incluyendo especies vegetales”, detallaron desde Rewilding.

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