Un joven montañista estadounidense murió mientras participaba de una expedición al Cerro Aconcagua

Raúl Alexander Tartera, de 30 años, falleció tras sufrir una descompensación en el descenso. Los esfuerzos para salvarlo a 6700 metros resultaron insuficientes en medio del aislamiento extremo de la montaña

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Ubicado en la provincia de
Ubicado en la provincia de Mendoza, el cerro Aconcagua (6.962 metros), pertenece al parque provincial del mismo nombre (EFE/CEZARO DE LUCA/Archivo)

El Cerro Aconcagua, en la provincia de Mendoza fue escenario de una fatalidad ocurrida a 6700 metros de altura: un montañista estadounidense falleció ayer por la noche mientras participaba de una expedición.

La víctima fue identificada como Raúl Alexander Tartera, de 30 años, quien se encontraba descendiendo de la cumbre, cerca del paraje conocido como La Cueva, cuando sufrió una descompensación.

A pesar de las maniobras de reanimación realizadas por el guía Pedro Lizabe y el apoyo del equipo médico de Plaza de Mulas, el estado de salud de Tartera se complicó rápidamente y falleció en el lugar.

El uso de oxígeno y medicación no fue suficiente para estabilizar al andinista, quien finalmente colapsó sin responder a los masajes cardíacos que le practicaron.

Cuando el guía se contactó con el personal de la  Unidad Patrulla de Rescate y Auxilio en Montaña (UPRAM), ellos inmediatamente partieron desde el Nido de Cóndores, ubicado a 5.400 metro de altura, para intentar bajarlo.

Sin embargo, cuando el reloj marcó las 21:58 el guía Lizabe informó que el estadounidense ya no tenía signos vitales. La doctora Roxana Ponce le indicó que pusiera en práctica las maniobras de RCP pero fue en vano. A las 22:10, el guía informó que el andinista no estaba respondiendo a ningún estímulo.

Finalmente, los rescatistas arribaron al lugar a las 23:26 y constataron que Tartera estaba muerto. No presentaba signos vitales, estaba sin respiración, sus pupilas estaban dilatadas y su piel estaba blanquecina.

Lo ocurrido con el turista estadounidense cerró un fin de año de luto en el Cerro Aconcagua ya que el grupo de montañistas que lo acompañaba había elegido despedir el año haciendo cumbre en el llamado “Techo de América”.

Este incidente resalta los riesgos extremos a los que se exponen los aventureros en busca de conquistar las cumbres más desafiantes del mundo, así como la importancia de realizar chequeos médicos periódicos y tener respeto por las condiciones naturales de estos entornos naturales.

Las actuaciones de lo ocurrido quedaron a cargo de la Oficina Fiscal de Uspallata.

Antecedente de otro extranjero muerto en el Aconcagua

No es la primera vez en el año que un extranjero pierde su vida en el cerro Aconcagua. En el mes de febrero, un andinista noruego de 62 años también falleció producto de una una descompensación cuando intentaba llegar a la cumbre.

El trágico hecho tuvo lugar el sábado 4 y el cuerpo Moi Oystein fue rescatado por personal de la Patrulla de Rescate. El hombre se descompuso cuando estaba por llegar a los 6.500 metros sobre el nivel del mar, también en el sector de La Cueva.

De las primeras pericias surgió que Oystein realizaba el camino hacia la cumbre junto al grupo en que se encontraba cuando comenzó a sentirse mal y se descompensó ante la sorpresa de los presentes. En este contexto, el guía que acompañaba al grupo lo asistió y comenzó con la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) con el objetivo de compensarlo. Pero a pesar del esfuerzo, el hombre murió en el lugar.

Un llamado a la línea de emergencia alertó a las autoridades y al personal de guardaparques para organizar el rescate del cuerpo que se encontraba a 6.500 metros de altura.

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