Desde hace un año, cinco hermanos cordobeses esperan que llegue el día en que los adopten. Tienen entre 7 y 13 años, y actualmente viven en el Hogar Remar, en la ciudad de Córdoba. Lo único que repiten como pedido es “que los quieran”, y aunque los meses siguen pasando, sueñan con que el 2023 culmine con la noticia que tanto anhelan. En junio se lanzó una convocatoria pública a nivel provincial, pero ahora es de carácter nacional, por lo que cualquier familia -monoparentales, matrimoniales o convivenciales- que sienta el deseo de ahijar, se puede inscribir, sin importar cuál sea su lugar de residencia dentro de la Argentina. “Ellos están dispuestos a mudarse de provincia si hace falta, porque el bien mayor para ellos es ser adoptados, es lo que más quieren”, asegura Mónica Soria, licenciada en Psicología y subdirectora de Servicios Judiciales de la capital de Córdoba, en diálogo con Infobae.
Mónica está a cargo de todos los equipos técnicos de la Unidad Organizacional de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar, Género y Penal Juvenil. Conoce muy bien de la temática y ha compartido tiempo con el grupo de hermanos. “Son cuatro varones y una nena, y tienen 7, 8, 10, 11 y 13 años, todos están escolarizados, gozan de buena salud y mantienen un vínculo fraterno muy estrecho, por lo que se considera una necesidad que permanezcan juntos”, explica. Seis meses atrás comenzó la búsqueda, al principio solo destinada a residentes de Córdoba, pero como no se obtuvieron resultados positivos, se amplió el llamado a todo el territorio argentino.
“En este momento no contamos con inscriptos para grupos de hermanos numerosos, y no se han dado las condiciones adecuadas para encontrar adultos comprometidos que tengan el deseo de brindarles un entorno familiar estable, contención, respeto por su historia, su identidad y la restitución del derecho a vivir y crecer en familia”, revela. Hasta el momento los niños no han pasado por vinculaciones afectivas previas, porque no se avanzó a esa instancia en ninguno de los casos de posibles adoptantes. “Luego de que completan la carga de datos y el curso virtual, se realiza una serie de entrevistas psicológicas y sociales, para analizar si coinciden las expectativas y condiciones parentales con las necesidades de estos niños, niñas y adolescentes que están en situación de adoptabilidad, y no ha ocurrido esa compatibilidad”, indica.
Aclara que cuando se llega a una convocatoria pública, previamente ya se agotaron otras posibilidades por el paso del tiempo, y también tiene mucho que ver la baja cantidad de postulantes que están dispuestos a adoptar a niños mayores de 6 años. “Hay muchas más personas anotadas para bebés y primera infancia que para el resto de las edades, y lo mismo pasa con los niños con problemas de salud, por lo que en este momento hay muchos adolescentes esperando encontrar una familia, y hay menos aún que deseen ahijar a grupos de hermanos”, sostiene.
Los cinco mosqueteros
Lo que caracteriza a los cinco hermanos es la solidaridad, la empatía, y el cariño mutuo, porque su unión es su fortaleza sagrada, para afrontar lo que sea. Son un equipo de mosqueteros inseparables que se respalda en la vida. A los varones les encanta jugar al fútbol, ayudar en las tareas de la huerta, participar del teatro, y la música, mientras que a la niña le gusta cantar, bailar y hacer pulseritas. “El más chiquito es muy simpático, curioso e inquieto, y todos están bien adaptado a las dinámicas y las actividades de la de la residencia, presentan hábitos, y responden de manera adecuada todas las pautas de convivencia”, señala la psicóloga y subdirectora del equipo técnico.
El mayor, de 13, culminó el primer año de la escuela secundaria, y sus materias preferidas son las de orientación artística y matemática, donde se destaca. Cuando le piden que se defina a sí mismo dice que es “bueno y tranquilo”, y sus hermanos lo consideran un referente. El de 11 cursó sexto grado este año, y su pasatiempo es tocar la guitarra. “Es muy sociable y comunicativo, expresa sus necesidades con soltura”, acota Mónica. El que le sigue cerró quinto grado con un rendimiento académico muy positivo, y además está aprendiendo a tocar el piano. “Es independiente, activo, inteligente, colaborador y ordenado”, describe la licenciada.
“La nena tiene ocho años, le fue muy bien en segundo grado de la escuela primaria, donde se trabajó en las habilidades de lectoescritura, y es muy activa y afectuosa”, agrega, y cuenta que otro de sus momentos preferidos es cuando juega con muñecas. El menor, de siete, es el más conversador. Juega a la mancha, mira dibujitos, le gustan los paseos y participar de obras de teatro. “Ellos saben que está la posibilidad de que los adopten, y se les consultó si estarían dispuestos a mudarse, y dijeron que sí, que lo único que quieren es tener una familia, y no importa dónde sea mientras estén juntos”, remarca. Para resguardarlos de expectativas que no se cumplan, solo en caso de avanzar hacia un intento de vinculación con algún postulante, les comunicarían la noticia.
Los requisitos
El Registro Único de Adopción de la Provincia de Córdoba, por disposición del Juzgado de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género de 6° Nominación, abrió una amplia convocatoria en cuanto a las condiciones que deben cumplir quienes se anoten, para evitar cualquier tipo de obstáculo y agilizar los tiempos. “Que la gente se anime a inscribirse, ese es nuestro mayor deseo, porque el principal requisito es tener el deseo de ahijar, así sean personas solas, matrimonios o parejas, y los acompañamos en todo el proceso, despejamos todas las dudas, los miedos, las fantasías, y los prejuicios, en este camino de crecimiento”, enfatiza Mónica.
Indica que “la adopción se trata de una restitución de derechos”, y conlleva la aceptación de la historia previa de los niños, sus necesidades, y sus tiempos. “Se trata de transformar sus vidas y la propia de manera en conjunta, con amorosidad, paciencia, abrazos, y mucha empatía para que puedan elaborar y reparar heridas, al mismo tiempo que los adoptantes reflexionan sobre sus propias capacidades y potenciales”, manifiesta. Considera fundamental una mirada amplia para derribar estereotipos, como la única idea de familia a partir del nacimiento de un bebé o de niños de menos de 2 años.
Existen algunas cuestiones a considerar, propias del aspecto legal, como el requerimiento de tener 16 años más que la persona que se desee adoptar; tener 25 años de edad cumplidos -en caso de ser una pareja, al menos uno de los cónyuges o convivientes debe tenerlos-; ser argentino o ser extranjero con más de cinco años de residencia en el país; e inscribirse en el Registro Único de Adopción (RUA). En cuanto a la situación particular de cada posible adoptante, la licenciada aclara que la principal necesidad de los niños es tener una familia, y las charlas son fundamentales para derribar mitos.
Muchas veces perciben temores en los pretensos adoptantes, ya sea por la posibilidad del rechazo de la solicitud o por presuponer que no tienen todas las condiciones necesarias. “Es una convocatoria súper amplia, ya sea monoparental, un matrimonio o dos convivientes, tampoco hay limitantes con la edad; incluso puede ser un matrimonio un poco más grande que sueñe con ahijar”, resalta. En cuanto al espacio físico necesario para adoptarlos, indica que los cuatro varones están dispuestos a compartir cuarto y cederle a su hermana otra habitación. “Con cuatro cuchetas ellos ya son felices, y tranquilamente se puede resolver y charlar en cada caso puntual, lo principal es tener ganas”, sostiene.
A esto se suma el ferviente deseo de los cinco niños de tener una familia. “Los chicos están abiertos al proceso, que es muy rápido en la provincia de Córdoba, contrario a lo que se suele creer”, sentencia. Y agrega: “Algunas vinculaciones que comenzaron en julio, hoy ya están conviviendo; desde que se completa la carga de datos en la plataforma digital hasta que se concreta no pasa más de un mes”.
Cambios en el proceso
Como subdirectora del equipo técnico cuenta en 2021 se iniciaron una serie de reformas en materia de niñez y adolescencia, llevadas adelante por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), máximo tribunal provincial, destinadas a mejorar la respuesta judicial y otorgar mayor celeridad en el proceso de adopción. Desde la Oficina de Coordinación en Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar, Género y Penal Juvenil, a cargo de Agustina Olmedo, secretaria general del TSJ, se implementaron cambios integrales, que reflejaron un aumento del 740% en las solicitudes de adopciones en Córdoba.
“A lo largo del 2023 se otorgaron 105 guardas adoptivas, una cifra muy alentadora, y eso se debe a varios factores que se han cambiado para facilitar todo, y beneficiar a quienes más lo necesitan: los niños que están esperando que alguien les diga que llegó su familia”, argumenta. Entre los cambios que aplicaron, se destaca un nuevo sistema de inscripción a través de una plataforma digital, la realización de un curso informativo obligatorio que es virtual y autoadministrado, y una declaración jurada que cuenta con el ítem de “flexibilidad adoptiva”. Aunque hay una mayor conciencia social sobre las edades reales de los niños que quieren ser adoptados, todavía no llegan tantas solicitudes como se necesitaría para que los 44 adolescentes de entre 12 y 17 años que se encuentran resguardados en diferentes espacios residenciales de la provincia, sean adoptados.
Cuando se da la compatibilidad parental, se avanza hacia los primeros encuentros, supervisados por profesionales que acompañan la vinculación, y luego le siguen las visitas fuera del hogar, ya sea con actividades recreativas o paseos. “Se va conteniendo ese vínculo, y cuando las condiciones ya están dadas, ya pueden ir a pernoctar con los futuros adoptantes, y en el caso de estos hermanitos, sería con una mudanza de los niños al lugar de residencia de los adoptantes, con un seguimiento en el domicilio”, proyecta.
Anticipa que en febrero realizarán una convocatoria genérica pública, para abarcar al medio centenar de adolescentes que está a la espera, y los dividirán en dos grupos etarios. “Si lo hacemos de manera individual lleva un tiempo que ellos no tienen, así que vamos a dar a conocer muchas historias a la vez de manera masiva”, expresa. Para realizar esta misión, resulta de gran ayuda la labor de la Red Argentina por Adopción -En Instagram @red.argentina.adopcion-, una asociación civil sin ánimo de lucro que busca promover la adopción de niños, niñas y adolescentes en nuestro país. Además de planificar actividades y campañas de difusión todos los años, brindan asesoramiento en el registro de los adoptantes, en la espera y en el desarrollo del proceso. La primera semana de enero, por ejemplo, llevarán a 100 chicos a conocer la playa en La Lucila del Mar, ya cuentan con hospedaje, y actualmente están en búsqueda de opciones de transporte desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hasta el destino.
Como parte de su tarea, han sido promotores activos del deseo de que los cinco hermanos cordobeses cumplan su sueño. Los niños habían pedido una familia como su “milagro de Navidad”, y ahora esperan que el Año Nuevo les traiga buena fortuna, para que la suerte al fin toque su puerta.
Las personas interesadas en inscribirse pueden ingresar a https://rua.justiciacordoba.gob.ar/convocatorias/ , seleccionar la convocatoria de referencia y completar el formulario de inscripción, o también en caso de consultas pueden escribir un correo electrónico a convocatoriasadopcion@justiciacordoba.gob.ar.