Tras la fuerte crecida de las aguas del Río de la Plata, entre la noche del lunes y la madrugada de este martes, las aguas comenzaron a bajar lentamente de la zona costera de la Ciudad de Buenos Aires, La Plata y el conurbano bonaerense.
El fenómeno agravó la situación material de cientos de personas, que sumado al intenso temporal del pasado fin de semana, debieron buscar refugio o recibir asistencia.
Los principales anegamientos se producían en los distritos de San Isidro, San Fernando, Tigre, Avellaneda y Quilmes. Cientos de familias debieron ser evacuadas por bomberos voluntarios y agentes de Defensa Civil, aunque la marea empezó a disminuir esta mañana, por lo que varias de las personas asistidas retornaron a sus hogares.
Fuentes municipales de Quilmes indicaron a Infobae que anoche se armaron cuatro centros de evacuados y aproximadamente unas 100 personas requirieron de esa asistencia. Además, la distribuidora de energía eléctrica Edesur tuvo que implementar un corte preventivo de suministro eléctrico en la zona de la ribera.
“El agua bajó, lo que queda es el relevamiento de las cuestiones materiales que se han perdido. Hace más de 48 horas que se está trabajando fuertemente en los árboles caídos y voladuras de techos. Va a ser un trabajo de varios días”, señalaron desde la intendencia de Mayra Mendoza.
En Ensenada, la comuna que dirige el intendente Mario Secco informó que unas 70 personas fueron evacuadas de la localidad de Punta Lara, y que las 50 unidades dispuestas por el municipio “continuarán trabajando para atender a quienes lo requieran y hasta que se consume el regreso de los vecinos a sus domicilios”.
Esta mañana, el distrito llevaba a cabo un operativo de limpieza a lo largo y ancho de la zona costera. “Maquinaria, camiones y personal de la Comuna atienden a las demandas de cada barrio y familia Asimismo, acompañamos y asistimos a las familias evacuadas, que se encuentran alojadas en el Polideportivo Municipal de Punta Lara”, comunicaron desde Ensenada.
Otra de las zonas afectadas fue el barrio porteño de Palermo, donde las aguas alcanzaron sitios como el predio del Hipódromo de Buenos Aires.
El Servicio de Hidrografía Naval había estimado que el nivel de la crecida, descrita como la más importante de los últimos años, iba a superar los 3,50 metros en algunos puntos debido a los vientos del sudeste que podían superar los 50 kilómetros por hora. Según los registros a partir de los 2,50 metros puede empezar a haber agua en las calles.
Sin embargo, con la mejora de las condiciones climáticas, el nivel del agua comenzó a descender lo que facilitaba las tareas de normalización en cada distrito. “En La Plata marea baja considerablemente. Lo mismo en Quilmes, San Fernando y Tigre esperan una situación similar. Hay familias evacuadas que durante la noche o mañana a primera hora podrán volver a sus viviendas. Gran trabajo de los municipios y Bomberos Voluntarios”, informó hoy la Dirección Provincial de Defensa Civil.
Por su lado, el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, comunicó el cese del alerta meteorológico por la sudestada. “Según informa el Panorama Meteorológico PBA, se espera que a lo largo de la mañana la altura del Río de la Plata vaya disminuyendo. No se esperan precipitaciones significativas para la jornada de hoy”, publicó en su cuenta oficial de la red social de X.
Por su parte, fuentes de Defensa Civil bonaerense informaron que Tigre y San Fernando también presentaban anegamientos. Desde el gobierno provincial se comunicaron con los municipios para ponernos a disposición y colaborar con lo que necesiten y requieran, indicaron fuentes oficiales.
En este contexto, el ministro de Defensa de la Nación, Luis Petri, dispuso el despliegue preventivo del dispositivo de apoyo a la comunidad para “mitigar las potenciales consecuencias de inundaciones”, y ordenó “el apresto de unidades militares de la región metropolitana”.
El eje del dispositivo se estableció en el Regimiento 7, ubicado en La Plata, y el Batallón de Ingenieros 601, con asiento en Campo de Mayo, a cargo del director de Organización y Doctrina del Ejército, general Germán Errasti.
Las unidades aportaran camiones aptos para ingresar en lugares anegados con el fin de evacuar a posibles damnificados, también se prepararon cocinas de campaña para distribuir comida caliente y se cuenta con la capacidad de reparto de agua potable en sachet. Además, se alistaron botes neumáticos para colaborar frente a los efectos de una probable inundación de la zona ribereña bonaerense.