Trasladaron a una sala común al chico que fue brutalmente atacado por una patota en Córdoba

Hace dos días, el niño despertó del coma farmacológico y respondió a los estímulos, por lo que los médicos autorizaron que deje la terapia intensiva

Guardar
Lázaro R., el chico que fue brutalmente atacado por una patota en Córdoba
Lázaro R., el chico que fue brutalmente atacado por una patota en Córdoba

A 20 días del brutal ataque que lo dejó en coma, Lázaro R., el chico de 13 años que fue golpeado por una patota en Córdoba, evoluciona favorablemente y fue trasladado a sala común.

El niño fue hospitalizado el segundo fin de semana de noviembre luego de ser atacado por una patota de adolescentes. En ese momento, recibió un fuerte golpe con un trozo de cordón de la calle y, posteriormente, le propinaron una patada en la cabeza. Al llegar al hospital, fue sometido a una maniobra de reanimación y a una serie de cirugías.

Los médicos advirtieron que presentaba daños cerebrales irreparables y, debido a la gravedad de su estado, quedó internado en terapia intensiva en coma farmacológico. Sin embargo, con el correr de los días, Lázaro comenzó a presentar mejorías y continuó evolucionando hasta que, dos días atrás, despertó y respondió a los estímulos.

Ahora, de acuerdo con la información a la que pudo acceder ElDoce, los médicos se muestran mucho más optimistas. De hecho, recomendaron trasladarlo a sala común, donde seguirán su evolución hasta que reciba el alta.

Familiares y allegados realizaron una cadena de oración una vez que se conoció el diagnóstico de Lázaro
Familiares y allegados realizaron una cadena de oración una vez que se conoció el diagnóstico de Lázaro

El hecho tuvo lugar el domingo 12 de noviembre, alrededor de las 22:30 horas, en las inmediaciones de la avenida Colón y Garzón Maceda, donde el menor se encontraba en compañía de dos amigos cuando fueron sorprendidos por una patota. Lázaro habría sido el blanco principal del ataque.

Luego de la agresión, Agustín, amigo de Lázaro, contó cómo fue la secuencia de hechos. “Salimos de mi casa e íbamos a comer unos sandwiches mientras esperábamos al padre de un amigo que se quedaba a dormir en casa, le traía la mochila con las cosas del colegio”, recordó.

El joven, quien estuvo presente en el momento de los hechos, narró que el conflicto se desencadenó a partir de una discusión verbal con el grupo de agresores. Sin embargo, mencionó que uno de los atacantes le propinó una patada en la cara que le afectó la visión. “Lo perdí de vista a Lázaro, que salió para un lado, y mi otro amigo que logró escapar”, dijo.

“Apareció un taxista que agarró a tres de los chicos, yo agarré a otros tres, pero no pude y me dieron una patada en la cabeza y en la cara. Pero el taxista agarró y me trajo hasta la posta policial en avenida Colón y Domingo Zipolli, dije lo que había pasado y gracias al taxista estoy acá”, cerró.

El lugar en el que los menores fueron interceptados por la patota (Captura de Google)
El lugar en el que los menores fueron interceptados por la patota (Captura de Google)

La investigación quedó caratulada como “tentativa de homicidio” y está a cargo de Norma Scaglia, de la Fiscalía Penal Juvenil del 2º turno.

Pese a que se presume que el joven habría sido atacado por un grupo de 16 adolescentes, que sería conocido en el Barrio Las Violetas, aún no se los ha podido identificar.

Hasta el momento, hay un solo detenido. Se trata de un adolescente de 14 años, sindicado como el presunto autor del delito de tentativa de homicidio, por lo que la jueza del fuero penal juvenil Nora Giraudo dispuso que sea enviado al instituto de mejores Complejo de Esperanza.

Días después de la brutal agresión, un amigo del responsable de haber arrojado el piedrazo, que también reconoció haber participado del ataque, explicó que la furia del principal acusado contra la víctima surgió “por defender a un amiguito que quiere mucho”.

De esta manera, intentó explicar que el sospechoso de provocar graves lesiones a Lázaro “no lo quiso hacer”, en línea con sus declaraciones en una entrevista para Arriba Córdoba. Así, recordó el momento en el que Lázaro perdió el conocimiento al declarar: “Pensé que le habían metido una patada y cuando vi que no reaccionaba, me doy vuelta y el hombre lo quiere agarrar a mi amigo”, en referencia a la llegada del taxista.

Guardar