Rindieron homenaje al futbolista Lucas González, a dos años de su asesinato a manos de policías

Lucas González solía juntarse con sus amigos en el Paseo de la Memoria del Cruce Varela. Después pasó lo que pasó en el barrio porteño de Barracas, un mediodía fatal de hace dos años. Como consecuencia de toda esa tragedia, el último lunes su familia, sus amigos y la secretaría de Derechos Humanos de la Nación le rindieron homenaje con un acto de señalización de su figura y de su historia, que incluyó música en vivo y suelta de globos.

“El 17 de noviembre de 2021, Lucas González volvía de entrenar en el club Barracas Central junto con sus compañeros Joaquín Zúñiga, Julián Salas y Niven Huanca y se dirigía a su hogar, en Florencio Varela, cuando un auto Nissan Tiida con policías de civil de la ciudad de Buenos Aires interceptó a los jóvenes con intención de detenerlos. Como los policías no estaban uniformados, los chicos pensaron que les querían robar e intentaron escapar. Los agentes los persiguieron y les dispararon”, dice el primer párrafo del cartel, sobre fondo negro, que lleva el nombre de Lucas y una foto de él en plena acción futbolística con la camiseta del equipo donde jugaba, Barracas Central.

El acto fue impulsado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. En acuerdo con la familia se decidió emplazar este cartel que lo honra en este espacio verde del que era visitante frecuente Lucas, y que se encuentra en el límite de los partidos Berazategui, Florencio Varela y Quilmes, en el sur del conurbano bonaerense.

“Este homenaje fue importante para visibilizar estas cosas que pasan y para tener memoria. Es muy emocionante ya que es un lugar muy concurrido y donde él se juntaba seguido, es su lugar”, comentó a Infobae Joaquín Zuñiga, sobreviviente de la masacre de los policías, y amigo de González.

El chico acompañó a Cintia López y Héctor González, mamá y papá del futbolista asesinado. Además estuvieron el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti; y el intendente de Florencio Varela, Andrés Watson.

“Se vivió algo muy lindo cuando vimos toda la gente que se acercó y el amor que va a tener la señalización , ya que Lucas es muy querido por todos y no tengo dudas que va ser un lugar donde todos nos vamos a juntar a recordarlo”, agregó Joaquín. También estuvo otro de los sobrevivientes, Julián Salas (19), que conducía el VW Surán cuando fue interceptado por Gabriel Issasi (42), Juan José Nievas (38) y Fabián López (48), los tres integrantes de la Brigada 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad, quienes les cruzaron un auto civil, sin identificación y dispararon. Una de las balas se incrustó en la cabeza de González, quien horas más tarde murió en un hospital.

Del acto participó el grupo de percusión “La Chilinga”. Los amigos de Lucas cantaron todos juntos una canción y soltaron globos blancos que tenían pegadas fotos del joven asesinado. “Lucas González presente, ahora y siempre”, gritaron los asistentes.

Gregorio Dalbón, que trabajó como abogado de las familias víctimas y consiguió lo que él considera “la sentencia más importante de la historia”, por haber sido los policías condenados no solamente por el asesinato sino también por “odio racial”, no estuvo en el acto. De viaje, dejó un texto que fue leído por Ricardo, el papá de Joaquín.

“Gracias Lucas por aparecer en mi vida. Le diste sentido a mi profesión. Gracias Familias por confiar en mi. Gracias por darme la chance de buscar y encontrar justicia en un país que escasa. Todos saben que quebrarnos a la mafia. Los condenamos. Arrodillamos al Gobierno de la Ciudad”, escribió Dalbón.

“Es un momento de emoción. Todos tenemos una misión en la vida, creo que la de Lucas fue poner un corte y punto final a la violencia institucional. Nunca más tiene que suceder que alguien que empuñe un arma tiene el poder de llevarse la vida de otra persona”, agregó el intendente Watson.

En una de sus últimas apariciones públicas como funcionario nacional, Pietragalla Corti destacó la fuerza de las familias y de los amigos que declararon en el juicio. “Es trascendental la fortaleza de la familia para que se visibilicen estos casos, para que se hagan las denuncias y para que haya justicia”, remarcó.

“Lucas está presente porque a Lucas no lo mató nadie, va a vivir en nosotros, porque lo vamos a recordar siempre. Por ustedes chicos, Lucas va a vivir siempre”, comentó, también, Ricardo Zuñiga.

Héctor, más conocido como “Peca”, papá de Lucas, recordó que el lugar donde fue homenajeado su hijo era donde él “siempre quiso estar con sus amigos” y que solía ir “junto a su hermanita a jugar, tomar mates y charlar”.

“Lucas no está muerto, está acá, presente, con nosotros. Él donó sus órganos, él está vivo. Tengo muchas razones para luchar”, dijo “Peca”, y adelantó que tiene decidido crear la “Fundación Lucas González”, con la cual buscará “darle un plato de comida, contención y que puedan recrearse deportivamente los chicos de Florencio Varela”.

Por el crimen de Lucas, en julio de este año fueron sentenciados a prisión perpetua Gabriel Issasi (42), Juan José Nievas (38) y Fabián López (48), los tres integrantes de la Brigada 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad.

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 los condenó por los delitos de “homicidio quíntuplemente agravado por haber sido cometido con arma de fuego, alevosía, odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser integrantes de una fuerza de seguridad”, “tentativas de homicidio quíntuplemente agravado”, “privación ilegítima de la libertad” y “falsedad ideológica”.

También fueron condenados por el encubrimiento los comisarios Juan Horacio Romero (51), Rodolfo Alejandro Ozán (55) y Fabián Alberto Du Santos (52); el subcomisario Roberto Orlando Inca (47) y el principal Héctor Claudio Cuevas (52), mientras que el oficial Sebastián Jorge Baidón (29) fue hallado culpable del delito de “torturas”.

Lucas y tres amigos fueron atacados a balazos el 17 de noviembre de 2021 cuando salieron de entrenar del club Barracas Central y regresaban a sus casas a bordo de un Volkswagen Suran. Los cuatro fueron interceptados por un Nissan Tiida sin identificación en el que circulaban tres policías de civil de la Brigada 6 de la Comuna 4 a la altura del cruce de las avenidas Iriarte y Vélez Sarsfield.

Como no tenían uniformes ni balizas policiales, los futbolistas pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, pero los agentes les dispararon. Después un grupo de agentes, entre los que había comisarios y subcomisarios, montaron una escena para modificar las pruebas y hacer pasar el hecho como un tiroteo. Para eso plantaron un arma de juguete en el auto de los chicos.