Un escape de amoníaco en el barrio porteño de Barracas provocó que 300 personas fueras evacuadas, de las cuales 45 debieron ser asistidas con oxígeno y 17 trasladadas a los hospitales Argerich, Ramos Mejía, Durand y Penna.
La fuga se desató como consecuencia de la explosión de un tanque de amoníaco de un frigorífico ubicado en la calle Lafayette al 1800. Ese gas incoloro de un olor característico se utiliza no sólo como elemento de limpieza, sino también para refrigeración industrial.
Como consecuencia del operativo realizado por Bomberos, Same y otros equipos de emergencia de la Ciudad de Buenos Aires, seis manzanas fueron evacuadas y el tránsito vehicular estuvo interrumpido durante varias horas. En el lugar también trabaja personal de la Comisaría Vecinal 4D de la Policía de la Ciudad.
Tras el incidente, rápidamente empezó a percibirse el olor característico del amoníaco en todo el barrio. Bomberos perímetro en una primera instancia la cuadra en la que se encuentra el frigorífico como medida preventiva. Luego, amplió la zona de protección a las manzanas linderas.
Los jefes del establecimiento donde se originó la fuga del gas informaron que la planta había sido totalmente evacuada luego de producirse un principio de incendio en un compresor. Rápidamente se les solicitó a los vecinos que cerraran ventanas y puertas para evitar el ingreso del contaminante.
Bomberos Voluntarios instaló una pileta para trabajar en la desintoxicación de los operarios. Además, se trabaja con tanques de oxígeno para asistir a las personas que sufrieron problemas para respirar.
El SAME asistió a más de cuarenta personas, de los cuales diecisiete operarios fueron trasladados a distintos centros asistenciales. Asimismo, confirmaron que todos los operarios que estaban al momento de la explosión fueron evacuados, junto con otras fábricas aledañas.
“El amoníaco es un gas, una sustancia que en forma de vapor, en caso de ser ingerido o en caso de ser inhalado, provoca un fenómeno irritante, cáustico, o sea, quema y lastima la mucosa de la parte respiratoria. Provoca fenómenos irritativos que van desde tos, falta de aire (disnea), hasta incluso llevar un edema agudo de pulmón, o sea, una formación de líquido en el pulmón con falla cardíaca y pulmonar, pudiendo llevar a la muerte, siempre dependiendo de la concentración”, detalló el doctor Dadic, quien es director de Toxicología Hoy.
El especialista agregó que cuando se hace referencia a dosis letales, se estima un parámetro de 5000 partes por millón: “Siempre que hablamos de gases hablamos de partes por millón, pero cualquier manera, cualquier concentración es mala para el organismo. Es una sustancia irritante y cáustica”.
“La mayoría de los asistidos no tienen síntomas que afecten a su salud. Los que fueron derivados tenían más síntomas de lo normal, como más irritación a nivel ocular e irritación gástrica, por eso se los trasladó por precaución, pero están todos bien. Seguimos evaluando gente, así que la situación por ahora está controlada”, manifestó Alberto Crescenti, director del SAME, en diálogo con Telefé.
Y agregó: “No se va a poder circular por los alrededores del lugar, por lo que no va a haber gente afectada. Seguramente en las próximas horas, con el cambio del viento, se va a disipar todo y se va a habilitar el lugar para poder transitar”,
“Se solicitó a los residentes de inmuebles linderos a que cierren las ventanas y puertas para evitar el ingreso de contaminante”, solicitó el titular del SAME. Para este operativo especial el SAME actuó con 30 unidades, entre ambulancias, motos médicas, unidades rápidas de intervención, unidades de triage, de catástrofe y móvil de oxigenación.
Inicialmente, el personal de Bomberos perimetró toda la cuadra como medida preventiva, mientras que dos operadores con trajes de protección se alistaban para las tareas de detección dentro del frigorífico, según informaron fuentes policiales. Ese procedimiento tuvo como objetivo detener al compresor y cerrar las válvulas anterior y posterior, se indicó.
La explicación del hecho
“Se trata de una planta que tiene planta baja, subsuelo y dos pisos. En la sala de máquinas, o sala de compresores, se escuchó un fuerte ruido, propio del trabajo del lugar, y ahí comenzaron a realizar la evacuación, por la fuga de amoníaco del sistema. Lo que hace el amoníaco es refrigerar las distintas cámaras que tiene en su interior”, reveló el subcomandante Cristian Bello de la Brigada de Emergencias Especiales ante los medios presentes.
Y agregó: “No tenemos la causa de esta fuga, pero se está trabajando sobre uno de los compresores donde se veía una gran cantidad del fluido gaseoso del amoníaco en su estado expansión. La situación está controlada”.
“En ningún momento, hasta ahora, pudimos registrar que haya habido un incendio en el lugar. Pero si se escuchó un fuerte ruido, que terminó provocando el hecho”, manifestó Bello.