¿Cuántos paraísos puede arruinar el ser humano? Los ambientalistas suelen comparar el cambio climático con una bomba. El tiempo corre y en vez de trabajar para desactivarla o, al menos retrasarla, los hombres tienden a acelerar su explosión.
Es lo que sucede en la pequeña comarca patagónica de El Chaltén se encuentra dentro del Parque Nacional Los Glaciares. Este paraíso declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981, se encuentra amenazado por el hombre.
Alarma en el paraíso
Uno de los principales ingresos del pueblo del sur argentino es el turismo. Y todo indica que esa industria sin chimeneas está en peligro en la localidad. Es que, hace ya más de un mes una habitante de El Chaltén difundió un video en el que se ve un caño que arroja al río miles de litros de aguas cloacales sin tratamiento. Las imágenes se viralizaron y generaron la movilización del pueblo para tratar de solucionar el problema.
Esto generó, una reacción de la Justicia. Así, el juzgado interviniente tras la presentación del amparo por parte de los vecinos determinó que el Estado debe garantizar de manera inmediata, una vez notificada de la resolución, el correcto funcionamiento de la planta de tratamiento de líquidos cloacales en El Chaltén.
“Se advierte que las intimaciones realizadas conllevan la posibilidad de imponer sanciones financieras severas a los funcionarios responsables del incumplimiento”, escribió el juez en el fallo.
Antes de las elecciones que consagraron a Javier Milei como presidente electo, el gobierno provincial dio una explicación sobre el problema cloacal del pueblo patagónico. “En El Chaltén se optó por el proyecto para el mejoramiento del servicio de agua. Se hicieron pozos de captación nuevos, y al aumentar la cantidad del suministro hídrico que se entrega a los usuarios, aumentó el caudal de cloacas, es decir, la mayor provisión de agua en las redes se tradujo en mayor cantidad agua para su tratamiento, no solo proveniente de las cloacas sino también de su uso en los hogares y diferentes establecimientos del lugar, como ducha por ejemplo”, explicaron en un comunicado. Según informan, el costo para ampliar la planta cloacal es de 350 millones de pesos.
Julieta del Castillo es nacida y criada en El Chaltén. Actualmente vive en Bariloche, pero suele volver a su ciudad en forma constante a visitar a su familia. La chica aprendió a caminar casi al mismo tiempo que a esquiar. Hoy se dedica a ese deporte y es representante en Argentina de una marca internacional de indumentaria de montaña.
El problema de el Chaltén, esta comarca ubicada al pie del cerro Fitz Roy, es de colapso de su infraestructura ante el aluvión de turistas que recibe de septiembre a abril. Ya en diciembre la temporada está a pleno y unas 10.000 personas llegan por día, entre las que unas 5.500 pernoctan en la localidad cada noche. Tanto es así que ya casi no hay tierras disponibles en el pueblo y muchos trabajadores del turismo se alojan en casas rodantes, trailers o carpas.
Su éxito como centro de escalada mundial y capital nacional del trekking causó problemas de infraestructura insuficiente a medida que aumenta la llegada de turistas. Según los vecinos, la planta fue creada para 4.300 usuarios y ya en 2018 un informe sobre indicadores turísticos computa casi 6.000 entre turistas, población estable y trabajadores golondrina
El río, en peligro
Uno de los problemas más urgentes que enfrenta El Chaltén es el estado crítico de su planta de tratamiento de desechos cloacales. La capacidad de la planta se encuentra al límite, y antes del inicio de la temporada turística de verano se registraron vertidos con escaso tratamiento de desechos en los ríos de la región. Esta situación plantea serias amenazas para la salud pública y la integridad de los cuerpos de agua naturales en el área.
El colapso de la planta de tratamiento de aguas cloacales de la localidad estaba a punto de colapsar por el aluvión diario de turistas. Era un secreto a voces en el pueblo. El video de Julieta que se viralizó en las redes sociales terminó de destapar el tema.
Un estudio del 2019 ya mostraba la presencia de la bacteria E.Coli y Salmonella a la altura de la desembocadura de la cloaca. En ese momento con densidades no muy altas pero recomiendan que las aguas sean monitoreadas”.
“Desde el 2021, los vecinos somos testigos de desbordes cloacales en diferentes partes del pueblo por saturación de la Red cloacal. Ese mismo año nace el proyecto ' Donde nacen las aguas´, que tiene como objetivo la construcción de información ambiental de calidad de las aguas del Parque Nacional Los Glaciares. Allí se confirmó la presencia de la bacteria E. Coli”, explican los habitantes de el Chaltén autoconvocados.
En el invierno de este año, los vecinos hicieron un pedido de informe a Parques Nacionales sobre la situación del caño cloacal que vertía líquido sin tratamiento. La respuesta del organismo confirmó la detección de la descarga de aguas residuales sin tratar en los ríos dentro de Los Glaciares.
Agua contaminada
También se informó que tras un monitoreo de los niveles de bacterias coliformes y Escherichia coli en los ríos Fitz Roy y De las Vueltas, los resultados indican niveles más altos aguas abajo de la planta de tratamiento de Servicios Públicos Sociedad del Estado (SPSE).
“Siempre se habla del turismo como la industria sin chimeneas -explica Del Castillo-. Sin embargo, sin los cuidados necesarios esta actividad también puede generar daños en el medioambiente. Además del problema de la planta de tratamiento, también hay un basural a cielo abierto”.
Carolina Codó es médica y rescatista de montaña. y es una de las activistas que denuncian la problemática de la contaminación de los ríos que rodean al Chaltén al pie del Fitz Roy. “En el río se halló escherichia coli enteropatógena. Se trata de una bacteria que determina que hay contaminación cloacal. Esto significa que la planta de tratamiento no está cumpliendo su función básica”, argumenta la médica.
Del Castillo agrega que esta bacteria hallada “es resistente a los antibióticos. Así está en riesgo una de las fuentes de agua dulce más grande de la Argentina”.
“El pueblo quedó chico ante la gran afluencia de turistas durante toda la temporada de primavera y verano. Además, creo que falta control, como por ejemplo regular la cantidad de camas”, explica Julieta. Luego, la deportista de montaña recalca: Creo que si no nos ponemos a trabajar en la sustentabilidad del mundo no tenemos futuro. Quizás unos 20 años no mucho más para el colapso del mundo. Por eso, tenemos que aumentar nuestra conciencia medioambiental”.
Mientras esperan una solución, exigida por la Justicia, el caño sigue expulsando agua contaminada al río que baja desde el Fitz Roy en el Parque de Los Glaciares. Los turistas recorren la zona, pero evitan el río que corre en la entrada a el Chaltén. El agua pasa directo de las cloacas a las aguas de deshielo y tiñe todo de marrón a la espera de una solución definitiva.