A casi 19 años de la tragedia de Cromañón, ocurrida el 30 de diciembre de 2004, en la que fallecieron 194 personas y más de 1.400 resultaron heridas durante un incendio desatado durante un recital de la banda de rock Callejeros, el Gobierno Nacional dispuso, mediante el decreto 652/2023, que el Ministerio de Justicia lleve a cabo la expropiación del edificio con el objetivo de convertirlo en un “espacio dedicado a la memoria”.
La medida, con las firmas del presidente Alberto Fernández, del jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, fue publicada este viernes en el Boletín Oficial e instruye a la cartera de Justicia y Derechos Humanos “para que coordine las acciones necesarias con el fin de efectivizar el inmediato uso del inmueble sujeto a expropiación, con el objeto de cumplir con lo establecido en el artículo 3° de la Ley N° 27.695″, sancionada en octubre de 2022.
La ley declaró “de utilidad pública y sujeto a expropiación” a los edificios ubicados en Bartolomé Mitre 3038/78 y Jean Jaures donde funcionó el boliche en el que ocurrió el incendio. Además, la norma establece que la propiedad estará destinada a albergar “un espacio dedicado a la memoria de lo ocurrido”, para lo cual “se creará una muestra permanente” que relatará lo sucedido y donde “se organizarán actividades culturales e informativas”.
Por otra parte, el artículo 3° de la legislación indica que “la edificación existente en los inmuebles deberá conservar los elementos testimoniales de la masacre” y se deberá garantizar la “conservación preventiva, curativa y de restauración” del local, “por lo que gozarán de protección por parte del Estado”, según indica el texto.
A partir de la reglamentación, se designó al Ministerio de Justicia como “sujeto expropiante” de los terrenos y a la Secretaría de Derechos Humanos, dependiente del mismo organismo, como autoridad de aplicación de la ley. Asimismo, se instruyó a la cartera de Justicia que “coordine las acciones necesarias con el fin de efectivizar el inmediato uso del inmueble”, mientras que la Secretaría deberá mantener informados a los familiares de las víctimas fatales y a los sobrevivientes sobre el desarrollo del proceso.
Al mismo tiempo, se conformará la Comisión Administradora de los predios, con el propósito de gestionar el espacio destinado a la memoria. Además, se determinó la creación del Consejo de Víctimas Sobrevivientes y de Familiares de las Víctimas Fatales, el cual asumirá responsabilidades clave, como la selección de los representantes que formarán parte de la Comisión y la participación en los lineamientos generales de los usos específicos de los sitios, entre otras atribuciones.
Finalmente, a través de la medida, el Gobierno encomendó al Tribunal de Tasaciones de la Nación la estimación del valor de los inmuebles sujetos a expropiación, según lo establecido en el artículo 6° de la Ley N° 27.695.
Tras la publicación del decreto, Celeste Oyola, sobreviviente de Cromañón, aseguró en diálogo con Télam que se trata de “un gran paso para todos los que creemos en que la memoria es colectiva y que estas acciones son la única garantía de no repetición”.
Por su parte, Nicolás Pappolla, sobreviviente y miembro de la organización El Camino es cultural, sostuvo: “El Estado Nacional decidió honrar la voluntad del pueblo y las provincias comprometiéndose con la historia”.
“Con la publicación del decreto se cierra una etapa importantísima y necesaria para la construcción de un espacio de Memoria en Cromañón”, concluyó en comunicación con el citado medio.
Monumento histórico
El 1 de noviembre pasado, mediante el decreto 571/2023, el Gobierno nacional creó el monumento histórico nacional en el antiguo local bailable donde funcionó Cromañón luego de la larga lucha de los familiares de las víctimas que exigían la expropiación para la creación de un sitio de memoria.
En simultáneo, nombraron como lugar histórico nacional al espacio donde se emplazan el espacio conocido como “Paseo de Los pibes de Cromañón”, los murales artísticos alusivos y el denominado “Santuario de Cromañón”, ya que “constituyen un espacio de profunda carga simbólica, donde el carácter inquisitivo y reparador del arte popular se hace patente ante los ojos de quienes lo transitan, erigiéndose como un hito insoslayable para la memoria de las Víctimas”, según indica la norma.
La tragedia de Cromañón
El hecho ocurrió el 30 de diciembre de 2004 durante un show del grupo Callejeros. El lugar, ubicado en el barrio porteño de Once, estaba repleto de jóvenes que se habían convocado para escuchar a la banda de rock.
A poco tiempo de que comenzara el show, uno de los presentes prendió una bengala que incendió el lugar. Las llamas tomaron parte de la estructura y se empezaron a expandirse con rapidez.
En la tragedia, 194 personas murieron y al menos 4.500 personas sobrevivieron, que sufrieron las secuelas del horror, con heridas físicas y psicológicas. Tanto dolor se pudo haber evitado, debido a que el mortal incendio dejó al descubierto la negligencia que había detrás.
La causa tuvo cuatro juicios orales en los que fueron juzgadas 26 personas de las cuales 21 fueron condenadas y 18 de ellas fueron a prisión. A lo largo de estos procesos, se juzgaron a los responsables del lugar, los músicos de Callejeros, funcionarios del Gobierno de la Ciudad, empresarios, integrantes de la Superintendencia Federal de Bomberos de la Policía Federal y autoridades policiales.