El mundo de la publicidad despidió este martes a uno de sus grandes referentes. Gabriel Dreyfus, el reconocido publicista con una trayectoria de más de medio siglo en el país, murió a sus 77 años.
La noticia se conoció en las últimas horas y sacudió a quienes lo admiraban por su dedicación y talento. A lo largo de su carrera, se destacó como organizador de campañas para grandes marcas, tanto nacionales como internacionales, y en el área de la propaganda política.
Considerado como uno de los padres de la generación de creativos de la década del 90, las piezas de Dreyfus fueron premiadas en más de una oportunidad. Desde que comenzó su carrera no paró de crecer: dio sus primeros pasos en el rubro a fines de la década del 60 y unos años después ya se había convertido en el director general creativo de las agencias Ricardo De Luca y Lautrec, reconocidas como de las más importantes de la industria.
Su primer gran hit lo consiguió a sus 25 años, con la campaña de “Motorcito” para YPF, el cual realizó en el año 1971.
En los años 80, con una imagen ya consolidada y con varias distinciones encima, se lanzó y fundó su empresa Dreyfus & Asociados, la cual más tarde se transformó en FSD/Young & Rubicam. En la misma década se juntó a su colega David Ratto y entre ambos idearon una de las campañas políticas más rememoradas: la campaña presidencial de Raúl Alfonsín.
En una entrevista con Infobae en el marco del balotaje entre Scioli y Macri en 2015, Dreyfus había analizado las propagandas y definió al ahora expresidente como “marketinero y más profesional” que su entonces rival.
También había hablado sobre los rumores de la participación de publicistas extranjeros en la campaña de Scioli: “Sería un absurdo hacerle caso a un gurú extranjero que no conozca al país”, disparó en el reportaje. Y remarcó: “Una cosa es contratar a Durán Barba que conoce al país y otra a alguien para el sprint final y hacerle caso”.
Dreyfus también participó en campañas publicitarias sobre la Guerra de Malvinas, la Alianza de Centro y el caso Yabrán. Todos casos que dejó plasmados en el año 2011 cuando publico su libro titulado “la publicidad que me parió”. En este, cuenta su historia como publicitario, desde la búsqueda de sus 20 años hasta la decepción de los 50.
“Un viaje a través de dictaduras y democracias, festivales publicitarios y campañas políticas, éxitos y fracasos, vinos de mesa y presidentes argentinos”, resumió en la contratapa del mismo, en el que también cuenta sus viajes a diferentes partes del mundo.
En sus redes sociales se definía con una sola oración: “Publicitario, publicitario político, autor del libro la publicidad que me parió (planeta) y unas cuantas cosas más”, se reseña en su cuenta oficial de Twitter (ahora X), sin actividad desde hace varios años.
En el plano personal hubo un acontecimiento que marcó un antes y un después en la vida del publicista. Se trata de la muerte de su hijo Pablo, quien murió en 2009, a los 39 años, durante el trágico accidente de la empresa Air France, donde murieron 228 personas.
Pablo Dreyfus era especialista en la lucha contra el tráfico de armas y el tráfico de drogas y trabajaba en una organización que brindaba asesoramiento a distintos países sobre el tema. En ese momento, el publicista estaba a cargo de la campaña del Acuerdo Cívico y Social.
Años después, en una entrevista radial, Dreyfus contó: “Evidentemente no estoy igual que hace un año o dos años, pero si no hubiese tenido otros hijos, probablemente hubiese tomado un Airbus (avión de Air France) al día siguiente rogando que se cayera”.