(Desde Freetown - Sierra Leona). Treinta grados al sol en Sierra Leona que se sienten como cincuenta: ni un soplido del viento, ni una palma que refresque. La quietud en la capital del país es absoluta pero aparente: es que la población está encerrada en sus casas desde la mañana del domingo a causa de un súbito toque de queda que dictó el gobierno luego de que en la madrugada un grupo armado intentara entrar a la armería militar de Wilberforce y se produjera además una revuelta en la prisión Central de Pademba Road, en Freetown, que derivó en una liberación masiva de prisioneros. Así las cosas, nada parece moverse puertas adentro, pero es imposible saber qué pasa en las calles.
Los reportes indican que aún se escuchan tiroteos en algunas zonas, aunque el gobierno afirma que barrió a los rebeldes hacia las afueras de la ciudad. Un corresponsal local de la BBC aseguró haberse cruzado con una camioneta de la policía tomada por insurgentes armados que gritaban “¡vamos a limpiar Sierra Leona!” En las redes sociales algunos dicen que es un levantamiento yihadista, otros especulan con levantamiento militar. La oficina del presidente Julius Maada Bio informó que la situación está bajo control pero pidió a los ciudadanos quedarse en sus casas, y cambió el término del toque de queda de 24 horas a tiempo indefinido. La autoridad aeronáutica anunció que el espacio aéreo del país permanece abierto, pero que todas las aerolíneas deben reprogramar sus vuelos de entrada y salida.
Nada es estable o cierto por estas horas, salvo la incertidumbre y la inestabilidad. Salvo, también, la puntería de Enrique Piñeyro para llegar al lugar indicado a la hora señalada.
Historia de una misión humanitaria
El Boeing 787 de Enrique Piñeyro aterrizó en Sierra Leona el sábado 25 de noviembre a las siete de la tarde. Llegó desde El Cairo, Egipto, donde un día antes dejó un cargamento de casi ocho toneladas de ayuda humanitaria para la población de la Franja de Gaza. Esa primera misión, organizada por los Cascos Blancos de la Cancillería Argentina en coordinación con la Media Luna Roja y Solidaire (la ONG de Piñeyro), llegó a Egipto el primer día de la tregua entre Hamas e Israel, y descargó las donaciones en El Cairo a la misma hora en que eran liberados los primeros rehenes del grupo terrorista. De hecho, el avión de Piñeyro debía ir desde El Cairo al aeropuerto militar de El Arish, a solo 50 kilómetros de Gaza, pero el vuelo se canceló porque ese mismo día el aeropuerto en cuestión fue el utilizado por Israel para evacuar a los rehenes liberados, por lo cual el espacio aéreo en la zona quedó bloqueado.
Pocos días antes de la partida ya había surgido un obstáculo: el gobierno egipcio advirtió que no dejaría entrar al avión de Solidaire con el ploteo que tenía. Es que el Boeing 787 llevaba un mensaje contra la obligatoriedad del uso del velo, y en memoria de Masha Amini, la joven iraní asesinada por la policía de la moral por no usar el velo correctamente. Durante un año, el avión recorrió el mundo distribuyendo el mensaje, que se extendió por la prensa de todo el mundo: la selección femenina de fútbol de Brasil llegó al mundial de Australia a bordo de la aeronave, Rod Stewart se fotografió junto al ploteo cuando llegó a Buenos Aires, Taylor Swift también fue vista junto al lema… El mensaje llegó lejos y las autoridades de Egipto -país con mayoría de población musulmana, la religión que exige la utilización del velo- decidió no recibir al avión en esas condiciones.
Luego de valorar las prioridades y la urgencia, Piñeyro decidió que se quitaría el ploteo para poder llevar las donaciones. “Me pareció más importante que la ayuda llegara a la población civil víctima de los bombardeos sobre Gaza. Además la imagen la puedo volver a poner”, explicó.
El cargamento entonces (pañales, pastillas potabilizadoras, alimentos y medicina) llegó a El Cairo correctamente y partirá a la zona controlada por Hamas por vía terrestre, como parte del paquete de ayuda humanitaria que entrará a la Franja en los próximos días.
Pero la aventura de Piñeyro no terminó ahí porque un día después su avión partió rumbo a Sierra Leona con una nueva misión. Allí desembarcaría su mujer, la directora de teatro Carla Calabrese, junto a un equipo con el cual darían un curso de teatro en una de las escuelas auspiciadas por la fundación Desert Flower, fundada por Waris Dirie y dedicada a la erradicación de la Mutilación Genital Femenina. Es la segunda vez de Calabrese y Piñeyro en Sierra Leona, la primera fue para recorrer las escuelas y trabajar por la implementación de una ley contra la mutilación en el país, y como continuación de esos esfuerzos se realizaría una semana de cursos artísticos con las alumnas de la escuela de la fundación.
Nadie esperaba lo que sucedió: diez horas después de que el avión de Solidaire tocara tierra en Freetown, la situación en el país estalló y se instaló el toque de queda. Todo quedó en suspenso y al cierre de esta nota nadie sabe qué va a suceder. Solo se sabe que nadie puede ir al aeropuerto porque los caminos están intervenidos por barricadas y los militares no son confiables en tanto no se aclare la situación. El plan original preveía que Piñeyro se fuera el mismo domingo y volviera una semana después a buscar a su esposa, pero las recomendaciones por lo bajo de las agencias internacionales es dejar el país apenas sea posible. Sin embargo, no se sabe cuándo será posible.
Las revoluciones y los golpes de Estado están a la orden del día en el continente africano: del 2020 a hoy ya son siete los países del cinturón central de África que sufrieron levantamientos militares y toma del poder, incluyendo a Guinea, vecino directo de Sierra Leona. En Freetown aun no es clara la naturaleza del incidente, pero muchos sospechan que es una revuelta impulsada desde ciertos sectores del ejército.
El contexto político en Sierra Leona está en una creciente tensión desde las últimas elecciones presidenciales del 24 de junio. El presidente Julius Maada Bio consiguió, con el 56,17% de los votos, la reelección por un nuevo período de 5 años. Pero tanto la oposición como organismos internacionales cuestionaron la transparencia en el recuento. La misión de observación electoral de la Unión Europea (UE) determinó “incoherencias estadísticas entre la primera y la segunda tanda de resultados presidenciales”, y la autoridad nacional declaró que ni Bio ni el opositor Samura Kamara, habrían alcanzado el umbral del 55 % necesario para vencer en primera vuelta.
Sumado a la desconfianza en el resultado electoral, un mes después la Policía detuvo a un número indeterminado de militares que intentaban utilizar como fachada algunas protestas pacíficas de la población para atacar instituciones del Estado. Estas fueron las quintas elecciones en Sierra Leona desde el final de la guerra civil (1991 - 2002), en la cual murieron al menos 50.000 personas. Fue la época más dura del país, que aun hoy intenta ponerse de pie. No es fácil: casi el 60% de los siete millones de habitantes de Sierra Leona están en situación de pobreza.
Un Informe de inteligencia privado para servicios de aviación emitió una serie de recomendaciones, cuyas líneas principales se pueden resumir en la siguiente enumeración:
Aplazar todos los viajes de entrada a Sierra Leona durante 24 horas debido a la situación inestable y al potencial de un rápido deterioro del entorno de seguridad.
Espere mayores medidas de seguridad en todo el país, en las calles y alrededor de instalaciones militares e infraestructura crítica.
Lleve consigo copias de sus documentos de identificación para pasar fácilmente por posibles puntos de control durante movimientos esenciales.
Siga todas las directivas oficiales. inmediato.
Asegúrese de tener acceso a medios de comunicación alternativos y anticipe la posible suspensión de los servicios de Internet móvil.
Mantenga una lista de contactos de emergencia, tanto electrónica como en papel.
Evite todas las posibles protestas debido al riesgo de exposición a la violencia.
Desde la madrugada del domingo, los planes de Piñeyro y su equipo son inciertos. “Nuestra idea es seguir con un recorrido que venimos haciendo para informarnos y trabajar contra la mutilación genital femenina, y en apoyo de quienes están trabajando para que haya leyes que prohíban esta práctica. Teníamos preparado un viaje a Gambia junto a la antropóloga argentina Adriana Kaplan Marcusán y esperamos poder hacerlo, pero primero tenemos que salir de acá. Estamos haciendo gestiones desde la oficina de operaciones en Europa para ver si la autoridad de aviación civil no da un salvoconducto para llegar al aeropuerto junto a un escolta de seguridad”, explicó el piloto.
Mientras tanto, hay silencio en la bahía Man of War (hombre de guerra), donde está ubicado el hotel en el que espera, al norte de Freetown. El calor de la ciudad es una metáfora demasiado obvia de la situación caliente, pero es cierta.
Al cierre de esta nota el gobierno trabajaba en detener a los rebeldes armados y a los prisioneros que escaparon de la cárcel. El Departamento de Estado de los Estados Unidos asegura que había cerca de dos mil detenidos en la prisión vulnerada. Los enfrentamientos armados habrían sido repelidos a la zona de Jui, aun en la ciudad pero lejos del centro. El estado de sitio continúa. Hay que esperar, al calor del sol, al silencio de la madrugada. La tierra de los hombres libres es hoy una madeja de incertezas.