Más de un centenar de aves autóctonas y exóticas fueron incautadas en dos operativos simultáneos por tráfico ilegal de fauna silvestre llevados a cabo por la Brigada de Control Ambiental en la localidad bonaerense de Canning, según informó el Ministerio de Ambiente en un comunicado emitido este jueves.
El operativo forma parte de las medidas que la cartera ambiental ha implementado en su lucha contra el comercio ilícito de especies, enfocándose en la protección del bienestar animal.
Las aves decomisadas, un total de 106 individuos de 42 especies diferentes, incluyen ejemplares como el cardenal amarillo, loro gris africano, guacamayo rojo, loro hablador, tucán grande, tucán pico verde, guacamayo bandera, guacamayo arlequín, urraca criolla, loro barranquero, rey del bosque, reinamora chica, cardenal copete rojo, federal, boyero ala amarilla, naranjero, rosella eastern, rosella crimson, loro eclecto, pionites cabeza amarilla, pionites cabeza negra, guaruba guaruba, flamenco austral, pato siriripampa, liebre patagónica, ñandú y antílope de la India, entre otras.
Es relevante señalar que muchas de estas especies, tanto nativas como aquellas con distribución en Amazonas, África y Oceanía, se encuentran catalogadas como en peligro de extinción a nivel nacional e internacional por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Además, están clasificadas en el apéndice I y apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.
Ninguno de los ejemplares decomisados contaba con la documentación legal que respaldara su posesión, lo cual, según la Ley n.° 22421 de Conservación de la Fauna, implica no solo una sanción administrativa, sino también penal.
El juez federal Federico Hernán Villena solicitó el allanamiento, que fue ejecutado en colaboración con el Departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina.
En un hecho relacionado a fines de abril de este año, se rescataron animales de un domicilio ubicado en la calle Ancaste al 3500 del barrio porteño de Nueva Pompeya, donde se descubrió un criadero clandestino de perros y aves destinados al comercio.
La denuncia de los vecinos condujo a un operativo dirigido por el fiscal Carlos Rolero, con la participación del Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad y la División Conductas Delictivas de la Policía de la Ciudad.
En este caso, un hombre de 55 años, residente en el domicilio allanado, fue apresado y se le impuso la prohibición de tener contacto con cualquier tipo de animales como medida cautelar.
Los perros hallados, en condiciones de hacinamiento, sumaban diecisiete, incluyendo 14 perros de la raza Boyero de Berna, uno de raza Jack Russell y dos Golden Retrievers. Los veterinarios que participaron en el operativo determinaron que se trataba de un claro caso de crueldad y maltrato animal.
Durante la inspección, se encontró un área donde se criaban aves: 54 canarios y 4 mandarines estaban muertos, aparentemente por falta de alimentación y agua durante varios días. Aunque el imputado argumentó haberse ausentado el fin de semana y olvidado de proporcionarles comida, los cuerpos hallados indicaban que habían pasado varios días en las jaulas, generando un riesgo de propagación de enfermedades zoonóticas.
Ante esta situación, la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental ordenó el secuestro de los perros, las jaulas y la eliminación de los cadáveres de las aves. El responsable del criadero fue detenido y enfrentará cargos por actos de crueldad animal. Además, se labraron actas y se dispuso la clausura del lugar por operar como criadero clandestino de canes y aves, incumpliendo las normativas locales de funcionamiento, seguridad e higiene, expresamente prohibidas en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Los perros rescatados fueron trasladados a una ONG bajo disposición judicial para su resguardo, y se espera iniciar el proceso de adopción en el momento oportuno.
En el procedimiento participaron diversas entidades, incluyendo personal del Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad, las Divisiones Conductas Delictivas y Perros de la Policía de la Ciudad, la Dirección General de Control Ambiental y la Guardia de Auxilio y Emergencias del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Con información de Télam