A los 95 años, el director de la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA) falleció el viernes en el barrio porteño de Barracas, luego de dedicar toda su vida al servicio de la Iglesia.
Parte de su despedida, se realizó ayer entre las 20 y las 23 en la Cochería Vieytes, pero este sábado quienes quieran despedir sus restos podrán hacerlo en la basílica del Sagrado Corazón, ubicada en Avenida Vélez Sarsfield e Iriarte a partir de las 9 de la mañana. Luego, se realizará una misa de cuerpo presente.
Una vez finalizada la ceremonia, sus restos serán trasladados a cerca de las 12 del mediodía al Parque Memorial, del partido bonaerense de Pilar.
Woites dedicó su vida a la difusión de las noticias de la Iglesia, puesto que durante 57 años ocupó el cargo de director de la AICA, así como también se desempeñó como presidente del Club Gente de Prensa. Hacía unos años fue admitido en la Familia Mercedaria Argentina como Hermano de la Primera Orden y se despidió de este mundo vistiendo el hábito de la Madre de la Merced, que le había sido entregado en diciembre de 2019.
Por esto mismo, desde AICA expresaron: “Despedimos con tristeza, respeto y orgullo a un profesional de la comunicación que abrazó este oficio desde la perseverancia, el estudio y la lucha que aprendió como integrante de la Juventud Obrero Católica”.
De esta manera, lo definieron como “un hombre de fe, íntegro, bonachón y siempre dispuesto a dar una palabra de aliento y a hacer una corrección fraterna; pero, sobre todo, una persona que reivindicó y defendió el valor de la familia. No sólo la propia, sino la que se construye en ámbitos profesionales y en el quehacer cotidiano; en la vida diaria”.
“Quedan en la memoria de cada uno sus comentarios sobre tal o cual nota periodística; pero especialmente esas correcciones de las noticias con birome roja; o la búsqueda del significado de alguna palabra, para su correcto uso en cualquier escrito”, agregaron a través de su página oficial.
En su mensaje de despedida, la agencia de noticias católica manifestó: “Adiós, Miguel, se lo va a extrañar; lo vamos a extrañar” y cerró con un afectuoso “hasta cualquier momento”.
La Conferencia Episcopal Argentina también expresó su pésame por el fallecimiento de Woites. “El presidente del Episcopado, Oscar Ojea, en nombre de los obispos argentinos, hace llegar a la familia Woites su pésame; elevando una oración por el eterno descanso del querido Miguel, que brille para él la luz que no tiene fin”, expresaron a través de su cuenta de X (ex Twitter).
Woites nació el 7 de junio de 1928, fecha que coincidía con el Día del Periodista, en Lincoln, provincia de Buenos Aires. Al crecer, cursó sus estudios en institutos de la Orden Mercedaria de Ranelagh, ubicados en el territorio bonaerense y en la ciudad de Mendoza.
Sus inicios en el periodismo están relacionados con sus comienzos en la militancia política, puesto que fue parte de la Juventud Obrera Católica (JOC), de la que llegó a ser presidente nacional entre 1949 y 1950. Durante este período, dirigió también los periódicos Juventud Obrera y Cruz y Espiga.
Mientras tanto, construía una gran familia con su esposa y gran compañera, Lidia Amitrano, con quien compartió 70 años de su vida. La mujer falleció el 7 de abril pasado. En total, tuvieron 5 hijos, 27 nietos y 33 bisnietos.
Su camino dentro de la prensa católica continuó y en 1957 fue convocado por el presidente de la comisión de comunicaciones de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Antonio José Plaza, arzobispo de La Plata para que colaborara con ellos para afianzar la Agencia Informativa Católica Argentina. En paralelo, fue columnista de Esquiú, El País desde Rosario, Aquí Molinos y Gente; colaboró con la agencia Télam durante 10 años y participó de los 60 años del programa televisivo Parlamento 13.
Todo esto lo llevó a ser presidente del Club Gente de Prensa, que reúne periodistas católicos de la Argentina y conformó el Consejo Directivo de la Federación Internacional de Agencias Católicas (FIAC).
Durante las visitas de Juan Pablo III a la Argentina, Miguel estuvo a cargo de las oficinas de prensa; del VIII Congreso Eucarístico Nacional; y de la Comisión de Prensa del Primer Congreso Catequístico Nacional.
Su trabajo fue tal, que en 1986 el propio Juan Pablo II ordenó que se le entregara el título pontificio de Caballero Comendador de la Orden de San Gregorio Magno. En ese sentido, también fue declarado como Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires en el ámbito de la comunicación.
A lo largo de toda su trayectoria, Woites logró adaptarse a los cambios que la tecnología impuso a los medios de comunicación, así como también supo hacer lo mismo con los cambios que sucedían dentro de la Iglesia Católica.