La ciudad de Buenos Aires es retratada por sus habitantes de mil formas en las redes sociales. Las postales de edificios históricos, cúpulas famosas, confiterías, así como sus calles con galerías de lapachos rosados y jacarandás suelen ser compartidas entre amigos, quienes nunca dejan de asombrarse por la belleza, aunque ya lo hayan visto mil veces, como el Obelisco al atardecer.
Facundo Asensio, del barrio de Barracas, es una de esas personas que se maravilla con los paisajes cotidianos pero en lugar de ser espectador, es un generador de esas imágenes que se viralizan. El joven de 26 años, creador de la cuenta de Instagram @DailyBsAs no es un fotógrafo de profesión que dedica su tiempo libre a la ciudad. Él es un técnico electrónico que empezó a hacer fotos, con un celular sencillo en horas del trabajo, aprovechando su acceso a edificios y terrazas. “Yo trabajaba en la calle haciendo instalaciones de Internet. Con lo cual recorría mucho la ciudad e iba sacando muchas fotos y videos. En principio eran más las fotos. Y las estaba publicando en mi cuenta personal, pero como no quería llenar mi cuenta, decidí crear una para Buenos Aires”, explica.
El fotógrafo tiene mucho de autodidacta, igual que su madre. Cuando tenía 12 años recuerda que durante unas vacaciones en Villa Gesell, donde solían ir, su mamá lo levantaba bien temprano para hacer fotos del amanecer. Al principio le costaba e incluso no tenía ganas de ir, pero después le fue tomando el gusto, tanto que heredó esa pasión. Sus primeras fotos fueron con una cámara digital captando esos majestuosos amaneceres frente al mar. “Hice un reel hace unos meses contando que encontré esa antigua cámara y decidí darle una nueva oportunidad”.
Todo comenzó en abril de 2019 recorriendo en auto toda la Capital, su zona asignada. “Conocí muchísimos lugares y empecé a apreciar la arquitectura. Y por el trabajo que hacía tenía acceso a la terrazas de los edificios. Entonces, tenía vistas que muy poca gente tenía. Todos los días, de distintos lugares de la ciudad”, relata.
El técnico redescubrió la ciudad cuando empezó a frecuentar la zona de Retiro con todos su palacios: el Paz (Santa Fé 750), el Estrugamou (Juncal y Esmeralda), el San Martín (Esmeralda 761). Había visitado varias veces el edificio Kavanagh, pero no sabía lo que representaba. Igual que el museo Fernández Blanco con su patio andaluz (Suipacha 1422) donde también hizo unas instalaciones. “Y así fui descubriendo muchísimos lugares y informándome y a su vez compartiéndolo en la página”, detalla.
Durante la cuarentena solo se detuvo un par de semanas. Como su trabajo fue declarado esencial, continuó recorriendo las calles porteñas, donde pudo capturar paisajes solitarios, como el de Caminito, en La Boca que suele ser un hormiguero, o el Obelisco, sin una sola persona.
El número de seguidores de su cuenta iba creciendo lentamente, por aquellos que buscaban alguna foto desde un ángulo inesperado. Siempre había algo por descubrir. A la cuenta, le puso nombre en inglés, inspirado en diarios ingleses y neoyorquinos. Le gustó para seguir la consigna que se puso: subir todos los días una foto.
Luego, invirtió en un buen teléfono con una cámara que marcó la diferencia en cuanto a la calidad de imagen y empezó a filmar sus primeros reels. Los videos se consumían más que las fotos y apostó por eso. “Fue una evolución constante y le fui buscando la vuelta para generar mayor interacción”, dice quien se considera metódico y constante para las publicaciones que lleva adelante. Dice que sus seguidores valoran mucho la información que sube a cada material, para visitar esos lugares. Ya sabe qué contar y cómo. En pocos días, Facundo se recibe de Licenciado en Turismo y Hotelería.
En 2021 DailyBsAs aumentó su número de seguidores con un posteo sobre la estación Constitución donde logró destacar la arquitectura inspirada en un castillo francés. Al mismo tiempo, empezó a hacer volar un drone. Primero tuvo un modelo básico y el año pasado invirtió en uno que tiene la posibilidad de girar la cámara para grabar en vertical y se mantenga la calidad de video. “También saqué fotos desde arriba, rememorando los tiempos cuando tenía acceso a las terrazas”, explica porque a raíz de la pandemia y que no podían ingresar a las casas, empezó a trabajar en forma remota, a asistir a los clientes por videollamada y alimentar su cuenta de Instagram los fines de semana. Facundo había empezado su trabajo como instalador y después continuó como técnico de soporte de Internet.
Operar un drone no es tarea sencilla y un error puede significar la pérdida total. Cuenta que en Puerto Madero hay mucho espacio libre y que puede hacer tomas a una buena altura, sin los problemas que representan los cables y árboles. “Cuando hice un video en la Diagonal Norte tenía que estar muy atento a los cables que cruzan de edificio a edificio y la avenida, porque prácticamente ya a esa altura no se ven y hay que tener mucho cuidado. Te llega a agarrar un cable y te rompe el dron. Entonces, te genera mucho estrés estar volando en esa zona”, explica.
A pesar del estrés, de correr el riesgo de perder el drone, cuyo cuerpo -sin contar las hélices- cabe en la palma de la mano -, logró tomar fotos aéreas con las que quedó muy satisfecho. Como las del Palacio Barolo (Av. de Mayo 1370), del Congreso y la Confitería del Molino (en la esquina del Congreso). También del antiguo Palacio de Correos, hoy Centro Cultural Kirchner, la Casa Rosada y el Ministerio de Defensa.
Los lugares que más lo impactaron a lo largo de estos cuatro años y medio que tiene DailyBsAs, fueron la Plaza San Martín y sus alrededores con todos los palacios, la esquina de Diagonal Norte y Florida, la Confitería del Molino y la Basílica María Auxiliadora (Hipólito Yrigoyen 3999) con su magnífico interior. Su hora favorita, la luz dorada del atardecer.
A pocos días de recibirse de licenciado en turismo, su plan es dedicarse de lleno a su cuenta de Instagram y dejar un día el trabajo de oficina. Por el momento, no le reporta muchos beneficios, más que el placer de estar donde le gusta y recibir invitaciones como influencer a lugares donde nunca llegaría de otra manera. También proyecta expandir su trabajo hacia otros destinos.