Las fuertes lluvias que se vieron en las Cataratas del Iguazú la semana pasada seguirán ocurriendo en el noreste del país hasta bien entrado el año próximo.
El lunes pasado en las Cataratas del Iguazú registraron un caudal 16 veces superior al habitual debido a fuertes lluvias y las imágenes del evento fueron alarmantes. En su momento más álgido se acumularon 24,2 millones de litros por segundo, mientras que el caudal normal es de 1,5 millones de litros.
Recién el viernes, después de permanecer casi una semana cerrado al público, el Parque Nacional Iguazú anunció que reabrirá sus puertas para recibir visitantes. Mientras tanto, la “Garganta del diablo”, la pasarela que da acceso al mirador, permanecerá cerrada hasta que se puedan reparar las pasarelas que fueron dañadas.
Aunque el caudal de esta semana haya llegado a un número más alto de lo normal, hace un año la zona del litoral atravesó una situación similar, cuando autoridades del parque nacional cerraron las pasarelas turísticas al recibir 14,5 millones de litros de agua por segundo. En esa ocasión, la Defensa Civil de Paraná había informado que 24 municipios fueron afectados, con inundaciones que dejaron más de 1.200 desalojados y casi 400 casas damnificadas.
Zonas afectadas
Las inundaciones en las Cataratas se deben a las fuertes lluvias que ocurrieron al sur de Brasil, explicó Alpio Costa, meteorólogo e investigador en el Instituto Antártico Argentino.
“Cuando uno va bajando en el mapa de Brasil hacia Argentina, los terrenos van descendiendo de pendiente, entonces eso va a dar lugar a en lo que en geografía se conoce como una cuenca, o una región que recolecta toda el agua que llueve y que drena hacia los terrenos más bajos”, describió Costa. “El nivel de un río en un lugar en particular está más afectado, no por lo que llueva en ese lugar sino por lo que llueva más al norte. Entonces, llovió muchísimo en las últimas semanas en el sur de Brasil, lo que hizo que se elevara el nivel del Río Iguazú y que obligara a cerrar el parque nacional.”
De hecho, este fenómeno natural terminó afectando a varias zonas del país.
“Quizás lo trasciende más Iguazú por la fama mundial que tiene, pero el río Uruguay, que es el que te separa Argentina de Uruguay, a la altura de las provincias de Corrientes y Entre Ríos está a niveles muy altos hace varios días,” señaló Costa. “En muchos puntos del río Uruguay se ha sobrepasado el nivel de evacuación, como en Concordia, Colón y Concepción del Uruguay.”
Lo malo de este fenómeno es que no se prevé un cese de días de lluvia en el corto plazo, sino al contrario. Se ve un acumulado en los pronósticos de lluvias importantes en el norte, cerca de Misiones o el sur de Brasil, que en consecuencia afectará al río Uruguay en la zona de Corrientes y Entre Ríos, agregó el meteorólogo.
El Niño y el rol del cambio climático
Las crecidas en los ríos y las inundaciones de los últimos días son un producto del fenómeno natural El Niño. La temperatura del océano pacífico a la altura del ecuador pasa por dos etapas distintas a lo largo del tiempo.
“Es una oscilación a lo largo del tiempo de temperatura del océano pacífico. Hay momentos en los que está más cálida de lo normal la temperatura, y hay momentos en los que está más fría de lo normal. Cuando el océano pacífico ecuatorial está más cálido de lo normal, hablamos de un período o fase Niño, y cuando está más fría de lo normal, sería Niña”, comentó Costa.
El Niño suele ocurrir en promedio cada dos a siete años y puede durar de nueve a doce meses. El Servicio Meteorológico Nacional por su parte estimó que en los próximos tres meses habrá un 100 por ciento de probabilidad de que continúen las condiciones que son producto del fenómeno natural.
“Quedan varios meses todavía– toda la primavera y todo el verano. El Niño lo vamos a tener hasta el comienzo de otoño seguro”, explicó Costa. “Es probable que hasta marzo o abril tengamos una temporada bastante más lluviosa de lo normal en todo el este argentino, desde el noreste patagónico hasta el extremo norte de Misiones y Formosa.”
Está muy estudiado a nivel mundial que hay interacciones entre el fenómeno El Niño con el clima en otros lugares del mundo. Parte de esto tiene que ver con cómo el incremento de temperaturas en el océano pacífico ecuatorial interactúan con la atmósfera.
“El océano pacífico es gigante, y si uno toma toda la porción del pacífico ecuatorial, estamos hablando de una superficie gigantesca. Tenés un exceso de calor desde el agua al aire enorme, entonces se empieza a generar un desajuste en los patrones atmosféricos”, explicó Costa. “Cuando empieza El Niño en el océano, unos pocos meses después, se genera una especie de acople; se empieza a ver que la atmósfera responde a ese cambio en el océano.”
En Argentina particularmente, se ven asociadas las lluvias excesivas en el noreste con la presencia de El Niño. En el noroeste en cambio, se ve un efecto completamente opuesto donde hay un déficit de lluvia y una consecuente sequía.
La oscilación en temperaturas que se genera por El Niño es un fenómeno natural que se ha registrado desde hace décadas. Un interrogante que todavía está por verse es si el cambio climático eventualmente influirá en los efectos de El Niño.
“Lo principal en cuanto a las inundaciones tienen que ver con el exceso de lluvias, que está claramente asociado a El Niño en el noreste argentino y sur de Brasil,” aclaró Costa. No está asociado estrictamente al cambio climático, pero no hay que olvidarse que en un planeta más cálido, se pueden generar efectos desconocidos hasta el momento.”