El famoso “Fitito”, también conocido como “la bolita”, o simplemente “el 600″, es un auto que ha acompañado el desarrollo y crecimiento de los argentinos como un verdadero clásico. Quizás sea el más querido. Incluso a pesar de sus reducidas dimensiones, ha sido un vehículo que recorrió el país cargado con portaequipajes en el techo, y con una familia a bordo, pero también ha sido el primer auto de un hijo que se independiza, y hasta un auto de carreras accesible para quienes querían despuntar el vicio por el vértigo en una pista.
Con motivo de la apertura de Museo del Fitito, una caravana de Fiat 600 partió este domingo por la mañana desde el Autódromo Óscar y Juan Gálvez (Avenida General Roca y Avenida General Paz) hasta el Playón Municipal de Caseros con el objetivo de romper el actual Récord Guinness de mayor concentración de este modelo de autos reunidos.
El récord actual fue realizado en España, cuando se reunieron 787 unidades. Hoy se esperan más de 700 autos en Caseros, por lo que hay muchas posibilidades de conseguir una nueva marca mundial tras la conseguida por la mayor congregación de Spider-man la semana pasada en el Obelisco.
Para lograr el objetivo, los dueños de “las bolitas” partieron a las 9 horas y tras desfilar por la autopista ingresaron al partido de Tres Febrero, donde también se encuentra el museo. Este lugar abrirá de miércoles a domingo, de 10 a 16, con cupos de 20 personas por visita guiada que dura aproximadamente unos 45 minutos.
Quienes lo visiten podrán conocer en profundidad la rica historia de este emblema de la industria automotriz argentina. Allí también encontrarán un simulador, publicidad de época, piezas mecánicas únicas, autopartes originales y modelos itinerantes.
El museo del Fitito no tendrá autos permanentes en exposición, sino que será una muestra dinámica. La capacidad del espacio permite que haya entre cuatro y cinco unidades, de modo que después de un tiempo, se produzca un recambio por otros que tengan algún valor especial, tanto por su estado de conservación original, por su preparación particular o su valor histórico.
Verdaderas reliquias: la palabra de sus dueños
El auto de Magalí luce impecable y aseguró que “tiene 9.800 kilómetros y todos los accesorios originales”, al ser entrevistada por TN.
Otro fanático, en tanto, dijo que lo compró “cero kilómetro en el año 84″ y que en ese año “apenas pagaba 99 pesos de patente”. Y para que no quedaran dudas, mostró ante la cámara de TV el comprobante correspondiente.
Uno de los Fiat 600 más llamativos fue el de un herrero, que le puso mucho corazón y entusiasmo a su arreglo para que hoy luzca impecable. Su estructura está hecha completamente en hierro forjado color plateado y por eso se puede observar todo su interior.
“Lo encontré tirado abajo de un árbol. Es del año 74. Fue un experimento y ahora estoy haciendo una versión evolucionada con unas fusiones que lo van a hacer único”, aseguró su dueño. A pesar de las transparencias y la poca protección, bromeó: “Es más seguro que una moto”.
Otra de “las bolitas” que más llamó la atención fue una que estaba cubierta por más de 10 mil tapitas de gaseosas en color blancas y rojas. Además, tenía el mapa de las Islas Malvinas en la parte trasera, donde está el motor, también dibujado con tapitas.
“Es del año 77 y la mecánica la conservo original. Solo le hice la intervención en la chapa y para eso utilicé 10.900 tapitas. Adentro le puse paneles y equipos de música. Lo tengo desde hace 5 años”, contó el fan.
La historia del “fitito”
En Argentina, el Fiat 600 se fabricó por primera vez el 8 de abril de 1960, en la planta de Fiat Concord, en Caseros, en la calle Wenseslao del Tata, que los primeros modelos fueron ensamblados con carrocería argentina y mecánica italiana.
Cuatro años después, ya con la segunda planta en el mismo partido, donde hoy Stellantis fabrica Peugeot y Citroën, la producción ya era completamente argentina. El “fitito” tuvo una producción de 294.197 unidades en 22 años, durante los cuales se produjeron distintas versiones con cambios de carrocería y motorización.
El “fitito” argentino tuvo cinco versiones. En 1960 nació el original que sólo se llamó Fiat 600, en 1962 comenzó la producción del 600 D m que incorporaba un motor de 767 cm3. En 1965, ya con la segunda planta, llegó el 600 E, en el que se cambió la apertura de puertas hacia atrás, por las convencionales hacia adelante. Empezando la década del 70 llegó el 600 R, con mayor potencia que ahora llegaba a 36 CV, mientras que la última evolución fue la del 600 S, el “Fitito” el más veloz y potente que tenía 863 centímetros cúbicos.