Desde hace meses, lobos marinos aparecen muertos en las costas del sur del país en medio del brote de gripe aviar. En Río Negro, se registraron desde el inicio de la epidemia más de 1.200 mamíferos muertos.
Los primeros casos en esa especie se habían detectado a principios de agosto en Tierra del Fuego, y luego la infección fue adquirida por animales que se encontraban más al norte, hasta en los puertos de Quequén y Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires. Con el correr del tiempo, el virus altamente patógeno no hizo más que expandirse a otras especies.
En ese sentido, para mediados de septiembre, se habían registrado ya más de mil muertes de lobos marinos en todo el país. Sin embargo, el brote continuó y la cifra aumentó considerablemente.
Solo en la provincia de Río Negro, el total de casos registrados en esta especie desde el inicio de la epidemia es de 1.200, de los cuales 801 se encontraban en el área natural protegida Punta Bermeja, a unos 45 kilómetros de Viedma. La cantidad de animales muertos encontrados en este lugar obligaron a las autoridades a cerrar la zona al público por al menos 21 días, de acuerdo con la información a la que pudo acceder Télam.
En Punta Bermeja existe una colonia de lobos marinos de uno y de dos pelos, que es considerada una de las más grandes de Sudamérica, con más de 4.00 ejemplares de forma permanente.
De igual forma, el Comité de Crisis explicó que “los números a nivel general en el territorio provincial, y específicamente en Punta Bermeja, están registrando en las últimas semanas una tendencia decreciente en la mortandad de ejemplares”.
Al respecto, la secretaria de Ambiente, Desarrollo Sustentable y Cambio Climático de Río Negro, Dina Migani, precisó que, “además de las áreas naturales protegidas, La Lobería y Pozo Salado, entre otras, está disminuyendo la mortandad de lobos marinos”.
“Con el comité de crisis cada 15 días, primero con un recuento de los lobos que van muriendo en cada zona costera, desde la ciudad de Sierra Grande hasta Viedma”, agregó sobre cómo afrontan la crisis epidemiológica desde el Ejecutivo provincial.
En ese sentido, mencionó que el comité se puso en contacto con especialistas en la materia, quienes “aconsejaron mover lo menos posible los cadáveres para evitar la circulación del virus”.
“Esto es lo que hicimos, en virtud de que en las playas hay circulación de gente, de animales, colaboramos con el Municipio de Viedma consiguiendo las maquinarias para remover y enterrar los cuerpos de los lobos, sobre todo en la playa del balneario El Cóndor, la más concurrida” y cercana a la capital rionegrina”, aclaró.
La situación más compleja se encuentra en Punta Bermeja, donde yacen los cadáveres de los lobos marinos, algo que generó las quejas de los vecinos, según afirma el medio local Diario de Río Negro.
Al respecto, la funcionaria explicó que, como se trata de una zona de acantilados, “es imposible bajar con maquinaria”, por lo que garantizó que el Comité trabaja en diferentes pruebas piloto para la remoción de los cuerpos. “Una de esas alternativas que probamos fue con el acompañamiento de bomberos voluntarios para quemar un cadáver de lobo marino para medir cuánto combustible hace falta y si era factible este método”, mencionó. Sin embargo, estos intentos fracasaron.
Ahora, buscan “bajar con cuatriciclos o fourtracks, y a través de bandejas y con ayuda de una marejada alta acumular todos los lobos en un sitio y ver si la propia marea retira estos cuerpos”.
La zona es uno de los puntos turísticos de la región, por lo que crece la preocupación entre los comerciantes de cara a la temporada de verano. Frente a esto, la secretaria de Ambiente expresó que “la salud de las personas es más importante”. Mientras tanto, el resto de las playas continúan abiertas.
En medio del brote de gripe aviar, Migani instó a los ciudadanos a tomar los recaudos necesarios para evitar que el virus se propague entre más animales o, incluso, a los humanos. Así, recomendó “no acercarse a los lobos y no ir con mascotas a la playa”, puesto que “tampoco se sabe si hay mutación del virus mamífero a mamífero, hecho que podría se peligroso para la exposición de una mascota o un ser humano”.