Para cuando este relato vea la luz, El Plan de la Mariposa, una de las bandas más convocantes de la actualidad, estará haciendo su segundo Luna Park.
Nada mal para estos 5 hermanos y sus dos amigos que desde Necochea hace más de quince años salieron a presentar su música al mundo.
Una genuina mixtura de psicodelia, rock y folclore, de letras coloreadas con fantasías dentro de rítmicas ambientales.
Desde el nombre ya sugieren ámbitos novedosos. Relajados, elevados.
Cuando escuchas discos a modo de ocupación fundamental en tu vida desde hace 45 años, es inevitable que todo lo nuevo que aparece te remita a otra cosa. Cuando escuché El Plan de la Mariposa, mis papilas gustativas cerebrales me llevaron a The Waterboys, esa gloriosa banda surgida de los bosques irlandeses con un frontman todo terreno llamado Mike Scott. También algo me sonaba a las atmósferas de Prefab Sprout, que llegaban en 1986 desde la campiña inglesa de la mano de Paddy McAloon, un genio de refinada locura , creador de varios himnos que hoy mismo encuentran nuevas versiones de artistas de diferente extracción.
Además, lejos del mundanal ruido ciudadano, apartados de zonas conflictivas, siempre, desde Crosby, Stills, Nash & Young hasta Arco Iris, nos llegaban extravagantes sonidos folkies que alegraron nuestras existencias.
El Plan de la Mariposa son los trillizos Maximo, Valentín y Camila Andersen quienes empezaron con la historia, a la que enseguida se sumaron dos de sus hermanos mayores, Sebastián y Santiago, para empezar a rodar la banda.
Con una historia familiar de músicos, sus padres, abuelos y bisabuelos eran músicos, su herencia fueron zapadas familiares diarias más algunos antiguos instrumentos que dotaron a sus oídos de singulares discernimientos.
Pensé que nadie mejor que Sebastián, el cantante de la banda, para contarme todo.
“Somos una banda de Neco, nacidos allá, muy vinculados al mar, con el campo, el río, los parques, las lagunas, con los pájaros, las plantas. Siempre muy ligados a todo eso, entre campamentos, cocinadas al fuego en muchos días de playa. En esa atmósfera fuimos criados, una niñez linda con unos padres que trabajaban muchas horas por dia pero siempre se las arreglaban para hacer cosas lindas en familia. Somos 6 hermanos, 5 somos El Plan de la Mariposa. Papá llegaba de trabajar y agarraba la guitarra a modo de relax. A mamá le gustaba eso y se sumaba. Ahí nos nació la idea de hacer música, a mamá la ponía bien eso. Sumado a una cantidad de instrumentos raros que había en casa, de abuelos, bisabuelos, tartarabuelos... violines, acordeones antiguos. Mi abuelo tocaba la bandónica, que es un bandoneón chiquito. Así que siempre hubo mucha música en el ámbito familiar, en los asados, en las fiestas.
Cuando éramos chiquitos veíamos a mamá haciendo círculos de tambores en encuentros de mujeres que organizaba para meditaciones de muchos tipos.
Vivíamos en las afueras de Necochea, en una zona de muchas granjas y quintas. Ahi se hacían esos encuentros que eran como rituales, de viajes para ir hacia adentro, indagando en que nos pasa como seres humanos viviendo en este plano, le dio un marco al uso de la música para interiorizarnos. Ya un poco mas grandes participábamos de esos temazcales, de esos viajes de tambores, de esos círculos, eso duró hasta el 2013 que mamá falleció.
Nuestro primer disco es del 2011 “Brote”, un par de años después salió “Trance Habitante”. Un poco después de eso falleció mami, ahí empezamos a trabajar en el próximo album que finalmente salió en 2015 “Danza de Antalgia”, que tuvo mucho que ver con eso. Imagínate que a 5 del septeto que somos se nos había muerto la madre. Hay mucho de ella en ese disco.
Entonces decidimos venir a la capital, ya habíamos venido a tratar de hacer algo, tocábamos en Vuela el Pez y en un centro cultural que era en un sótano en Bulnes y Guardia Vieja que se llama El Imaginario Cultural. Tocamos un montón, pero con ese disco del 2015 hicimos un Niceto.
Todo empezó a tomar otra fuerza, las cosas funcionaron diferente. Todo esto que hacemos con mucha entrega y amor, que nos encanta, ya nos permitía salir de gira.
Eramos de agarrar la mochila y salir de viaje, desde antes de la música. Con mi hermano Valentín que es el que compone conmigo, fuimos al norte argentino en 2009, Bolivia, Perú, Brasil. Tocando la guitarra en restoranes, en las calles. Después con dos amigos mas y la misma mochila fuimos a Europa, mismo plan de tocar en calles y restoranes. O sea lo de las giras para tocar siempre estuvo, pero ahora era diferente.”-
El Plan de la Mariposa son Sebastian Andersen mas Valentín Andersen en guitarra y voz, Santiago Andersen en violín y segunda guitarra quien también se encarga del arte de las tapas, Camila Andersen que canta hermoso, Máximo Andersen en teclados y acordeones, mas Juan Ropero en batería y Andrés Nor en bajo. Sus shows son celebratorios, sus discos son buenísimos, aunque quizás lo que mas se hace notar en ellos son sus producciones audiovisuales. Hay documentales cortos, entre videoclips y pequeños films de sus shows. Trabajan, mucho y bien estos chicos. Tiene ya 5 discos y un montón de minidocumentales de canciones grabadas entre tours y performances, desde el norte argentino hasta Alemania. El sueño que alguna vez realizaron Leon Gieco y Gustavo Santaolalla “De Usuahia a La Quiaca” subidos a un montón de canciones, El Plan de la Mariposa lo está llevando de Necochea a Indonesia.
Ya no hay límites para el talento, imaginemos a Gustavo Cerati con redes sociales.
Siempre la música derribando fronteras y prejuicos hace bien a la humanidad.
Sigue Sebastián: “Con nuestras ganas de hacer giras conseguimos un colectivo doble camello viejísimo, hecho pelota. Mi viejo es muy fierrero, yo también. Agarramos la amoladora y las soldadoras para transformar el cascajo. Lo arreglamos entero, le pusimos camas, cocina y baño. Hasta le tuvimos que cambiar la chapa porque estaba podrida por el tiempo, el viento y la arena. El bondi sesentoso estaba en Necochea. Ahí nos pegamos alto viaje con amigos músicos. Llevábamos un sonido, entonces en cada lugar que caíamos tocábamos a la gorra, vendíamos algunos discos y seguíamos viaje. El Viaje de la Isoca es un documental de todo el periplo que está en Youtube. Eso fue en 2014. En esos viajes íbamos subiendo temas de nuestros discos a las redes sociales. Cuando paramos editamos el disco, por eso la gente fue aumentando en nuestras presentaciones, ya cantando algunas de nuestras canciones agitando a pleno.
En 2017 sacamos “Devorando Intensidad”, en este está el tema “El Riesgo” que nos ayudó mucho. Que tiene que ver con estar super mal y encontrarte con una persona que te ayuda, te quiere sacar adelante involucrándose con el proceso, no solo alentando sino siendo parte. Bancando lo que está pasando confiando en que todo va a salir adelante.
Las giras empezaron a crecer, fuimos a lugares como Santa Fe donde nunca habíamos llegado, a Córdoba. Tocamos en Vorterix y en el teatro de Flores en CABA. Fuimos a Londres, Copenaghe, Hamburgo, Berlín. El disco lo produjo Edu Schmidt ex Arbol.
Un par de años después empezamos a hacer “Estado de Enlace” que sacamos en 2020. Justo en pandemia. Ahi hicimos una experiencia por redes sociales, en los primeros doce días que nos quedamos todos encerrados. Teníamos una casa que era medio un bunker donde convivíamos un monton de amigos entre músicas alquilado en Buenos Aires. Asi que se nos hizo medio fácil componer un tema por dia, nosotros y la gente en vivo por Instagram. Salió una obra original, algo experimental, quedó muy bueno por lo que se viralizó. Asi los días se nos fueron volando y terminamos presentándolo.
“A raíz de eso editamos el disco que habíamos hecho un año antes. La pandemia pasó, el camino estaba abierto por lo que salimos urgente a hacer directos. Algo que soñábamos aun antes de aprender a tocar bien los instrumentos, los shows volvían. Con las restricciones del caso empezamos a presentarnos. Tocamos como pudimos hasta que se abrió la vida otra vez, asi hicimos el primer Obras. No estaba lleno pero igual grabamos el primer disco en vivo. Al toque hicimos otro Obras que si se llenó de gente, por lo que dijimos: ”Si grabamos el primero grabemos éste que está mejor.”
Con dos discos en vivo llega lo del Luna Park, que también decidimos grabarlo y editarlo. Asi que tenemos 3 discos en vivo que es lo que hemos venido sacando estos últimos años. Nos encanta tocar y grabar los temas en los shows, es lo que mas satisfacción nos produce. El escenario con lo que se genera. Realmente estamos muy contentos con ese registro, el show del Luna quedó sarpado, con los de Obras aprendimos a pulir errores que en el del Luna Park se subsanaron. Ahora estamos terminando de grabar el proximo álbum de estudio con 11 canciones nuevas”.
“También motivadísimos con el Luna Park que vamos a hacer ahora, dos Lunas en un año es un regalo. Encima venimos de una gira por Mexico, Colombia, Chile. Fuimos a Uruguay, muchas provincias de Argentina. En diciembre nos vamos para el sur pero antes, después del Luna, nos vamos a Irlanda y España. Ya hemos grabado algunos temas con artistas de alla. Va a ser un viaje lindo, interesante y divertido, estar tocando por alla con muchas cosas para hacer todos los días. Nos encanta poner nuestra energía en todo esto.”
Obviamente hay mucho más atrás de todo esto que me contaba Sebastian Andersen.
Mucho material fílmico y musical que nos muestra el enorme crecimiento de uno de los grupos mas interesantes de nuestra escena. Da gusto verlos tocar, escuchar sus discos sabiendo que nuestra música está tan saludable.
Aun en los peores momentos de nuestra historia, la música nos saca de las asperezas por unos ratos que después serán recordados con cariños y agradecimientos varios.
Esta es una historia que está aun en sus comienzos, El Plan de la Mariposa tiene todavía muchas páginas para escribir. Conmueve y emociona el relato de estos 5 hermanos que siguiendo un hermoso legado familiar, hoy están recogiendo aplausos y vibraciones positivas de un público que los cuida y sigue llenando estadios y boliches. Todo muy merecido.
Y un aviso para padres, mandarlos a la escuela es básico, pero influirles a nuestros hijos habitualidades que les eleven el alma es indispensable.
Como decía el sabio sueco del siglo XVI Emanuel Swedenborg, la única forma de elevar esa mezcla de moléculas y químicas inórganicas que todos poseemos, y que algunos llaman alma, es a través del arte.