Octubre fue un mes lleno de noticias de incendios forestales que se desencadenaron en más de la mitad de las provincias del país. Esta semana, un foco activo en Mendoza afectó a más de 4.000 hectáreas y provocó la evacuación de casi 200 personas. El viernes pasado, un incendio en Córdoba –propagado por fuertes ráfagas de viento– provocó un rápido avance de las llamas y causó el corte total de la autopista que une a la capital provincial con la ciudad de Carlos Paz por la visibilidad reducida que generaba el humo.
En algunas situaciones, las llamas llegaron a tan grandes dimensiones que se tuvieron que sumar aviones hidrantes y helicópteros para apagar el foco activo. Ese fue el caso de Salta, cuando un incendio en Cafayate la semana pasada hizo que se movilizaran 15 brigadistas, bomberos y voluntarios junto con un avión hidrante del Servicio Nacional de Manejo del Fuego para controlar las llamas. También ocurrió el 5 de octubre en Catamarca, cuando un incendio destruyó a más de 2.000 hectáreas del Cerro Ambato. Según la Brigada de Incendios Forestales, en lo que va del año hubo un incremento del 24,3 por ciento en incendios en esta provincia. En total fueron 235 los fuegos registrados en comparación con los 189 que se notificaron durante el 2022.
Entre las otras provincias que fueron afectadas por incendios de las últimas semanas estaban Salta, Jujuy, Formosa, Chaco, San Luis, San Juan, Tucumán, Corrientes, Misiones, La Pampa, Buenos Aires, Chubut y Tierra del Fuego.
Las condiciones perfectas para un incendio
Gustavo Nicola es Comandante General del Consejo Nacional de Bomberos Voluntarios y estuvo junto a su equipo las últimas semanas combatiendo los incendios forestales que hubo en Mendoza, Córdoba y San Juan. El Consejo está compuesto por 1.100 instituciones y más de 58.000 bomberos que colaboran en cualquier caso de siniestros– no solamente de incendios forestales.
Aunque Nicola vive en Córdoba, cuando surgen incendios de envergadura, casi siempre comprende el viaje al foco activo y lidera la contención de las llamas. Además, es el director nacional del área del Consejo desde el cual se coordina la intervención de las distintas brigadas de todo el país a la hora de una emergencia. En su conversación con Infobae, Nicola contó que le debe la prevalencia de estos últimos incendios a varios factores.
“En estos últimos incendios, el agravante que tuvieron fue la gran velocidad de los vientos. En Mendoza, hubo vientos Zonda, que las ráfagas llegaron hasta 120 kilómetros por hora,” contó Nicola. “Eso, sumado a la sequía que hay tanto en la zona de Mendoza como en la de Córdoba, también agrava la situación y da mayor propagación a los incendios forestales.”
Además, explicó el rol del cambio climático, que también contribuye a la generación de condiciones propicias para incendios forestales.
“Esto es todo por consecuencia del cambio climático que está viviendo el mundo, y dado que las sequías de los dos años pasados fueron muy prolongadas en nuestro país, se produjo una gran sequía que, sumado a la carga de fuego, las altas temperaturas y los fuertes vientos, hacen que los incendios se propaguen más rápidamente.”
Es por esto último que en Argentina los incendios forestales se producen en las diferentes regiones y provincias de acuerdo a la época del año. Entre los meses de diciembre a marzo las provincias del sur tienen un riesgo elevado de incendios forestales. Desde octubre hasta marzo, las provincias de Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco y Buenos Aires son las que cuentan con el mayor riesgo. Para las provincias de Córdoba, Catamarca, La Rioja, Mendoza, San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero, Tucumán y todo el norte del país, el riesgo comienza con las primeras heladas de mayo y se extiende hasta noviembre.
Intervenciones humanas
En el 95 por ciento de los casos, los incendios forestales son producidos por intervenciones humanas, según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Entre las primeras causas se encuentra el uso del fuego para la preparación de áreas de pastoreo, y entre otras prevalecen las fogatas, las colillas de cigarrillos mal apagadas y el abandono de tierras. Estas intervenciones, sumadas a los factores climáticos ya mencionados, influencian la propagación del fuego y la severidad del incendio.
“Lamentablemente, en casi todos los incendios, está la mano del hombre de por medio. No quiere decir que sean todos intencionales, sino por impericia, por descuido o por accidente, el hombre casi siempre está presente cuando hay un incendio forestal,” añadió Nicola.
Así fue el caso en el barrio 400 viviendas de Córdoba, donde tuvieron que evacuar a 30 habitantes porque un vecino habría reconocido haber prendido una fogata para calentar agua en una pava para hacer un café, de acuerdo a medios locales. Aunque el incendio se originó en las edificaciones de la zona, el fuego avanzó sobre el bosque cercano al barrio.
Bomberos voluntarios
Para Gustavo Nicola es importante reconocer el rol que tienen los bomberos voluntarios a la hora de contener catástrofes naturales.
“El 85 por ciento de la siniestralidad de los incendios son trabajados por bomberos voluntarios. Hay lugares en los que no hay otra cosa más que bomberos,” comentó.
Lo mismo sucede en cualquier otro tipo de intervención, como por ejemplo en el caso de las inundaciones.
“El día lunes había tres provincias trabajando en incendios forestales y otras tres provincias trabajando en inundaciones–todas con bomberos. En este momento, están trabajando muy fuertemente en la zona de Chaco, Formosa y Misiones, coordinando con la evacuación y el traslado no solamente de las personas, sino también de materiales y de animales”, contó. “Este fin de semana tenemos alerta roja en Misiones porque está pronosticado que van a caer más de 200 milímetros de lluvia.”