Jorge Navarro y el primer disco de funk argentino que musicalizó una telenovela de Leonor Benedetto

En 1978, y luego de una gira exitosa por Latinoamérica y los Estados Unidos, el pianista Jorge Navarro reunió a una troupe de grandes músicos para grabar el que es considerado como el primer disco de funk criollo, “Navarro con polenta”

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Luego de una exitosa gira por América Latina y los Estados Unidos, Navarro regresó a la Argentina y grabó "Con polenta", donde apareció el primer funk local
Luego de una exitosa gira por América Latina y los Estados Unidos, Navarro regresó a la Argentina y grabó "Con polenta", donde apareció el primer funk local

Tenía en mente media docena de comienzos para esta plática acerca de uno de mis discos vitales. El disco que terminó de formar mi ADN musical.

Ante el dilema del inicio, opté por ir de ahora para atrás.

Hace unos días cumplí 64. “When I´m Sixty Four” cantaban The Beatles en Sgt. Pepper. De ahí que siempre tomé los 64 como un límite. Podías pretender envejecer como el de la canción, patéticamente digamos. O bien pasar de eso. Una opción que solo tenés a los 64.

Lo que me pasó es que un disc jockey amigo, Rana, no se como se llama ahora como DJ pero para mi es Rana, apareció con un regalo que más allá de inesperado era consagratorio.

Ocurrió que después de 40 años de haberlo perdido en manos del tiempo y los porvenires que suponía a mis 20 serían mejores, DJ Rana me regaló el disco de Jorge Navarro “Con Polenta”.

Desde mi, el disco argentino más funky que alguna vez haya grabado un músico nacional.

“Con Polenta” es al funk argento, lo mismo que “Headhunters” de Herbie Hancock significa para el funk norteamericano.

Jorge Navarro, uno de los más grandes pianistas argentinos
Jorge Navarro, uno de los más grandes pianistas argentinos

Fundamento esto en que antes de “Headhunters”, disco que Hancock grabó en 1973 con un grupo de amigos y compañeros de estudios musicales todos debutantes (entre los que estaba el genial baterista Harvey Mason) el funk era medio tomado en joda por las elites musicales. Bastó la edición de “Headhunters” para que el mundo se diera cuenta que estaba ante algo nuevo en serio. Rompiendo rankings y records de venta, hoy es un clásico a la altura de “Kind of Blue” de Miles Davis o “Heroes” de David Bowie. Hasta fin del siglo pasado era el disco de jazz más vendido de la historia.

Lo que sucede con el disco de Navarro es que hasta el momento de su edición, el funk argentino no existía. Directamente eso. Aparecido originalmente en 1978, fue tan disruptivo como progresista.

El disco que me obsequiaron ahora es una edición del prestigioso sello alemán Altercat Records que acaba de sacarlo a la cancha con gran regocijo de toda la cofradía jazzística europea. La versión de “Black Dog” de Led Zeppelin que abre la placa es hoy un éxito de difusión en muchas radios como Radio4 de Dublin y la Cafe Roma Jazz italiana. Todo el disco es un compendio del mejor funky jazz que uno puede escuchar en cualquier ciudad del planeta.

Si creen que exagero, lo de siempre. Probar con escuchar la música. Mejor que hablar de música es escucharla, y mucho mejor que escucharla, descubrirla.

Jorge Navarro, Black Dog, El Tema De Led Zeppelin Que Versionó En Su Álbum Navarro Con Polenta

Grabado a instancias del gran Alfredo Radoszynski, una de las páginas más importantes en la historia musical argentina, impulsor de Astor Piazzolla, Vinicius de Moraes o Les Luthiers por ejemplo, comenzaron las sesiones en enero de 1977, terminaron en marzo y para mediados de año salió a las disquerías.

Recuerdo perfectamente cómo me enteré que existía “Con Polenta”.

Una historia que dista de ser épica, más bien es de una vulgaridad aplastante. Me recuerdo en una fría noche a mis 17, váyase a saber porqué me había quedado en casa. Mi padre se fue a escuchar programas de tango o jazz en la cálida soledad de la cocina. Mientras mi mamá miraba algunas novelas subidas de tono en la tele. Me senté en el sillón al lado de ella comiendo papas fritas ya que mi viejo me había dado salida por el ruido que hacía. No sabría decir cuál era el conflicto en la novela, pero cada vez que el galán besaba a Leonor Benedetto sonaba una música hipnótica, caliente, poderosamente amable. Me recuerdo también esperando el final de la historia, ya que en el roll de títulos al final solían poner las canciones que habían sonado. Ahi leí –” Música incidental. “Después de la Polenta”. Jorge Navarro”-.

Al otro día fui al Agujerito de la Galería del Este, para pedirle a Dani Nijenshon el disco de Jorge Navarro. Ahí mismo me picó “Black Dog” y algo de “Funk Yourself” del brasileño Eumir Deodato y listo. Sentí que mi vida iba a cambiar un poco más cuando lo escuchara completo.

Jorge Navarro, que está siempre activo con un montón de geniales proyectos, tuvo un comienzo brillante para su carrera.

Apenas adolescente tocaba el piano en el Jamaica, un club nocturno legendario que estaba en el bajo porteño. Mientras esperaba su turno veía los shows de otros principiantes como el Chivo Borraro o Astor Piazzolla. Una de esas noches que hacía la suya, aparece en el club Ella Fitzgerald que venía de tocar en el Gran Rex, obviamente enseguida le pusieron un micrófono en la mano y la acompañaron al escenario, donde estaba tocando Jorge Navarro, y con él, versionó un par de canciones para beneplácito de los parroquianos, que jamás olvidaron el improvisado show porteño de la más grande cantante de jazz.

De ahí en más nada podía salir mal.

Jorge Navarro, Vamos Quedando Pocos, Un Tema Original Suyo Del Disco Navarro Con Polenta

Estamos a fines de los 50´s. Navarro tocaba en cabarets, boites y en la Asociación Cristiana de Jóvenes, donde algunas noches a la semana compartía jam sessions con el Mono Villegas o su gran amigo Leandro “Gato” Barbieri. En 1960 ya integraba Swing Timers con Walter Malosetti y el Negro González entre otros, un grupo de swing que aun sigue haciendo lo suyo. Unos meses después con Gato Barbieri arman la Agrupación Nuevo Jazz, además de tocar con su propio trío. Van y vienen hasta que en 1969, en plena explosión del nuevo rock argentino de Los Gatos y Almendra, surge The Sound & Co. Nada le interesaba menos que el rock incipiente a estos chicos provenientes del más genuino jazz, así que agarraron para otro lado.

The Sound & Co. eran avezados jóvenes provenientes de los cabarets y las noches bravas, a diferencia de los rockers que se juntaban en el colegio o en los clubes de barrio. A Jorge Navarro lo acompañaban el fantástico guitarrista Juani Amaral, Alfred Wulff en el saxo y la batería de Alberto Fernández Martín. Cada tanto se les sumaba el trompetista Fats Fernández. En 1970 contratan a Sound & Co para girar por Latinoamérica hasta USA.

Viajan con la misma camada de brillantes artistas del jazz hacia la meca, integrada por Sound & Co, Lalo Schiffrin que se va a Los Angeles para triunfar rápidamente en Hollywood. Gato Barbieri hace escala en NY para partir al tiempo hacia Europa donde un par de años después compone la partitura del gran film de Bernardo Bertolucci “Last Tango in Paris”, con la orquesta de Oliver Nelson. El Gato se consagra y vuelve a USA contratado por Impulse records. También fue de la partida el pianista Jorge Dalto que en Pittsburgh conoce al guitarrista George Benson y juntos encuentran un sonido que cambiará la forma de escuchar jazz para siempre. Cuando Benson tocó en Baires le dedicó los shows a Dalto de quién dijo " él encontró mi sonido”. Baby Lopez Furst que anda por el lado mas negro rondando Chicago y Jorge Calandrelli el brillante arreglador de grupos beats argentos.

Sound & Co por su parte, terminada la gira en USA deciden separarse. Navarro recién casado con su esposa Susy y noveles padres, hicieron la gira juntos quedándose seis años trabajando allá. Tocó con Ray Charles y Jim Hall en festivales varios, hasta que deciden emprender la vuelta. Un año entero se queda la flia Navarro en Puerto Rico, donde Jorge no toca el piano ni de lejos hasta que encaran otra vez para Buenos Aires.

Allí es donde aparece en escena Alfredo Radoszynski ofreciéndole la grabación de un disco solista. Su primer trabajo al frente de todo.

Jorge Navarro, Después De La Polenta, Tema Que Se Usó Como Música Incidental En Una Telenovela Protagonizada Por Leonor Benedetto

Ese caluroso verano del 77 se instalan en el mítico estudio ION, con don Alfredo y Carloz Piriz produciendo la gema.

Una banda de experimentados jazzmen, fogueados en Jazz&Pop, acuden al llamado. Son además de Navarro, su viejo parceiro Juani Amaral al bajo, Norberto Minichilo en la batería, Ricardo Lew con su guitarra pura efectividad y el percusionista Roberto Valencia, que venía de Soluna donde debutó Alejandro Lerner al lado de Gustavo Santaolalla y estaba en plena formación de Raíces con Beto Satragni, donde después aparece por primera vez Andrés Calamaro. Algo se estaba gestando en Buenos Aires.

¡Cáspita!, estos tíos ponían la vara alta en un distrito desconocido de nuestra música más elevada.

El funk no existía, tanto se ignoraba al respecto que en la tapa del disco, al costado de la impresionante foto de Jorge Navarro con su whisky en el piano, se sobreimprimió un círculo donde se leía Jazz-Rock. En alguna batea había que colocarlo en las disquerías.

“Con Polenta” empieza a toda polenta con la versión más funky conocida hasta hoy de “Black Dog” de Led Zeppelin, que todavía eran algo muy exotico por estos lugares del mapamundi.

Una curiosidad personal estuve pinchando discos en Mendoza, en el patio de la feria del libro hace unas semanas, y puse esta canción para empezar y listo. Las personas que iban caminando por ahí se sentaron a escuchar lo que venía. Navarro cada vez que lo veía me preguntaba si la seguía pasando en la radio para hacerme el intelectual y me contó Rana, que nunca había escuchado este disco, entonces decidió comprarse uno para usar él. Si pensamos que tiene 45 años es una estupidez. Podrían haberla grabado anoche. No importa cuando leas esto.

Entonces aparece el primer original compuesto por Navarro “Vamos Quedando Pocos”, un funky donde todos se lucen, al mismo tiempo. Arreglado con un buen gusto que lo hace parecer un clásico de Grant Green. Hay que tener un inmaculado paladar negro para componer algo así. Minichilo luce increíble dando palos acá.

La tapa del disco Navarro con polenta en su nueva edición con el vinilo colorado
La tapa del disco Navarro con polenta en su nueva edición con el vinilo colorado

La kermesse sónica multidimensional propuesta en todo el álbum continua con “Lucky Southern” de Keith Jarret. Southern Soul americano del mayor calibre. Todo lo que pueda decir al respecto de esta canción está de más. Seguro me avergonzaría tener que hablar de Keith Jarret. Solo decir que este es un tema que le escribió a Airto Moreira, el gran percusionista brasilero que dicen que tocó con Miles Davis, quien la grabó en 1972 en su disco debut.

El lado A termina con una composición del uruguayo Valencia, “Repartamos el Funky”. El Negro Valencia era el percusionista mas requerido en esos dias dentro del rock y el jazz agentino. Aquí se notan sus influencias candomberas, mezcladas con las adquiridas transitando nuestros escenarios. Esta canción especialmente tiene una línea de brasses, dirigidas por el inmenso Oscar Cardozo Ocampo. Esos vientos le otorgan unas ínfulas únicas a la interpretación.

El lado B de “Con Polenta” empieza con un infierno rítmico que se llama “Funk Yourself” del genial Eumir Deodato. Que Navarro haya elegido un tema de Deodato era más un statement que una elección artística.

Dos cosas sobre Deodato para los que no lo conocen.

1. Fue el arreglador musical del disco “Killing me Softly With His Song” de Roberta Flack .

2. Hizo la música de 2001 Odisea del Espacio de Stanley Kubrick.

Un brasilero que era el amo del sonido de esos años. Aquí se lucen todos otra vez, pero a otra velocidad.

“Great George” es de Joe Farell. Supongo que dedicado a George Benson con quien Farell tocaba. También fue flautista y saxofón de Aretha Franklin, Hall & Oates, Jimmy Garrison, Elvin Jones y Santana. También hacer un tema de este tipo era una forma de Jorge Navarro de marcarnos un camino a seguir. Un derroche de teclados y percusión que sobre el resto de la banda eleva la jugada. La técnica de la guitarra de Lew en este tema remite al estilo que hiciera casi popular el guitarrista de Eumir Deodato que se llamaba John Tropea. Una belleza que es inalterable al paso del tiempo.

El final tiene la canción del teleteatro nocturno “Después de la Polenta” del propio Navarro. 8 minutos de hot jazz. el mejor Jorge Navarro que conozco. Prolijamente relajado, es el fin de fiesta ideal para esperar que se vaya el humo y bajen los vahos del fino licor.

El disco en total no dura más que 40´. Como un buen show de funky jazz.

José Colángelo, Bobby Flores y Jorge Navarro
José Colángelo, Bobby Flores y Jorge Navarro

Recuerdo de la misma manera a mi encuentro con el disco, una presentación en Jazz&Pop en 1981. Jorge Navarro gritando y gesticulando ante toda nota bien puesta, su trio mas el gong de Nestor Astarita y el aporte del Negro González a dos bajos, uno eléctrico y el otro acústico. El público eufóricamente cool celebrando sutilezas, la atmósfera única de esos lugares adecuados y genuinos. Una noche que a un pibito de 20 años le queda para siempre en el disco rígido de su memoria.

“Jorge Navarro Con Polenta”, ahora masterizado especialmente para esta edición en Europa, es uno de esos discos que hacen bien.

Hacen bien al alma, al oído y al orgullo criollo.

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