Aeropuertos de gran parte de la Argentina se sumaron desde hace días a una conmovedora campaña para reclamar la liberación de los 224 rehenes que el grupo terrorista Hamas mantiene en cautiverio desde el pasado 7 de octubre, día en que se cometió uno de los peores ataques antisemitas desde el Holocausto.
Aeropuertos Argentina 2000 -perteneciente a Corporación América-, se ha solidarizado en más de diez aeropuertos y 150 pantallas sumándose a la campaña mundial #liberenlos o #bringthemhome pidiendo por la liberación de los 224 rehenes israelíes secuestrados por el grupo terrorista Hamas, entre los que se encuentran una veintena de víctimas de origen argentino.
Alejandro Pitashny, presidente del Templo Libertad -primera sinagoga de la Ciudad de Buenos Aires-, perteneciente a la Red Judaica, agradeció profundamente a Eduardo Eurnekian por ofrecer múltiples espacios de los aeropuertos que administra para una de las causas más dramáticas de los últimos tiempos. Pitashny también agradeció a Martín y Hugo Eurnekian, quienes también se solidarizaron con esta causa humanitaria y ayudaron a comunicar el pedido de la liberación inmediata de los 224 rehenes capturados en Israel y de los que no se conoce su paradero.
“Eduardo, con quien nos une una larga y afectuosa amistad, siempre ha demostrado su enorme grandeza a través de sus actos solidarios, y en estos momentos dramáticos que vive Israel tras el ataque terrorista recibido por parte de Hamas brinda con su gran generosidad pedir por la devolución de los rehenes”, dijo Pitashny y añadió: “Son hombres, mujeres, niños, bebes y ancianos que merecen volver a sus hogares”.
Libérenlos
La campaña organizada en Argentina por el Templo Libertad y la Red Judaica forma parte de una iniciativa global llamada #bringthemhome que recorre el mundo. “Exigimos el regreso seguro de todos los ciudadanos que han sido tomados como rehenes por el grupo terrorista Hamas. No descansaremos hasta que todos los rehenes sean liberados y regresen sanos y salvos a sus hogares”, señala el sitio internacional. La difusión tiene diferentes formatos: desde pantallas lumínicas con las imágenes de los secuestrados -como las que se muestran en los aeropuertos argentinos- hasta una presencia constante en redes sociales.
La campaña internacional -constituida por familiares y amigos de desaparecidos durante la incursión salvaje de Hamas en Israel- se basa en el voluntariado y se centra en devolver a los rehenes a sus familias. “Ofrece a las familias apoyo integral y asistencia profesional y promueve los esfuerzos en curso a través de todos los canales, a nivel local, regional y mundial, para que los rehenes y los desaparecidos vuelvan a casa con sus seres queridos”, dice el sitio oficial que remarca que “muchos de los rehenes son niños, mujeres y ancianos. Exigimos que vuelvan a casa ya”.
En la Argentina, el Templo Libertad conducido por Pitashny y la Red Judaica organizaron la comunicación local para visibilizar la situación por la que pasan las víctimas con la ayuda y colaboración de la Embajada de Israel en Buenos Aires.
Días de terror
Desde el pasado 7 de octubre ya pasaron más de 19 días sin saber nada sobre las 224 víctimas que fueron tomadas como rehenes por los yihadistas. Durante esos interminables días, las familias han contactado a funcionarios de todo el mundo para que intercedan para la liberación de los secuestrados por Hamas.
El grupo yihadista que controla la Franja de Gaza realizó un sorpresivo ataque durante las primeras horas del 7 de octubre donde mató, torturó, violó y secuestró indistintamente a hombres, mujeres, niños y ancianos. Las autoridades israelíes señalaron desde un primer momento que ese atentado constituía la peor masacre contra judíos en un sólo día desde el Holocausto.
El gobierno israelí inició horas después de la incursión yihadista un bombardeo constante para terminar con la vida de los principales responsables del grupo terrorista y anunció que realizaría una incursión terrestre sobre Gaza para exterminar definitivamente a la organización extremista. Desde entonces, Hamas sólo ha liberado a cuatro rehenes, manteniendo cautivos y bajo condiciones inhumanas a 224 de ellos.