La intimidad de los 74 días de huelga de hambre del líder irlandés que luchaba por la independencia de su país

El caso de Terence Mac Swiney atrajo la atención internacional y varios países presionaron a Gran Bretaña para que lo liberase. Cómo fueron sus últimos días, su rechazo a la comida y el vínculo con su familia en el final. Además, el funeral en Londres tras su muerte el 25 de octubre de 1920

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Terence Mac Swiney con su esposa y su pequeña hija. Cuando fue detenido era el alcalde de su ciudad natal (www.corkcity.ie)
Terence Mac Swiney con su esposa y su pequeña hija. Cuando fue detenido era el alcalde de su ciudad natal (www.corkcity.ie)

El lunes 9 de agosto de 1920, el primer ministro británico David Lloyd George, un galés de 57 años que había tomado las riendas del gobierno en plena Primera Guerra Mundial, decidió apretar las clavijas a los que soñaban con una Irlanda republicana. Elevó al parlamento un proyecto de ley por el que se instalaban cortes marciales y tribunales militares con amplísimos poderes sobre los revolucionarios irlandeses y la población civil. Estas medidas no hicieron otra cosa que incrementar la violencia.

Cuando Terence Mac Swiney, a sus 41 años, asumió el 20 de marzo de 1920 la alcaldía de Cork, su ciudad natal, tuvo un sombrío presentimiento sobre su destino. Asumía porque su antecesor, Thomas Mac Curtain, su amigo más cercano, había sido asesinado frente a su esposa y uno de sus seis hijos por policías enmascarados.

Mac Swiney en su época de estudiante. Fue escritor y dramaturgo. Sus trabajos llamaron la atención de los republicanos irlandeses
Mac Swiney en su época de estudiante. Fue escritor y dramaturgo. Sus trabajos llamaron la atención de los republicanos irlandeses

Mac Swiney expresó que el enfrentamiento que mantenían con Gran Bretaña no era de venganza sino de resistencia. El conflicto venía de muchos años atrás.

Desde la década de 1880, los nacionalistas exigieron un autogobierno. Organizaciones como el Sinn Féin (“Nosotros mismos”), bregaban por la independencia. Ese autogobierno fue otorgado por el gobierno británico en 1912, provocando inmediatamente una crisis prolongada dentro del Reino Unido.

En septiembre de 1914, el Parlamento británico aprobó la Tercera Ley Autónoma con un proyecto de enmienda para la partición de Irlanda pero su aplicación quedó en stand by por el estallido de la Primera Guerra Mundial. Los nacionalistas irlandeses se dividieron: un grupo se enlistó para pelear con Gran Bretaña y un grupo minoritario empezó a organizar una revuelta contra el dominio británico en Irlanda.

El llamado Alzamiento de Pascua duró una semana, y ocurrió en 1916. En la foto se ve niños recolectando, entre las ruinas, maderas para leña (Central Press/Getty Images)
El llamado Alzamiento de Pascua duró una semana, y ocurrió en 1916. En la foto se ve niños recolectando, entre las ruinas, maderas para leña (Central Press/Getty Images)

En la Pascua de 1916 estalló en Dublín un alzamiento que duró una semana. Pedían el fin del dominio británico y la instalación de una república. Los británicos ejecutaron a los cabecillas, encarcelaron a miles y no hicieron más que potenciar el Sinn Féin. Los irlandeses comenzaron a retacear su apoyo a Gran Bretaña a la guerra.

El anuncio inglés del reclutamiento echó más nafta al fuego. En las elecciones generales de 1918 el Sinn Féin obtuvo una resonante victoria. Los que resultaron electos anunciaron que no se sumarían al parlamento británico, sino que se establecería un cuerpolegislativo irlandés. El 21 de enero de 1919 suscribieron una declaración de independencia y sostuvieron que estaban en guerra con Gran Bretaña. Trascartón, se formó el Ejército Republicano Irlandés, el IRA.

Hasta marzo de 1920, para Londres lo que ocurría en Irlanda era un problema que debía arreglar la policía, y no lo tomaban como una guerra. Aún así el ejército respaldó a la policía y se crearon fuerzas paramilitares para contrarrestar las acciones del IRA que, entre 1919 y 1921 aseguraba contar con una fuerza de 70 mil hombres, aunque solo tres mil estaban involucrados en la lucha armada.

Fueron años signados por la violencia; asesinatos de oficiales británicos en emboscadas, ataques a propiedades del gobierno británico, con incautación de armas y fondos. No todos los irlandeses estaban de acuerdo con esa estrategia: estaban los partidarios de una guerra abierta, los que se volcaban por golpes relámpago y otros proclives por una campaña de desobediencia civil.

En la cárcel recopiló sus escritos en un libro, que sería editado al año siguiente a su muerte (corkcitylibraries.ie)
En la cárcel recopiló sus escritos en un libro, que sería editado al año siguiente a su muerte (corkcitylibraries.ie)

Las acciones eran complementadas con huelgas de trabajadores, con el propósito de obstruir los movimientos de las tropas británicas.

A mediados de 1920, la República de Irlanda era una realidad para muchos: tenían sus propias leyes, su propio ejército y recaudaban impuestos, en medio de duras represalias británicas. Se destacaba Michael Collins, líder carismático, ministro de Finanzas en el gobierno de la república y director de inteligencia del IRA.

Los británicos aumentaron el uso de la fuerza; reacios a desplegar el ejército británico regular en el país en mayor número, establecieron unidades de policía paramilitar.

En ese ambiente, Terence Joseph Mac Swiney asumió la alcaldía. Había nacido el 20 de marzo de 1879 en el 25 del North Main Street, en Cork, en el suroeste de Irlanda, actualmente la segunda ciudad más poblada detrás de Dublín. Su papá había hecho casi de todo: integrante de la guardia papal que peleó contra las fuerzas de José Garibaldi, fue profesor en Londres y cuando fracasó en el negocio de una fábrica de tabaco en Cork, decidió irse a Australia a probar fortuna. Su esposa Mary Wilkinson quedó al cuidado de los ocho hijos y a los 15 años, Terence debió dejar la escuela de los Hermanos Cristianos para ayudar a la familia. Sin embargo, se formaría en Ciencia Mental y Moral en la Universidad Real de Cork.

En 1901 participó en la creación de la Sociedad Literaria Celta y en 1908 fundó la Sociedad Dramática de Cork junto a Daniel Corkery, para la que escribió varias obras de teatro.

Su mejor amigo era Tomás Mac Curtain y fueron estrechas colaboradoras sus hermanas Mary y Anne. Su plan era terminar con la dominación británica sobre Irlanda.

Sus escritos pegaron en los republicanos irlandeses y en 1913 se transformó en el jefe del Sinn Féin local. Tras el alzamiento de Pascua de 1916, fue detenido hasta diciembre de ese año. Luego fue trasladado y dejado en libertad en junio de 1917.

Se casó con Muriel Murphy, que pertenecía a la familia propietaria de las famosas destilerías de Cork, y a la que había conocido a través de sus hermanas. Ella recién había cumplido 25 años y luego de estar en algunos lugares, vivieron en Douglas Road.

En noviembre de ese mismo año, fue arrestado en Cork por vestir el uniforme del Ejército Republicano Irlandés e inició una huelga de hambre, inspirado por el ejemplo de Thomas Ashe.

Ashe era miembro de la Liga Gaélica y de los Voluntarios Irlandeses. Se negó a comer y pretendieron alimentarlo a la fuerza, provocándoles serias heridas en el pulmón. Murió el 25 de septiembre de 1917, días después de ser liberado.

Su esposa no estuvo de acuerdo con su protesta y habría intercedido ante el IRA para que lo instaran a levantarla. Ella estaba embarazada de su hija Máire, a quien su papá conoció en una celda en Belfast cuando tenía tres meses.

En las elecciones generales de 1918, Mac Swiney fue elegido sin oposición como representante por el Sinn Féin.

Gran Bretaña usaba la estrategia de dividir para reinar. Aprovecharon la muerte de un agente de policía para que el propio jefe asesine a su amigo Thomas Mac Curtain, que había sido elegido para la alcaldía el 20 de marzo. Ese día cumplía 36 años. Con este crimen, los ingleses buscaban imponer que el conflicto se circunscribía a una guerra sectaria entre católicos y protestantes.

Según su nieto, Mac Swiney, “el arma que usó fue la vergüenza; avergonzar al imperio, al rey, al primer ministro, a la gente que trabajó para el imperio, a la gente que toleró al imperio; a la gente que no resistió el imperio y a la gente que se benefició del imperio”.

“Una pelea que no sea con las manos limpias será una victoria más vergonzosa que cualquier derrota”, escribió. Sostenía que su lucha obedecía a “un llamamiento espiritual” y que lo que lo inspiraba era “el amor al país”.

El 12 de agosto de 1920, cuando presidía una reunión en el ayuntamiento, fue arrestado acusado de poseer una clave policial secreta y dos documentos de carácter sedicioso. Juzgado sumarialmente por una Corte marcial el 16 de agosto, fue condenado a dos años de prisión en la Cárcel de Brixton, en Londres.

El día que le hicieron conocer la sentencia afirmó que “pondré un límite a cualquier pena de prisión. No he comido desde el jueves, por lo tanto estaré libre en un mes”. Estaba en huelga de hambre junto con diez compañeros en la cárcel de Cork.

Enseguida hubo muchas reacciones que pedían su liberación, principalmente del exterior.

Su huelga obedecía no solo por su prisión sino por el hecho de haber sido juzgado por un tribunal militar. Pero para los británicos su liberación hubiera sido contraproducente y abriría la puerta a una rebelión del ejército y la policía. No estaban dispuestos a dar el brazo a torcer.

El caso ocupó espacios en la prensa mundial, tanto en Europa como en América. Hubo amenazas de Estados Unidos de boicotear los productos ingleses y hasta se pidió la mediación del Papa Benedicto XV.

Sostuvo que su encarcelamiento no era legal y se negó a ser juzgado por un tribunal militar (www.corkcity.ie)
Sostuvo que su encarcelamiento no era legal y se negó a ser juzgado por un tribunal militar (www.corkcity.ie)

El jesuita Gannon, reconocido sacerdote irlandés, aseguró que la huelga no era una amenaza, pero que desafiaba la ilegal e inmoral sanción impuesta por la ley de las bayonetas.

En la cárcel, Terence recopiló los artículos para que fuera un libro. Quedó listo en septiembre de 1920 y se llamó “Principles of Freedom”.

Su hermana Annie llevó un detallado diario de los últimos días de Mac Swiney, convencido de continuar la huelga hasta las últimas consecuencias. El lunes 18 de octubre de 1920 los médicos, si bien se sorprendieron de la agudeza mental que mantenía, diagnosticaron un principio de escorbuto y aconsejaron que tomase jugo de lima para contrarrestarlo. Sin embargo, la esposa adelantó que se negaría y que estaba en manos de Dios. El propio Terence le dijo al doctor Peddard que estaba preparado para enfrentar el dolor que Dios le mandase.

El miércoles 20 estuvo muy inquieto y al borde del delirio. Decía escuchar ruidos, preguntaba la hora e igual exigía que le mostrasen el reloj. Sostenía ser un soldado que moría por la República de Irlanda. Pidió besar un crucifijo. Su hermana le acercó a sus labios el que tenía en su rosario.

El líder irlandés estuvo 74 días sin comer. Falleció en la prisión de Brixton
El líder irlandés estuvo 74 días sin comer. Falleció en la prisión de Brixton

Tuvo crisis en la que gritaba y amenazaba con dejar la cama. Los médicos se mostraban preocupados por su estado y le inyectaron morfina para calmarlo.

El jueves 21, estando inconsciente, la enfermera le dio dos cucharadas de té con jugo de carne y agua. Al despertarse y darse cuenta, gritó “¡Me engañaron! ¡Me engañaron!” y volvió a delirar.

El viernes 22 su hermana Annie le preguntó si la reconocía. El le respondió que sí, y le dijo cómo se llamaba. Quiso saber qué mes era y qué año. Cuando supo que estaban en octubre se lamentó de haber estado allí todo el verano. Preguntó por qué lo tenían encerrado. “Por la República de Irlanda”, respondió ella.

Entró en coma y falleció el 25, luego de 74 días de huelga de hambre.

Los funerales fueron multitudinarios. Está enterrado en el cementerio de su ciudad (www.corkcity.ie)
Los funerales fueron multitudinarios. Está enterrado en el cementerio de su ciudad (www.corkcity.ie)

Unas 30 mil personas asistieron a la capilla ardiente en la Catedral Southwark de Londres. Los británicos quisieron sacarse el problema de encima y enviaron el ataúd directamente a Cork. Una multitud se dio cita el 31 de octubre en el cementerio de St Finbar, donde se encuentra el mayor número de tumbas de republicanos irlandeses que murieron durante la década del veinte.

Palabras más o menos, en el memorial en Glasnevin, Dublin, que recuerda a los 22 hombres que murieron en huelgas de hambre, lo encabeza la leyenda “No son los que más daño pueden causar, sino aquellos que más daño pueden sufrir los que prevalecerán”, pensamiento del propio Mac Swiney.

Fuentes: Tomas Mac Swiney death: My grandfather was an optimist, a pragmatist, an idealist and an opportunist”, de C. Mac Swiney Brugha y Abbie Mc Namara; Diary of Terence MacSwineys Final Days at Brixton Prison; Principles of Freedom; página web de North Monastery

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