El sábado a las 5 de la mañana un grupo de efectivos de Las Fuerzas Armadas partió desde el Correo Argentino de la ciudad de Tilcara, provincia de Jujuy, rumbo a cinco parajes de montaña: Yaquispampa, Molulo, Yala del Monte Carmelo, El Durazno, y Abramayo. Acompañados de agentes de la policía provincial, y hombres guía, asumieron la responsabilidad del traslado de las urnas a las escuelas de difícil acceso, para que todos los ciudadanos puedan ejercer su derecho a votar en el marco de las elecciones generales. La travesía implica la marcha a lomo de mula durante 12 horas, en un trayecto de 35 kilómetros con sendas angostas, camino de cornisa, precipicio, y alturas que van desde los 2600 hasta los 4800 metros sobre el nivel del mar. En diálogo con Infobae, el testimonio de tres sargentos baqueanos que emprendieron el recorrido, tal como hicieron en las PASO, y la palabra del teniente coronel Marcos Ariel Miskow, jefe del subdistrito electoral Jujuy Norte.
La Operación Sufragio 2023 requiere de una logística previamente planificada casi con “movimientos quirúrgicos”, tal como explican quienes participan de la tarea que comenzó mucho antes del domingo 22 de octubre. La misión de custodia y seguridad del acto eleccionario la conduce el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, e implica el despliegue de 86.000 efectivos militares y de las fuerzas federales, 4500 vehículos terrestres, un avión C-130 Hércules, 12 helicópteros, cuatro embarcaciones y 90 mulas, para el transporte de las 108.000 urnas que se entregarán a 17.432 locales de votación.
Se constituyó el Comando General Electoral, y para el traslado de material electoral en el norte de nuestro país se conformó el Distrito Electoral Jujuy, sobre la base de la Guarnición Ejército Jujuy, Regimiento de Infantería de Montaña 20, Grupo de Artillería de Montaña 5. Cubren ocho secciones y Tilcara es una de ellas. “Tenemos asignadas 90 escuelas, y dentro de esas hay cinco de difícil acceso, que implica esfuerzo y preparación física, porque para llegar hay que ir prácticamente entre las nubes, a un ritmo de marcha con ganado mular que requiere de previa capacitación, y la mula es el animal más adecuado por sus características de agarre en este tipo de terrenos y su capacidad de supervivencia”, explica el teniente coronel Miskow.
El entrenamiento para las alturas
Con varias semanas de antelación realizaron marchas de 12 kilómetros de ida y otros 12 de vuelta en el cuartel, además del adiestramiento del ganado, el cuidado de su alimentación y salud, para que lleguen en óptimas condiciones y tengan el mejor rendimiento posible durante el viaje. “Quienes llevan las urnas son cinco suboficiales, cinco soldados, y 15 mulas, van dos mulas montadas por paraje, más una carguera, provistas por el Ejército Argentino, y son fundamentales para el cumplimiento de la misión, porque si a mitad de camino se descompone una mula sería muy difícil realizar un rescate, de la misma manera que si a un hombre le da mal de altura; y por eso resulta crucial el conocimiento del terreno, la experiencia que adquirieron los sargentos baqueanos que participaron en las elecciones legislativas de 2021, en las PASO y en esta tercera ocasión”, destaca el teniente coronel Miskow.
Uno de los suboficiales se desenvuelve como herrador y veterinario, por si se aflojara alguna herradura del ganado mular o surgiera algún imprevisto. El punto de encuentro para el inicio de la travesía se ubica frente a la Plaza Coronel Manuel Álvarez Prado, y antes del amanecer comienza la marcha. “Salen cuatro columnas bien temprano desde el Correo de Tilcara, entre las 4 y 5 de la mañana, junto a personal del Correo Argentino, delegados electorales, y efectivos policiales, que luego se separan para ir a cada paraje, solamente los que van a El Durazno y Molulo van juntos hasta la mitad del recorrido, donde se dividen hacia sus respectivos destinos”, explica.
En simultáneo, a unos 20 kilómetros, en Huacalera, salen otros dos sargentos baqueanos con destino a Yala del Monte Carmelo. Sea cual sea la ruta que emprendan, todas tienen en común la dificultad del terreno irregular a lo largo de casi 40 kilómetros, y los trayectos más angostos los realizan a pie por seguridad, hasta retomar la marcha montada. A lo largo de las 12 horas de viaje se comunican cada vez que tienen señal con el teniente coronel Miskow, que coordina las ocho secciones electorales vía telefónica desde el puesto comando de la unidad regional en Humahuaca, y le van comentando el estado de la misión.
“Como jefe, tanto a mí como al oficial de operaciones mayor Nicolás Sbamba, con quien realizamos el armado previo, nos genera orgullo y emoción el trabajo de los suboficiales y soldados baqueanos, que se han capacitado para esto, son conocedores del clima y las características geográficas para llevar a cabo esta actividad, y les pongo de manifiesto el reconocimiento que merecen porque es una tarea ardua y bastante exigente, que conlleva un riesgo porque hay zonas de barrancas y precipicio”, indica. Otra de las cuestiones a considera es el factor climático, porque atraviesan una importante amplitud térmica, que al mediodía puede alcanzar los 28 grados centígrados con sol, y por la noche baja drásticamente hasta -2 grados.
La llegada al destino
El sargento baqueano Fernando Vargas se desempeña como jefe de local en Molulo, y es la tercera vez que emprende la tarea de llevar una de las urnas a la Escuela N° 76. “Durante las PASO el operativo salió como esperábamos, y el único inconveniente que tuvimos fue cuando nos agarró la lluvia por la tarde, y tuvimos que bajar caminando para prevenir todo riesgo y mantener las medidas de seguridad”, indica Vargas. Su compañero, el sargento baqueano Livio Zerpa asumió la misión de llegar hasta la Escuela N° 351 en El Durazno con otra de las urnas, y coincide en que el clima siempre es una de las grandes incógnitas, porque por más de que el pronóstico los acompañe, a veces los sorprenden las neblinas, y suelen llegar empapados al final del trayecto.
“Estamos preparados, tenemos el entrenamiento necesario, y los caminos son difíciles, pero nosotros siempre hacemos estos circuitos, tenemos la experiencia en este tipo de terreno y sabemos el riesgo que afrontamos”, sostiene Zerpa. El soldado auxiliar Nicolás Henríquez, con destino a la Escuela N° 219 en Yaquispampa, comenta que aunque el camino montañoso conlleve dificultades, también se aprecian imponentes paisajes durante el viaje entre los coloridos cerros. “Tenemos un descanso planificado de 20 a 30 minutos, para que las mulas puedan comer, se las pastorea un rato y luego se continúa hasta llegar, porque no hay posibilidad de retorno por el propio terreno una vez que avanzamos”, cuenta Henríquez.
Los tres coinciden en que el rol de sus familias es fundamental, porque la misión implica casi cuatro días en total alejados de sus seres queridos, y durante ese tiempo las tienen muy presentes en sus pensamientos. “Nuestros familiares son los que nos dan fuerza para ir y volver siempre bien, nos dan el mejor apoyo de su parte”, expresa el sargento baqueano Vargas. Cerca de las siete de la tarde suelen arribar a los parajes que les fueron asignados, y cuentan que el recibimiento de la gente es maravilloso, porque su llegada se convierte en un acontecimiento especial para lo población.
“Tienen alrededor de 50 habitantes cada paraje, y en cada uno votan entre 15 y 20 personas, ya los conocen todos, resulta muy grata la bienvenida que les brindan”, detalla el teniente coronel Miskow. Los porteros de las escuelas, los directores y los padres de los alumnos se acercan ni bien se aproxima la hora de su llegada, y previamente les preparan alguno de los lugares donde pasarán la noche, para a la mañana siguiente comenzar con el acto electoral.
Llevan equipo de campaña compuesto por una pequeña carpa, bolsa de dormir, colchón de campaña, y elementos de higiene básicos. “Es como dice el dicho, Jujuy es tierra de colores y gente buena, realmente la recepción de los locales es muy grata, y al amanecer se realiza una ceremonia de izamiento de la bandera”, indica Miskow. El domingo a primera hora el delegado electoral entrega las urnas y documentación a las autoridades de mesa, y el personal militar ejerce su derecho a votar en el establecimiento donde se encuentre prestando servicio de custodia.
“Lo hacemos con todo gusto y orgullo porque es una misión noble la que nos involucra, que el ciudadano pueda cumplir con su deber y el derecho a votar, y eso se ve reflejado en el entusiasmo, el sentido de vocación democrática y social de todos los afectados a la actividad dependiente del Comando General Electoral, ordenado desde el Estado Mayor Conjunto, con el coronel Abel Orlando Giménez como jefe del distrito electoral de Jujuy, y toda la organización que llega hasta el último rincón del país; no podemos fallar, no puede pasar que una urna no llegue a destino, nos esmeramos en cumplir con la tarea sin margen de error”, sentencia Miskow.
Cuando concluye la jornada, aguardan que las autoridades de mesa realicen el recuento de votos, el envío del telegrama con la información correspondiente, y luego emprenden el repliegue de 12 horas rumbo a Tilcara. El lunes a la madrugada comienzan el regreso, y en horas del atardecer llegan a la ciudad que fue declarada Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad por la UNESCO, dichosos de haber formado parte del operativo que le brinda la posibilidad de votar a cada uno de los habitantes de los parajes del Norte jujeño.