En el contexto del brutal ataque terrorista de Hamas a Israel, lo que sucedió en las últimas horas en la ciudad santafesina de San Cristóbal, ubicada a unos 370 kilómetros al noroeste de Rosario, ha impactado profundamente en la comunidad. Una vecina fue la que dio aviso urgente a las autoridades sobre un incendio que afectó a una antigua sinagoga. Ahora, se investiga si el siniestro fue intencional. Mientras tanto, en el lugar hay custodia policial.
Las llamas, que se iniciaron en la parte trasera del edificio, comenzaron anoche, pasadas las 22, en la sinagoga ubicada en Pueyrredón 864, de la ciudad cabecera del departamento de San Cristóbal. Fue un llamado telefónico de la vecina el que alertó a los bomberos de la ciudad y de la comisaría 1ª.
Cuando los bomberos y los policías llegaron al lugar, se encontraron con el encargado de la sinagoga, que había sido alertado también por la vecina que vio humo saliendo de la propiedad. El hombre les informó que el incendio había tomado el lugar desde el sector trasero de la propiedad deshabitada.
“Una puerta trasera del edificio se encontraba rota desde hace aproximadamente un mes”, explicaron las fuentes consultadas por este medio para graficar por dónde pueden haber ingresado los vándalos. También se informó que “en el ambiente afectado solo se encontraba libros y papeles viejos”.
La sinagoga siniestrada está en desuso desde hace mucho tiempo. “Es que en San Cristóbal la comunidad judía se reduce a unas seis familias y el local, que funcionaba como templo y salón de eventos, está abandonado. Hemos querido que la ciudad lo tome para actividades culturales, pero no ha prosperado esa idea y es una casa abandonada”, confió a Infobae un vecino de la colectividad judía que pidió reserva de su identidad.
Lo cierto es que, tras apagar las llamas, se le dio intervención a un fiscal y se solicitó la actuación de los peritos de los Bomberos Zapadores de Rafaela, quienes habían comenzado a trabajar en el lugar esta mañana.
“En este contexto mundial, no se puede dejar de pensar en un intento de atentado y hay que investigarlo, pero no lo parecería porque de noche va gente que consume al lugar”, aclararon las fuentes consultadas.
Incluso, anoche, cuando la Policía ingresó al interior de la propiedad, había “muchas bolsitas de poxiran (sic), botellas vacías, dos sillas en un rincón, papeles quemados y se notaba que revolvieron todo”, describieron.
También dijeron que los papeles quemados no tienen valor histórico y que el fuego solo tomó un sector pequeño de la vieja sinagoga. Mientras tanto, los vecinos quedaron en alerta.
Rosario, en alerta
El caso recuerda a los varios atentados que sufre Rosario, otra ciudad de la provincia de Santa Fe, pero por causa del narcotráfico, que hace que la tensión sea extrema en esa localidad. Por caso, el último episodio grave, ocurrido el 20 de septiembre pasado, fue cuando al menos dos sicarios balearon una estación de servicio YPF en el cruce de Marul y Rondeau, en la zona norte, frente a 40 alumnos de un colegio que aguardaban abordar una serie de camionetas Trafic para dirigirse a la provincia de Córdoba.
Un alumno de 18 años resultó herido en una pierna y fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez.
Los sicarios dejaron una nota: la misiva está dedicada al fiscal Matías Edery y a Mariana Ortigala. Edery es uno de los principales investigadores dedicados a perseguir a Los Monos. Ortigala es una cómplice clave de su capo, “Guille” Cantero.
(Fotos: El Departamental)