[Lo que sigue es un extracto del libro de Iribarne y Cháves]
La Argentina, no obstante su juventud, parece un país viejo, y en esa senectud se halla atrapado. La modernidad que aparenta en lo cotidiano es superficial, casi una ficción, montada en un escenario ruinoso. Ponerle años a la decadencia es una tarea vana, y no es labor de la historia fijar una fecha que precise el instante del declive. Los acontecimientos fluyen y se agitan como olas en el mar. Van y vienen. A veces mueren serenamente en las playas, a veces golpean con furia o se estrellan violentamente contra las rocas. La historia tiene ese bamboleo que responde a leyes permanentes de la naturaleza humana. Sin embargo, parodiando a Heráclito, estamos sumergidos en tiempos diferentes. Por lo tanto en vano buscará el lector trazas de algunas “ideologías históricas” que han querido sustentar el monopolio de la exégesis sobre el devenir argentino. Ni la ortodoxamente liberal o mitrista, ni la nacionalista, ni la marxista en sus variadas declinaciones, ni la profesionalista. Pero el lector debe saber que no es éste un libro químicamente puro, la asepsia no existe en las Ciencias Sociales. El lector que se anime al texto no hallará en él un desarrollo pormenorizado de nuestra historia, pero sí encontrará maneras distintas de enfocar y entenderla, tanto, como aportes históricos hasta el momento desconocidos o no valorados.
Procuraremos construir un relato. Un relato que dé sentido y racionalidad a los tumultuosos tiempos que nos tocan vivir, a veinte años del siglo XXI, desde una perspectiva histórica. Sustentado en datos muchas veces ignorados, pues no es una novedad que siempre y en todo momento es el presente el que concurre al pasado descubriendo o iluminando recodos que bajo circunstancias distintas quedaban en un cono de sombra. Nuestro abordaje se hará considerando que la historia argentina forma parte de la historia mundial. Este dato es central en el presente trabajo pues la globalización no es solo una realidad económica, sino fundamentalmente política y cultural. La atalaya visual, el balcón desde donde observamos la historia, se modifica al ritmo que marcan los acontecimientos mundiales. En definitiva la historia de nuestra patria es un desgajo de la historia mundial. Si bien este planteo no es nuevo, ha caído muchas veces en el olvido. Especialmente en los historiadores del ciclo autárquico. Período extenso de nuestra historia que podemos ubicar entre 1920 y 1990.
Se trata de resetear la mirada historiográfica de un gran pensador argentino del siglo XIX, poco considerado por los historiadores del siglo XX y XXI, y que ha inspirado el presente trabajo. No en lo que respecta a los hechos en sí mismos, sino en su abordaje. Veamos un ejemplo.
Juan Bautista Alberdi polemizó frecuentemente con el general Bartolomé Mitre. Sus diferencias políticas harto conocidas serán analizadas en estas páginas más adelante, pero ahora nos importa observar sus diferencias historiográficas. Decía Alberdi, en “Grandes y Pequeños hombres del Plata”:
¨Mitre cree que la idea de la Revolución, la idea revolucionaria, la idea de independencia, ha germinado y surgido en Buenos Aires, desde mucho antes de su explosión, en 1810, y que la revolución es hija de esa idea así formada en los porteños. Mitre explica toda la revolución argentina por los hombres de Buenos Aires y sus ideas, y no en la acción general de las cosas que gobiernan a esos hombres. Los polemistas de la historia revolucionaria olvidan completamente el estudio de los hechos que pasaban en España, la situación de su gobierno, el estado de su tesoro y recursos”.
Para culminar: “La revolución argentina, es un detalle de la revolución de América, como ésta es un detalle de la España, como ésta es un detalle de la Revolución Francesa y Europea”.
Pues bien, a la luz del abordaje alberdiano, toda nuestra historia deviene incompleta si no se la estudia enmarcada en el acontecer mundial como lo hizo el tucumano. Ese es nuestro propósito. Entremos, entonces, pasemos al hogar de todos, a sabiendas que seguirán quedando recovecos en tinieblas que generaciones venideras con faroles reciclados sacarán a la luz, para bien de todos.
[El libro de Claudio Chaves y Miguel Ángel Iribarne será presentado por Vicente Massot, Roberto Azaretto y Mariano Caucino el martes 10 de octubre a las 18hs en el Club Francés, Rodríguez Peña 1832]