Un dramático rescate ocurrió en la ciudad de Rosario, donde un niño pasó la baranda y la red de contención colocada en el balcón de su departamento y quedó colgando desde el octavo piso de un edificio.
El hecho sucedió el viernes al mediodía en una vivienda ubicada en la intersección de las calles Pellegrini y Corrientes, según confirmaron fuentes policiales a Infobae. Allí, los vecinos de la zona se convirtieron en espectadores de una desesperante escena que fue captada por los transeúntes en diferentes videos que luego se viralizaron en las redes sociales.
En las filmaciones se ve a un menor sujetándose a la malla de protección ubicada en uno de los balcones más altos del edificio. De acuerdo a la información consignada en medios locales, se trata de un chico de 11 años que padece autismo y que había logrado romper la red, quedando atrapado del otro lado de la misma con alto riesgo de caer al vacío.
La secuencia fue alertada por su hermano mayor, que lo vio desde adentro de la casa y rápidamente salió a asistirlo. Sin embargo, no podía hacer más que sujetarlo, dado que cualquier otra maniobra que hiciera podía desestabilizar al niño y provocar la caída.
Desde la vereda, un grupo de personas ya se habían acumulado en la zona para ver lo que sucedía. La mayoría se encontraba en estado de shock y no reaccionaron ante el incidente. A excepción de dos repartidores de cerveza, que, frente a la situación, frenaron el camión en el que se estaban trasladando para trabajar y sin dudarlo se bajaron a ayudar.
En pocos minutos, ambos entraron al edificio y subieron hasta el octavo piso, donde comenzaron a golpear todas las puertas hasta dar con la del departamento en el que estaba ocurriendo el accidente. Dado que el hermano de la víctima estaba sosteniéndolo y nadie podía abrir, los hombres optaron por derribar la puerta.
A contrarreloj, analizaron las formas más viables de rescatarlo sin causarle lesiones. En consecuencia, le pidieron un cuchillo a una vecina con el que cortaron la red. Ya con el agujero hecho, uno de los repartidores se colocó boca abajo y extendió los brazos para sostener al niño.
Con la ayuda de su compañero y en presencia del otro menor, hicieron fuerza y lograron salvar al chico en el momento en el que estaban arribando los bomberos al lugar, quienes habían sido alertados por un llamado de los vecinos.
Los héroes fueron identificados como Rodrigo y Facundo y relataron el episodio en diálogo con El Tres TV. Según indicaron, su participación en el rescate surgió de manera espontánea. “Estábamos conduciendo el camión porque somos repartidores de cerveza, y notamos que la gente miraba hacia arriba, donde vimos al niño colgando. Por eso, mi compañero Facundo y yo reaccionamos de inmediato”, contó uno de ellos.
En este sentido, comentaron que primero subieron hasta el piso 8, pero al llegar notaron que el nene estaba un poco más abajo y que sacarlo desde allí iba a ser imposible.
“Descendimos del camión y lo dejamos en medio de la avenida Pellegrini, no nos importó nada. Solo queríamos rescatar al niño, que aparentemente tiene autismo. Subimos hasta el noveno piso y comenzamos a golpear la puerta. Entramos, pero podíamos llegar porque el chico estaba abajo, entonces fuimos al piso de abajo y una vecina nos dio el cuchillo para cortar la red”, agregaron los rescatistas.
El niño estaba siendo agarrado por su hermano, apenas un año mayor que él. Al respecto de la situación, los repartidores revelaron: “Estaba en shock, pero lo tenía agarrado. Una vez que lo rescatamos se largó a llorar”, señalaron.
Y concluyeron: “Pensé que podía ser mi hijo y no me importó nada. Subimos y empezamos a darle patadas a la puerta porque estaba con llave”.
Los bomberos y la policía local llegaron al lugar un rato después y subieron al departamento donde había ocurrido el accidente. Allí, de acuerdo a lo indicado a este medio, se encontraron con el nene ya sentado en un sillón del living. Ante la consulta de cómo se sentía, eligió no responder. En consecuencia, solicitaron la asistencia del Sistema Integral de Emergencias Sanitarias que revisó al niño y determinó que se encontraba en buen estado de salud y sin lesiones. Finalizado el chequeo, llegaron los padres del domicilio.