Se apasionó por Egipto, se enteró de que lleva ese país en sus venas e hizo una réplica exacta del busto de Nefertiti

Alberto Nigro es aeronáutico y exhibe en su casa el busto de la reina egipcia que él mismo replicó. Luego de 20 años de estudios e investigaciones, pudo reproducir con fidelidad su imagen más conocida y ahora anhela que se muestre en museos para que cualquiera pueda conocerla sin necesidad de viajar a Berlín, donde está la original

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Alberto Nigro, un amante de la arqueología y de la antropología relata el proceso y viaje que realizó para construir una réplica del busto de Nefertiti

A los 16 años, Alberto Nigro comenzó a estudiar la cultura egipcia. No sabía el motivo, pero adentro de él algo vibraba con cada imagen: los jeroglíficos, las esfinges, los faraones, todo a medida que lo descubría era como una bocanada de aire que lo desconcertaba, pero a la vez lo invita a conocer más. A investigar más.

Fue a sus 23 años cuando, buscaba hacer su ciudadanía italiana, se enteró de algo revelador: su bisabuela era egipcia. Esa noticia hizo que todo cobrara sentido y su afán de investigador se acrecentó. Hasta que comenzó a buscar imágenes y logró visitar los primeros museos que mostraban parte de lo que fue Egipto y sus antepasados.

“Quería tener eso conmigo y como no se podía comencé a estudiar esas piezas de museo y comencé a reproducirlas solo. Así me inicié en la escultura”, cuenta con la mirada perdida el hombre que en plena cuarentena estudió a fondo el reconocido busto de Nefertiti, la reina de la dinastía XVIII de Egipto, la primera Gran Esposa Real de Akenatón, e hizo una réplica idéntica que pide ser exhibida ante el público, mientras espera en su casa, ubicada en pleno centro porteño, y rodeada de paredes coloradas.

“Por ahora la tengo acá, en la vitrina. Esto ya lo sabe el embajador de Egipto, a quien le pedí que enviara a los más expertos estudiosos de esculturas para evaluarla porque deseo que sea exhibida y que la gente que no puede viajar a Berlín, donde está la original, pueda ver esta”, pide sin dejar de ver en la excepcional obra salida de sus manos a toda la cultura que la apasiona.

A sus 23 años cuando, cuando tramitaba su ciudadanía italiana, se enteró de algo revelador: su bisabuela era egipcia (Gastón Taylor)
A sus 23 años cuando, cuando tramitaba su ciudadanía italiana, se enteró de algo revelador: su bisabuela era egipcia (Gastón Taylor)

Lo que se lleva en la sangre

Alberto Nigro nació en 1959 en la Ciudad de Buenos Aires, es estadístico y licenciado en Investigación Operativa, profesión que lo llevó por 39 años a trabajar en Aerolíneas Argentinas. Se define como un “aficionado a la egiptología, pero en especial a los años relacionados con el período amarniense (regido por Akenaton-Nefertiti y Tutankamon, hace 1300 años a.C) y soy realizador de esculturas de época faraónica”.

El busto de Nefertiti es de piedra caliza con estuco pintado. Se cree que Tutmose lo realizó en 1345 a. C., debido a que se encontró en su taller en Amarna, Egipto. “Es una de las obras más copiadas del antiguo Egipto y Nefertiti se ha convertido en una de las mujeres más famosas del mundo antiguo y en un icono de la belleza femenina”, recuerda el aeronáutico de 64 años en dialogo con Infobae.

Según sus propias investigaciones, “un equipo arqueológico alemán, dirigido por Ludwig Borchardt, descubrió el busto en 1912 en el taller de Tutmose y se lo ha mantenido en varios lugares en Alemania desde su descubrimiento, incluida la bodega de un banco, una mina de sal en Merkerskieselbach, el museo Dahlem, el museo egipcio en Charlottenburg y el museo Altes. Actualmente está en el museo Neues de Berlín, donde se exhibió originalmente antes de la Segunda Guerra Mundial”, detalla la historia.

Alberto Nigro es un apasionado de esta cultura de más de 5.000 años desde muy pequeño
Alberto Nigro es un apasionado de esta cultura de más de 5.000 años desde muy pequeño

Apasionado mientras mira su propia obra maestra, sigue: “El busto de Nefertiti se ha convertido en un símbolo cultural de Berlín y del Antiguo Egipto y ha sido objeto de una intensa discusión entre Egipto y Alemania sobre las demandas egipcias para su repatriación, que comenzó en 1924, una vez que el busto fue exhibido públicamente por primera vez. En ese momento estaban los inspectores egipcios y no se les mostró el busto real antes de que lo dejaran salir del país”, remarca.

Entusiasmado, recuerda que “desde muy pequeño” fue un apasionado de esta cultura de más de 5.000 años. “Los primeros pasos fueron durante mi adolescencia, cuando me atreví con la construcción de la Pirámide Keops en escala y la realización de distintas pinturas de tumbas, después de leer unos libros de piramidología y otro que escribió el profesor Álvarez López, un matemático argentino que estudió los cálculos de su construcción”.

El busto de Nefertiti original que se exhibe en el Nuevo Museo de la ciudad de Berlín (Photo by VCG Wilson/Corbis via Getty Images)
El busto de Nefertiti original que se exhibe en el Nuevo Museo de la ciudad de Berlín (Photo by VCG Wilson/Corbis via Getty Images)

No dejó de estudiar y llegó el momento que tanto esperaba. “Mi primer contacto directo con un templo egipcio fue en 1983, al filtrarme (sin que me detecte el personal de seguridad), lógicamente un acto imprudente, pero que mi mente y mi cuerpo lo consideraba imprescindible y necesario, dentro del templo de Dendur (que Egipto le regaló los Estados Unidos) que había sido llevado piedra por piedra al Museo de Arte Metropolitano de Nueva York. A partir de ese viaje siguieron otros que pude ir concretando a través del tiempo y que fueron visitas fantásticas a los lugares que resguardan las mejores obras egiptológicas como el Museo Británico, el Louvre, el Gran Museo El Cairo, Karnak, Luxor, el Prado, el Museo Egiptológico de Barcelona, y otros de menor envergadura, pero también muy importantes”.

Todo lo que vio lo maravilló aún más y en su cuerpo las sensaciones inexplicables no dejaban de recorrerlo y deseaba que todo aquel que quisiera las pudiera tener. “Así, me propuse realizar réplicas de las figuras egipcias que se exhibían en los museos del mundo y todas fueron comercializadas a fines de los años ‘80 en locales del Patio Bullrich”.

Cuando supo que tenía sangre egipcia en sus venas, se contactó con otros apasionados de esta cultura y a medidos de los años 90´s formó parte de la Asociación de Amigos de la Egiptología, de Barcelona. “Como desprendimiento de esta asociación, unos años más tarde, se conformó la Asociación de Amigos de la egiptología de Argentina, una organización similar a la de Barcelona, pero que duró unos pocos años. Después de organizar eventos de cursos de jeroglíficos y encuentros con profesionales argentinos que trabajaron en tumbas en Egipto y también había fotógrafos, arqueólogos, estudiantes”, detalla.

Alberto Nigro terminó el busto de Nefertiti el 3 de agosto de 2020 y desea ponerlo a disposición de los museos (Gastón Taylor)
Alberto Nigro terminó el busto de Nefertiti el 3 de agosto de 2020 y desea ponerlo a disposición de los museos (Gastón Taylor)

La réplica

Fue durante el año 2000 que tuvo la idea de iniciar la investigación y recopilación de todos los datos fotográficos que lo acercaron al busto de Nefertiti. Tomó contacto con personas que aportaron datos de la restauración del Nuevo Museo de la ciudad de Berlín, donde se encuentra el busto.

“Era consciente que efectuar la réplica de forma exacta era un gran desafío, por eso y el estudio y la elaboración me llevó muchos años... Creo que los mismos que llevó levantar las pirámides —bromea—. Eso pasó debido a análisis de colores, de los perfiles, al análisis de las dimensiones, peso, altura y tipo de cristal del ojo izquierdo. Para tener toda la información necesaria, fui a conferencias y debatí con expertos en restauraciones a fin de obtener los colores correctos. Indudablemente, hubo que superar muchos escollos, pero finalmente muchos de ellos culminaron y se diluyeron con mi visita en el museo de Berlín”.

Cuando recopiló todo lo necesario y tuvo los datos imprescindibles comenzó su obra.

El 03 de agosto de 2020 la terminé y hoy sólo deseo ponerlo a disposición de los museos, para que se pueda ver. Por eso, le pedí al embajador de Egipto que envíe expertos para evaluar la escultura y que digan si está a la altura de su original para ser parte de cualquier exposición que lo amerite, para ser apreciada por todos aquellas personas que no tuvieron la oportunidad de viajar a Alemania y apreciar su belleza... Nefertiti significa ‘la bella ha llegado’ y es considerada la Gioconda de la esculturas de la Antigüedad”, finaliza.

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