El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires comunicó que se detectaron 248 casos de triquinosis y seis brotes de la enfermedad en diferentes municipios del distrito a lo largo del 2023. De acuerdo a la investigación, la erupción de la enfermedad que mayor alcance tuvo fue originada por el consumo de productos de origen comercial.
La cartera de salud provincial publicó un informe semestral que destacó que “hasta la primera semana de septiembre se notificaron 582 casos sospechosos de esta enfermedad”, pese a que solo 248 fueron confirmados e incluidos dentro de la estadística anual. En cuanto al resto de las situaciones informadas, 304 aún se encuentran bajo estudio, mientras que el 27 fueron señalados como probables casos.
Por un lado, el ministerio a cargo de Nicolás Kreplak destacó que los municipios que mayor cantidad de casos alojaron fueron Coronel Suárez con 42 pacientes que representaron el 37% del total, Guaminí con 50 diagnósticos contabilizados como el 20% y Adolfo Alsina con 42 infectados que formaron parte de otro 17%.
Además, las localidades que también fueron afectadas por el virus fueron Saavedra (17); Ayacucho (15); Chivilcoy (5); Hipólito Irigoyen y Trenque Lauquen (4); Rivadavia y Salliqueló (3); Bahía Blanca y Junín (2); y un caso cada uno en Coronel Dorrego, Puán, Ezeiza, Luján, Balcarce, Tandil, General Lamadrid, 25 de Mayo y Lezama.
Por otro lado, sobre los seis brotes de triquinosis que se desataron en la provincia, este se esparció entre las localidades de Chivilcoy, Coronel Dorrego, Ayacucho, Tres Arroyos y Olavarría. Sin embargo, el de mayor magnitud afectó a los municipios de Adolfo Alsina, Bahía Blanca, Coronel Suárez, Guaminí, Puán, Saavedra, Hipólito Irigoyen, Rivadavia, Salliqueló, Daireaux, Pellegrini y Trenque Lauquen.
De acuerdo con la información obtenida por Télam, el brote mayor fue provocado por el consumo de productos alimenticios de origen comercial, mientras que de los otros cinco que fueron más pequeños se llegó a determinar que fueron producto de la ingesta de faena casera, es decir, por consumir carne de animales de granjas de tipo familiar.
La triquinosis o trichinellosis es considerada como una enfermedad parasitaria que se propaga a través de las larvas y parásitos adultos de nematodes del género Trichinella spp y puede ser contagiada a seres humanos, mamíferos domésticos, animales silvestres, aves y reptiles.
En el caso de las personas, el método de transmisión se produce por medio de la ingesta de carnes o derivados cárnicos que se encuentren crudos y mal cocidos, debido a que la cocción permite que estas larvas musculares sean destruidas por el impacto de las altas temperaturas. Asimismo, el organismo señaló que la carne de cerdo, de jabalí y puma suelen ser las principales fuentes de infección en el país.
De la misma forma, el informe explicó que la mayor cantidad de brotes se detectaron durante la época de bajas temperaturas, debido a que suele ser la temporada en la que se realizan más faenas de animales de crianza familiar y se realizan chacinados y embutidos para aprovechar el frío de la temperatura ambiente y no necesitar de una cámara frigorífica para su preservación.
No obstante, desde el Ministerio de Salud destacaron que el contagio de la enfermedad no tuvo una mayor extensión, debido a que los diferentes organismos nacionales, provinciales y municipales colaboraron para proporcionar los tratamientos correspondientes para frenar la expansión.
Por este motivo, la cartera solicitó a los profesionales estar atentos en la detección de la enfermedad para poder recetar el tratamiento necesario para combatir la afección a tiempo, dar aviso a las instituciones o servicios extrasociales que se encargan de controlar el foco de infección e identificar el origen de la fuente de la infección.
En cuanto a la población ciudadana, pidieron que presten atención al cocinar carne de cerdo y derivados frescos, ya que para que esté apta para consumo humano esta debería tener una temperatura interna de 71 grados, es decir, hasta que desaparezca el color rosado de la carne.
Además, advirtieron que salar o ahumar la carne no es suficiente para matar las larvas, que los productos derivados, chacinados y embutidos sean comprados en locales comerciales que se encuentren habilitados para la venta, verificar las etiquetas de los productos con el fin de determinar si la empresa está autorizada para la fabricación del producto, revisar el lote, la fecha de elaboración, establecimiento elaborados y su registro correspondiente ante la autoridad sanitaria.