La periodista Eleonora Cole vivió momentos de tensión en la mañana de ayer mientras transitaba por la autopista Panamericana en dirección al norte de Buenos Aires. A través de sus redes sociales, denunció que, al circular cerca del kilómetro 27, individuos desconocidos arrojaron una piedra desde lo alto de un puente, la cual impactó contra el vidrio delantero de su vehículo.
“Me astillaron el parabrisas. Me imagino que el objetivo era que frenara para robarme”, relató Cole en su cuenta de X. “Aviso para que estén atentos”, añadió.
Afortunadamente, la periodista de Radio Mitre y La Nación Más informó que no sufrió mayores complicaciones tras el ataque.
Horas más tarde, y en respuesta al reclamo, desde Autopistas del Sol -la empresa concesionaria vial del Acceso Norte a CABA desde Pilar, Campana y Tigre- explicaron que el control y la penalización para los infractores “corresponde a las autoridades de aplicación” y aclararon que las firmas encargadas de administrar las carreteras “no tienen poder de policía” para efectuar sanciones.
Arrojar piedras a los vehículos con el propósito de forzar su detención es una modalidad delictiva violenta que, en algunos casos, resulta en consecuencias fatales para las víctimas. En el último tiempo, esta práctica se volvió cada vez más frecuente en las diversas carreteras del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde los delincuentes utilizan esta táctica como medio para obligar a los conductores a detenerse y luego cometer robos.
“Esos son delitos que deben ser perseguidos por fuerzas de seguridad”, detallaron fuentes de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) a Infobae.
Cabe recordar que, meses atrás, los vecinos de la ciudad bonaerense de Luján exigieron medidas de seguridad urgentes debido a los repetidos ataques a vehículos con piedras que suelen sufrir los automovilistas mientras circulan por el Acceso Oeste. Una de las víctimas fue Fernando del Canto, quien en abril pasado fue atacado con un ladrillazo cuando transitaba por el carril lento de la autopista.
“El miércoles volvía de Capital Federal, tipo 20.10. Venía por Acceso Oeste, agarramos la parte nueva de la autopista hacia Luján. Pasando la universidad, donde está el puente de las vías, ese sector está todo iluminado. Después la ruta hace como una curva y ahí deja de haber luz. Hicimos unos 200 metros con mi hijo y veo que vuela un ladrillo de entre los yuyos para el parabrisas”, contó Del Canto en diálogo con el portal de noticias DatoPosta.
“Tuvimos la suerte que no veníamos rápido y que el ladrillo no atravesó el parabrisas, porque si no me arrancaba la cabeza”, subrayó Fernando durante la entrevista radial. Y sobre las sensaciones de su hjo, dijo que “se pegó un susto tremendo porque él no vio la piedra”.
“Por suerte no le entraron astillas en los ojos. Le pregunté si estaba bien y seguimos. Pero hoy tenemos que viajar, y no quiere viajar”, agregó.
Otro hecho similar se registró el 21 de julio de 2022, cuando un chofer de la línea 57, de la empresa Atlántida, sufrió una brutal agresión y debió ser hospitalizado. El hombre, de 53 años, resultó herido tras recibir el impacto de una piedra que traspasó el parabrisas y le golpeó la cabeza. Según informó el sitio Luján Hoy, Daniel Córdoba se trasladaba por el Acceso Oeste, en dirección a la Terminal de Ómnibus, cuando recibió un piedrazo entre los puentes Libertad y Beschtedt, a la altura del barrio Ameghino. El hombre no iba manejando, sino sentado como pasajero junto con varios de los choferes de la Línea 57: iban en sentido a la ciudad de Luján para tomar el servicio y dar comienzo a su jornada laboral.