En vísperas del 21 de septiembre y luego de que ya se comenzaran a sentir los primeros calores primaverales, el último fin de semana de la época invernal se despide con un domingo marcado por fuertes ráfagas de viento y lluvias asiladas en la región del AMBA. Los primeros chaparrones se registraron pasadas las 10 y, de acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional, esta inestabilidad se prolongará durante todo el resto de la tarde y noche.
En este sentido, el SMN indica que la temperatura seguirá en descenso durante lo que queda de la jornada hasta alcanzar la mínima indicada para el lunes, la cual será de 12° grados. Se tratará del día que marque el inicio de una semana fresca que, lejos de los días soleados y agradables, oscilará entre los 9° y 19 grados.
No obstante, el organismo estatal indica que se espera que el tiempo mejore y se estabilice durante el primer día de la semana laboral hasta quedar parcialmente nublado. El viento será en dirección sureste, con velocidades de entre 23 y 31 kilómetros y ráfagas de entre 42 y 50 kilómetros.
En la continuidad de la semana, que despedirá el invierno y dará la bienvenida a la primavera, el territorio porteño tendrá días de cielo cubierto de nubes y vientos. Los mismos, en su mayoría, serán provenientes del sureste.
Asimismo, habrá un leve descenso de temperatura en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores: para los próximos días se esperan mínimas de 9 grados y máximas de 19°, con posibilidad de alguna tormenta llegando al miércoles. Además, soplarán brisas de aire fresco que alcanzarán los 50 kilómetros por hora.
De acuerdo a lo indicado por el Servicio Meteorológico Nacional, el clima recién se tornará más cálido el jueves, cuando efectivamente finalice la época invernal. Durante dicha jornada, la máxima podría alcanzar los 22° y cesarán los vientos de cara al final de la semana laboral.
El SMN dijo que viene una primavera “más cálida”
A través de un informe, el SMN anticipó que para la primavera 2023 se pronostica “un trimestre normal o más cálido que lo normal en el norte y este de la provincia de Buenos Aires”, y valores de temperaturas “normales” para esta época del año en el oeste bonaerense.
“Estamos ante El Niño, ya que en las últimas semanas la temperatura del océano Pacífico se mantuvo por encima de la temperatura umbral para este fenómeno y la atmósfera comenzó a responder a ese calentamiento”, anunciaron.
Se trata de un fenómeno climático natural que tiene una recurrencia de entre 2 y 7 años. Su impacto en el clima es de escala global y varían según la región del planeta y la época del año en que se presente.
“Las anomalías de temperatura del agua del mar en el océano Pacífico ecuatorial son consistentes con una fase Niño. Se observó un debilitamiento de los vientos alisios en el Pacífico ecuatorial desde mediados de julio, lo cual indicaría que la atmósfera comenzó a acoplarse al océano. El Índice de Oscilación del Sur mantuvo valores negativos, característico de una fase cálida”, detalló el informe.
En cuanto al trimestre que va desde septiembre, octubre y noviembre de 2023, los pronósticos indican que hay 99% de probabilidad de que las condiciones de El Niño se mantengan.
En general, en las primaveras bajo la influencia de El Niño suele aumentar la frecuencia y la intensidad de las lluvias en gran parte del centro-este y norte argentino, especialmente en las provincias de Misiones, Corrientes y norte de Santa Fe.
Esas provincias son las que tienen una mayor vinculación con el fenómeno de El Niño. De hecho, de acuerdo a los datos históricos, de las 10 primaveras más lluviosas en esa región, 7 fueron en años con presencia de este fenómeno.