“Los Magios”: 11 mil varones agrupados en Telegram que difunden fotos y videos de mujeres sin consentimiento

Es apenas uno de los tantos grupos organizados a partir del anonimato que brinda la plataforma de mensajería Telegram para hacer circular fotos, videos e información personal de niñas, adolescentes y mujeres adultas sin consentimiento. Y, en muchos casos, bajo amenaza

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Algunas capturas de los chats
Algunas capturas de los chats de Los Magios, que distribuye imágenes de mujeres sin consentimiento e integran 11 mil varones

“¿Hay algo de esta?”, preguntó uno de los once mil integrantes del grupo de Telegram “Los Magios Tucumán” mientras compartía la captura de pantalla de una foto que Jimena acababa de postear en su cuenta personal de Instagram. Jimena no se llama Jimena, ni autorizó a este fulano ─oculto bajo una identidad falsa─ a desparramar su imagen por ni

ngún lado. Jimena no da su nombre verdadero porque tiene miedo de lo que vio en “Los Magios Tucumán” y de las amenazas que recibió desde que contó lo que vio y leyó.

“Mi novio se enteró por un amigo que en este grupo de Telegram estaban preguntando si había más fotos o videos íntimos míos. Me avisó preocupado y me dijo que me fije quién podría estar compartiendo mis cosas porque obviamente era alguien que yo tenía entre mis seguidores en las redes sociales. Ahí me agarró un poco de pánico y le pedí el link para ver qué foto me habían sacado. Entré y encontré capturas de los perfiles en redes sociales de muchísimas chicas, fotos en gimnasios, de mujeres desnudas o caminando por la calle, fotos de nenas, de adolescentes, videos de personas teniendo relaciones sexuales. Además, había un montón de mensajes de los vaguitos del grupo comentando por ejemplo `hoy la vi en tal calle y es más linda en persona´ o ` la fui a buscar al instituto donde estudia y no estaba´. Como que no era una excepción pasar del plano virtual al real”.

Jimena registró, tomó nota y enseguida lo viralizó por twitter. Enseguida también empezaron a amenazarla con rastrear su IP, el domicilio donde vive y los datos de su familia.

“Fue súper feo ver cómo se viola la intimidad de las chicas con tanta impunidad, porque no les da miedo hacerlo escondidos atrás de perfiles falsos. Por eso quise advertirles a las chicas para que tengan cuidado, que no manden nada a nadie, porque no podés confiar ni en tu pareja. A mí me dio mucha repulsión ver que pasaban fotos de las novias. No entiendo… ¿cómo pueden hacerle eso a la chica que tienen al lado?”

Después del “escrache” de Jimena por twitter, a mediados del mes de agosto, muchos miembros se borraron y un mensaje empezó a avisar que “el grupo se va a autoeliminar en un día”. Sin embargo, hace una semana, “Los Magios Tucumán” se reactivó.

Los Magios, el grupo de
Los Magios, el grupo de Telegram que distribuye fotos de mujeres sin consentimiento

En diálogo con Infobae, Celeste González, programadora y especialista en ciberseguridad, explica cómo funciona el entramado técnico que facilita la producción y difusión de material íntimo sin consentimiento: “Los Magios es apenas un pequeño copo de nieve del desastre que existe. Hay muchísimos grupos. Se cierra uno y se abren otros 60 o 70. Y se refugian en Telegram porque en WhatsApp quedan expuestos con sus teléfonos. Telegram al principio era una herramienta de mensajería desconocida, pero después lo que tomó relevancia de esta aplicación es la posibilidad que brinda de ocultar el número de celular y el nombre. Podés ingresar con un nickname y nadie sabe quién sos. El anonimato es preciado en estas situaciones porque además se hace dificilísimo denunciar. Si el usuario se cambia de nickname, no lo encontrás más”.

Lo virtual es real

Ana tampoco dice su nombre verdadero porque también tiene miedo. A ella le avisaron dos amigos que había fotos suyas circulando por “Los Magios Tucumán”.

“Mis amigos me dijeron que si escrachaba los administradores del grupo solían vengarse, entonces reportaban tus redes sociales o buscaban a tus familiares u otros amigos para compartirles todo el material que tuvieran de vos. Y bueno, yo no dije nada. Un mes después me llegó igual un mensaje por el chat de Facebook de un tipo que me decía que si no le pasaba dinero iba a subir todo. Yo no he contestado directamente y he bloqueado esa cuenta. Pero me dio mucha bronca. Incluso me he sentido re mal, con miedo. No tenía ganas ni de comer. Mirá si le mandan fotos a mi hermano, a mi papá. No estaba tranquila. Y sentía vergüenza porque había 11 mil personas en `Los Magios Tucumán´. Once mil personas me vieron, saben mi nombre y apellido, quizás saben dónde trabajo, porque se comparten cada información que tienen de cada chica”.

En nuestro país no es delito hacer lo que se guste con el cuerpo digitalizado de los y las demás, sin previo aviso ni su visto bueno. Así es que, en junio de 2022, la diputada Mónica Macha presentó una propuesta legislativa contra la violencia digital.

Amenaza que recibió Ana por
Amenaza que recibió Ana por Facebook

El proyecto Ley Belén busca la incorporación al Código Penal Argentino de los delitos de obtención y difusión no consentida de material íntimo y/o de desnudez, de los “porn deep fake” (montaje digital en videos de pornografía) y de la sextorsión. Se detallan agravantes por casos de violencia de género y cuando se agrede por orientación sexual e identidad de género. La segunda iniciativa ─conocida como Ley Olimpia Argentina─ plantea incorporar la violencia digital como otra forma de violencia contra las mujeres en el marco de la Ley 26.485, e impulsa la creación de medidas de protección para las sobrevivientes y políticas públicas de educación digital y de prevención. Con los dos proyectos se pone el foco en quienes toman la decisión de publicar contenidos de desnudez o sexuales sin autorización y en quienes los comparten.

“Cómo puede ser que existan miles de personas intercambiándose cuerpos de mujeres sin detenerse ni un segundo a pensar si esa mujer consintió o no ser viralizada. Muchos saben que no consintió y lo hacen adrede, pero hay otro montón que ni siquiera se lo pregunta. Ahí es donde tenemos que empezar a trabajar para conquistar un cambio cultural. Tomar conciencia de que se arruinan vidas. Porque aunque le demos forma a las mejores leyes del mundo, si el contenido llega a Internet es eterno y masivo”, describe la abogada Florencia Zerda, integrante de GENTIC y del equipo Ley Olimpia Argentina.

Hoy la Ley Olimpia tiene media sanción en la Cámara de Diputados y obtuvo dictamen de la Banca de la Mujer en el Senado. Y en los próximos días la Ley Belén empezaría a tratarse en la Comisión de Legislación Penal para que se le dé dictamen y pueda votarse.

La abogada Florencia Zerda, integrante
La abogada Florencia Zerda, integrante de GENTIC y del equipo Ley Olimpia Argentina

ESI digital

En 2018 la Relatora Especial sobre la Violencia contra las Mujeres de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) definió la violencia en línea contra las mujeres como “todo acto de violencia por razón de género contra la mujer cometido con la asistencia, en parte o en su totalidad, del uso de las TIC, o agravado por este, como los teléfonos móviles y los teléfonos inteligentes, Internet, plataformas de medios sociales o correo electrónico, dirigida contra una mujer porque es mujer o que la afecta en forma desproporcionada”.

Lucía Fainboim, especialista en ciudadanía digital en la organización Faro Digital, vincula la difusión no consentida de material íntimo ─ya sean imágenes o información privada─ y la violencia de género digital: “Se reproducen un montón de mecanismos machistas que conocemos históricamente. Por un lado, la sensación de los varones de posesión del cuerpo de la mujer, en este caso representado por imágenes. Si a mí me llega una imagen, este cuerpo es mío y hago lo que quiero. Por otro lado, aparece la idea del trofeo, de querer mostrar `mirá con quién estuve´. Cosificar el cuerpo de la mujer y mostrarla cual trofeo. Y finalmente la noción, consciente o inconsciente, de que el daño que se va a generar para esa mujer es mucho más grande que para un varón porque todavía es un tema tabú el goce de las mujeres. Entonces, una mujer en un momento de disfrute sexual es muy señalada y un varón no”.

El Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI) fue creado en el año 2006 por la Ley 26150 con el propósito de garantizar el derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos del país, de gestión estatal y privada, en todos los niveles y modalidades. Es decir, la ESI es una ley nacional; no una opción, ni un debate. Y algunos de los objetivos incluyen promover actitudes responsables ante la sexualidad, y procurar igualdad de trato y oportunidades para varones y mujeres. Es decir, la ESI hace falta también para surfear en los espacios digitales.

Lucía Fainboim, especialista en ciudadanía
Lucía Fainboim, especialista en ciudadanía digital en la organización Faro Digital

Así lo expone Fainboim: “La ESI tiene que incluir los territorios digitales para pensar en el consentimiento, en el respeto y el derecho a la privacidad. Un consentimiento real es un consentimiento libre. Yo puedo consentir practicar sexting, pero no que esas imágenes se difundan. Porque muchas veces lo que pasa es que se reproducen justificaciones machistas que responsabilizan a las víctimas. Comentarios del tipo `¿Para qué mandaste (o subiste) esas fotos?´ se parecen a la pregunta sobre la ropa que usabas para que te pase tal cosa en la calle. Este es un mecanismo muy típico de la violencia de género. Yo tengo derecho a subir las fotos que quiera y la responsabilidad es de la persona violenta que las difunde”.

Tiempo de valientes

“Los hombres no nos organizamos para comprar el regalo de la seño en el colegio de nuestros hijos, pero al toque armamos grupos de distribución de fotos de mujeres sin consentimiento”, dice Andrés Arbit, co-creador de Privilegiados, una plataforma de contenidos que reflexiona sobre la masculinidad. La frase, lejos de entenderse como un chiste, agobia.

Arbit habla en plural inclusivo, involucrado, sintiéndose componente de la cofradía protagonista.

“Me parece importante que no hablemos de los varones que están en grupos como Los Magios como diabólicos, señalándolos desde otra vereda. Sería más fácil pensar que ocurre en otro lugar, que son seres pervertidos, pero probablemente quien consume contenido sin consentimiento sea tu primo, tu hermano, amigos. Varones cercanos, principalmente heterosexuales. Y una herramienta de transformación revolucionaria es el intercambio entre varones sobre estos temas. Pero a la vez hay que decir que muchas veces aquellos que discuten o plantean algún límite son echados al instante. Si levantás la mano y decís que algo no te gusta es probable que te `expulsen del club de varones´. Y en realidad si hay amistad real no puede romperse por no querer compartir o recibir determinado material. Queremos sostener amistades pero sacar al machismo de esas amistades”.

Para Arbit no hay tiempo para la tibieza.

“Se tiene que cortar el privilegio de ser tibio. Si no decimos nada no vamos a cortar nunca la cadena de violencias. Tenemos que empezar a ser los varones el eslabón que rompa la cadena y que ayude a reflexionar. Porque además cuando estamos hablando 10 chabones no pensamos todos igual. Y si hay uno que levanta la voz quizás otros se animan a acompañar. Es difícil ser uno contra 10, pero si somos tres contra 10 la cosa se empieza a acomodar, nos sentimos más seguros, salen otras reflexiones, otras ideas. Y si ninguno acompaña, podemos siempre generar cruces individuales, buscar de a poco aliados para tener estas charlas internas”.

 Andrés Arbit, co-creador de
Andrés Arbit, co-creador de Privilegiados, una plataforma de contenidos que reflexiona sobre la masculinidad

Luis Ávalos es psicólogo y un convencido de la importancia de fomentar conversaciones: “Cuando uno se pregunta qué pasa por la cabeza de estos varones, con qué criterio llevan adelante estas acciones, en mi experiencia lo que noto es que simplemente han naturalizado el hecho de consumir y compartir material de cuerpos feminizados. Banalizaron absolutamente que esto constituya un tipo de violencia y les resulta simplemente divertido. En ese marco, vale conversar para informarles, para llamarlos a la reflexión sobre la violencia que están ejerciendo con esta supuesta broma. De nuevo, no son monstruos, ni gente extraña. Son personas que circulan entre nosotros y con quienes necesitamos dialogar”.

Y quizás hasta no resulta disparatado relacionar la manía de compartir material íntimo de primas o hermanas con las historias de ficción que propone la pornografía mainstream. Esa representación recontra instalada sobre el sexo, accesible con un click, que en muchos casos constituye “El Discurso” (con “D” mayúscula). En especial para adolescentes y jóvenes carentes de ESI en las escuelas o en sus hogares.

En palabras de Ávalos: “En el porno mainstream nos encontramos con categorías del estilo `Espero a mi prima en el cuarto´ o `Mi media hermana me ayuda con una erección´. Situaciones violentas que están naturalizadas y son muy consumidas. Y creo fundamental poder pensar en estas categorías de este tipo de pornografía y en lo que pasa en los grupos de Telegram en relación al abuso sexual intrafamiliar, porque se trata de un delito no entendido en su enorme gravedad”.

Para que quede claro: reproducir y difundir sin consentimiento material digital, real o editado, íntimo o de desnudez no es chiste o humor negro, no es gracioso ni causa risa. Afecta vidas.

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