Después de la “resistencia” de provincias y municipios que decidieron no pagar la suma de $60.000, las universidades públicas nacionales tampoco seguirán el camino fijado por el Gobierno nacional. Esta semana, los sindicatos docentes y las autoridades educativas reiniciaron la negociación salarial con una propuesta de aumento, en la que se descartó rápidamente aplicar el bono no remunerativo diseñado para compensar el impacto de la inflación.
Fuentes oficiales del Ministerio de Educación y representantes gremiales confirmaron a Infobae que los docentes universitarios no cobrarán la suma fija impulsada por el ministro de Economía, Sergio Massa, establecida en el DNU 438/2023. A través de un comunicado, Conadu Histórica (Conaduh) indicó que las autoridades de la cartera educativa y del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) manifestaron que “los alcances del decreto no es de aplicación en el ámbito de las universidades nacionales”.
El Gobierno estableció que el pago de la suma fija se efectúe en dos cuotas no remunerativas de $30.000 por única vez, en septiembre y octubre. Entre los considerandos del DNU, se justifica la decisión por “el incremento de las presiones inflacionarias como resultado de la devaluación del peso nacional frente al dólar” y que por eso resulta necesaria la implementación de un aumento de los ingresos para los asalariados “del sector privado, público y de casas particulares”. El sentido del concepto es “mitigar la caída en los salarios reales hasta que la negociación colectiva consiga recuperar el poder adquisitivo perdido”.
Ahora bien, la normativa publicada en el Boletín Oficial no dice nada sobre cómo se aplicaría la suma fija de $60.000 en la educación superior, sólo se explicita que el pago alcanzará a los empleados estatales de la administración pública central. De todas maneras, las casas de estudio universitarias del sector público —si bien dependen presupuestariamente dependen del Poder Ejecutivo Nacional— cuentan con autarquía administrativa y económica para tomar decisiones, según la Ley Federal de Educación Nº 24.195.
Hasta ahora, los docentes universitarios no tuvieron una actualización que contemple la devaluación del 14 de agosto. Los tiempos corren, mientras los sueldos se deterioran. “Se les ofreció un aumento de 10% en septiembre, sobre el sueldo de agosto, y volver a reunirse en octubre. Tienen tiempo hasta el miércoles para responder porque de lo contrario no se llega a liquidar el aumento. La paritaria sigue abierta”, indicaron desde el ministerio que encabeza Jaime Perczyk.
“Nosotros venimos pidiendo una suma fija desde hace al menos dos años. La semana que viene estamos reabriendo la discusión paritaria y tenemos un plenario de secretarios generales de la Conadu que se van a discutir las alternativas”, sostuvo Pablo Perazzi, secretario general de Feduba. “Nosotros lo que decíamos es que pongan una suma fija independiente del bono, pero no está implementado el mecanismo. Lo más probable es que tengamos un panorama claro la semana que viene. El escenario aún es incierto”, agregó el dirigente sindical.
En principio, para varios representantes sindicales tampoco es una gran preocupación la suma de 60.000 pesos por única vez. Algunos creen que no convendría el pedido ya que los profesores con dedicación exclusiva cuentan con salarios que, con un incremento del 10%, superarían ese monto sugerido. Para los docentes con dedicación simple, la cuestión tiene una complejidad técnica: cobran menos que sus pares de jornada completa, pero muchos de ellos ostentan varias dedicaciones y cargos.
La Comisión de Seguimiento del Salario de la docencia universitaria y preuniversitaria fue convocada el miércoles pasado. Allí participaron las autoridades educativas y sindicatos del sector para definir una nueva actualización. La última había sido establecida en un acuerdo trimestral de 31% entre mayo a agosto, y que totaliza un acumulado desde marzo del orden del 75,4 por ciento. En ese ámbito, sólo Conadu Histórica (Conaduh) levantó la voz sobre el punto de la suma fija.
“En la reunión, la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) y el CIN anunciaron que el bono no correspondía a las universidades públicas. En principio porque el decreto establece condiciones que dejan afuera a la docencia de las universidades y porque el decreto lo había establecido para las categorías que cobraban menos de 400 mil pesos”, indicó Oscar Vallejos, secretario adjunto de Conaduh.
En el momento de esas conversaciones, los docentes que habían quedado en condiciones de no percibir mínimo de $30.000 pesos eran los de los colegios preuniversitarios nacionales. Sin embargo, esa preocupación parecería disiparse luego de que el viernes se firmó un acuerdo en el Ministerio de Educación con los sindicatos CTERA, UDA, CEA, SADOP y AMET, donde el salario mínimo garantizado docente subió a los 200 mil pesos a partir de septiembre
“Con esa garantía salarial, ningún docente preuniversitario va a cobrar menos de 30.000 pesos, por lo que la paritaria salarial absorbió la diferencia que correspondía al bono. Ningún docente va a ser alcanzado por el bono porque todos van a estar por encima de los 400 mil pesos. Es inaplicable en un sentido práctico y legal”, admitió Vallejos.