La maldición que impide a los gobernadores bonaerenses ser presidentes y la historia de la primera víctima del “hechizo”

Formado como abogado, Dardo Rocha fue legislador, senador y veterano de la guerra del Paraguay. Llegó a ser gobernador de Buenos Aires y fundó la ciudad de La Plata. Sus ambiciones presidenciales dispararon una leyenda que ningún gobernador de la provincia pudo revertir

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Dardo Rocha fue gobernador de la provincia de Buenos Aires y el fundador de la ciudad de La Plata. Tuvo una conflictiva relación con Julio A. Roca
Dardo Rocha fue gobernador de la provincia de Buenos Aires y el fundador de la ciudad de La Plata. Tuvo una conflictiva relación con Julio A. Roca

Juan José Carlos Jacinto Dardo Rocha y Arana nació en la ciudad de Buenos Aires el 1 de septiembre de 1838. De niño su familia, perseguida por el rosismo, se vio obligada a radicarse en Montevideo. De regreso al país enseñó álgebra elemental y filosofía para costearse la universidad. Se graduó de doctor en derecho con la tesis “La Ley Federativa”, cuyos argumentos usaría para defender la federalización de Buenos Aires. Tenía veinte años cuando se inició en la logia Constancia N° 7.

Combatió en las luchas entre la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires y también en la Guerra del Paraguay. En Curupaytí estuvo muy cerca de perder la vida. Herido gravemente, fue trasladado a Buenos Aires.

Rocha colaboró para que Roca fuese presidente y éste decidió promoverlo como gobernador
Rocha colaboró para que Roca fuese presidente y éste decidió promoverlo como gobernador

Luego fue diputado, senador y ministro de Hacienda. El 23 de agosto de 1873 se casó con su prima hermana, Juana Paula Arana Merino, con quien tuvo cinco hijos.

Para Roca, Rocha se había ganado el derecho de ser gobernador. Se habían conocido en octubre de 1871. Su primera labor juntos fue la de apoyar la candidatura de Nicolás Avellaneda a la presidencia de la Nación. Más adelante, Rocha haría mucho por la federalización de Buenos Aires y por sostener la candidatura presidencial de Roca.

Rechazó un ministerio que Roca le ofreció. A la hora de determinar quién sería el candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, algunos sugirieron el nombre de Antonio Cambaceres. Pero Roca, para dejar conformes a los seguidores de Bernardo de Irigoyen y Aristóbulo Del Valle, que apoyaban a Rocha, se decidió por éste último.

Se dedicó a la enseñanza para costearse sus estudios. Se enroló en la milicia y combatió en la guerra del Paraguay, donde fue gravemente herido
Se dedicó a la enseñanza para costearse sus estudios. Se enroló en la milicia y combatió en la guerra del Paraguay, donde fue gravemente herido

Se arrepentiría de su decisión.

Asumió el 19 de mayo de 1881 y su temprano anuncio de su anhelo de ser presidente cayó muy mal en Roca. Ni había empezado a gobernar la provincia, debía fundar una ciudad capital y ya pensaba en candidaturas cuando la elección presidencial sería en cinco largos años.

Y lo que más molestó no es que lo dijo sino que puso en marcha una campaña por algunas provincias para captar voluntades, usando fondos del Banco de la Provincia.

El acto de inauguración de la ciudad de La Plata fue un detonante de la tirante relación con la Casa Rosada. El domingo 19 de noviembre de 1882 hizo un calor de aquellos. En realidad Rocha había planeado el acto para el 23 de octubre para que coincidiese con el cumpleaños de su esposa. Pero las intensas lluvias caídas en los días anteriores inundaron las “Lomas de Ensenada”, el lugar elegido por los especialistas para levantar la capital provincial y decidió hacerlo el 19 de noviembre, cuando el segundo hijo del gobernador, Dardo Melchor Ponciano cumplía años.

Domingo 19 de noviembre de 1882: fundación de la ciudad de La Plata (Caras y Caretas)
Domingo 19 de noviembre de 1882: fundación de la ciudad de La Plata (Caras y Caretas)

Cuando asumió la gobernación, el presidente Roca le deseó “que sea usted feliz, próspero y fecundo su gobierno para la provincia de Buenos Aires”. Rocha lo distinguió como padrino de la ciudad, pero Roca -ya distanciado- lo desairó. Se las arregló para estar en Córdoba inaugurando una estatua del general José María Paz. Delegó su representación en su vicepresidente, Francisco Madero, pero éste se excusó por problemas de salud. Terminó representando al gobierno el ministro de Relaciones Exteriores Victorino de la Plaza, quien estuvo acompañado por sus pares de Justicia e Instrucción Pública y por el de Guerra y Marina.

Se fletó un tren especial para llevar a los invitados y los organizadores se ocuparon de aconsejar que no fueran acompañados de sus familias, ya que no había comodidades suficientes para las mujeres.

Como el tren llegaba hasta Tolosa, los cocheros vieron la oportunidad y cobraban una barbaridad para acercar a los invitados, que prefirieron agolparse en los tranvías.

La ceremonia central fue la colocación de la piedra fundamental y de diversos testimonios, como el acta de fundación, diarios y monedas, dentro de un pozo de tres metros de profundidad, debidamente recubierto de ladrillos. Una batería Krupp se hizo sentir mientras se cantaba el Himno. Hubo cinco palcos, a cuyo frente formaron las bandas de las asociaciones españolas y efectivos del regimiento 8 de línea.

Caricatura de Rocha publicada en Caras y Caretas. En un año y medio levantó la ciudad que sería la capital de la provincia.
Caricatura de Rocha publicada en Caras y Caretas. En un año y medio levantó la ciudad que sería la capital de la provincia.

La confitería El Águila se ocupó del catering de los funcionarios e invitados especiales y además se trajo de Buenos Aires carne de novillo asada. Pero las altas temperaturas y la humedad la echaron a perder y hubo que quemarla. Los invitados se abalanzaron sobre los fiambres, lechones, pavos y postres, pero el agua no alcanzó, y enseguida aparecieron los ventajeros que vendían a un peso el vaso. Se había previsto servir cerveza, cosa que recién se hizo después de las tres de la tarde.

Cuando fueron a tomar el tren de regreso, vieron que sus asientos ya estaban ocupados por gente que no tenía boleto. De todas maneras, el temporal que se desató provocó una desbandada general y la gente se refugió donde pudo. Algunos sospecharon que detrás de toda la desorganización estuvo la mano negra de los partidarios de Roca, que hicieron lo posible para que la fiesta saliese mal.

La leyenda

Los roquistas no se habrían contentado con eso. Fueron a buscar a una bruja, a la que apodaban “la Tolosana”, por vivir en Tolosa, y en una noche de San Juan, del 23 al 24 de junio realizó un extraño rito alrededor de la bóveda donde habían colocado la piedra fundamental. El objetivo era que Rocha no llegase a la primera magistratura. La mujer desplegó una serie de extraños ritos, giró en sentido contrario a las agujas del reloj, tomó vino y hasta orinó en el lugar.

Desde ese momento, ningún gobernador llegó a presidente: fue Miguel Juárez Celman en lugar de Rocha; luego Guillermo Udaondo perdería contra Manuel Quintana; dos veces sería derrotado Bernardo de Irigoyen. A Marcelino Ugarte le fue peor, porque fue derrotado en tres oportunidades: contra Quintana, Sáenz Peña e Yrigoyen; José Crotto era el candidato cantado para 1922, pero su provincia fue intervenida; Manuel Fresco no pudo serlo en dos veces; Rodolfo Moreno estuvo por serlo pero el golpe del 4 de junio de 1943 echó por tierra sus sueños presidenciales; Juan Perón se ocupó de que Domingo Mercante no lo fuera; Oscar Alende, gobernador durante el gobierno de Frondizi no pudo ser presidente ni en 1963, en 1973 ni en 1983; Antonio Cafiero fue derrotado por Carlos Menem en internas; Eduardo Duhalde intentó en 1999 y en 2011 y Daniel Scioli fue derrotado en las elecciones generales del 2015.

Rocha había dado sobradas muestras de ejecutividad. En noviembre de 1882 había puesto la piedra fundamental y en abril de 1884 se trasladaron a la nueva ciudad de una legua cuadrada los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.

Cuando dejó la gobernación, volvió a ocupar una banca de senador. Apoyó a quien fue su sucesor, Carlos D’Amico, quien asumió en mayo de 1884. Entre 1897 y 1905 fue el primer rector de la Universidad Nacional de La Plata.

En el subsuelo de la Catedral de La Plata descansan los restos de Rocha y su esposa
En el subsuelo de la Catedral de La Plata descansan los restos de Rocha y su esposa

Rocha falleció el 6 de septiembre de 1921 a los 83 años. Su casona de Lavalle 835, levantada en el solar donde habían vivido su abuela Victoria Olivera de Arana, fue declarada en 1961 monumento histórico nacional, calificación que fue derogada por el gobierno de Onganía en 1969. Sus herederos pudieron disponer de ella y la vendieron. La biblioteca y los papeles de Rocha fueron al Archivo General de la Nación, el resto desapareció en un remate, y el palacio se demolió en 1973, tal vez como consecuencia de los resabios de esa maldición que aún le quita el sueño a los gobernadores bonaerenses.

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