A Gonzalo Rodríguez (35) las diferentes etapas de su vida llegaron acompañadas de nuevos apodos: primero “El barba” y más tarde, “El vikingo”. Hace un tiempo atrás, era colorista y comenzó a especializarse en las barbas que todavía hacen furor en los salones de belleza masculinos. Antes de convertirse en un organizador de eventos medievales, supo tener y administrar centros de estética y peluquerías. Pero eso es pasado. Aunque no tan remoto como el pasado que recrea en los eventos que hoy se dedica a organizar: los de la Edad Media.
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Oriundo de Avellaneda, Gonzalo llegó a este mundo medieval por las barbas tupidas a las que le dedicaba con total esmero. Vendía productos de cosmética especializadas en su espacio, pero la ganancia no le rendía, no llegaba a cubrir siquiera la logística. Por tal razón creó su propia marca llamada Barba libre, que actualmente se comercializa. “Es la única que se hace de manera artesanal. Ahí me apodan “El barba”. Yo venía presentando productos en ferias de artesanos y de cerveceros, porque yo también estudié para elaborar cerveza”. Y además, uno de sus productos para la barba, la cera, incluye lúpulo. “Así caigo con los medievales”, recuerda sobre esa etapa.
Ese viejo mundo le dio el mejor recibimiento y enseguida se sintió muy a gusto. “Una vez que entré me encantó. El público me aceptó, me abrazó e hice muchos clientes”, explica quien pronto se convirtió en un “artesano medieval” que hace todo en su mayoría 100 por ciento de forma manual, en un entorno dedicado a la temática pura, donde se crean tanto objetos históricos como de fantasía, a partir de materiales como el metal, la madera y el cuero.
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De artesano con ceras para la barba y una flamante producción de cervezas también se convirtió en un organizador y divulgador de estos encuentros que se meten por el túnel del tiempo.
“Somos medievales nace antes de la pandemia. Había varias organizaciones que hacían eventos y el problema es que la publicidad quedaba trunca porque siempre usaban los mismos mecanismos y yo tenía una mirada distinta. Llegué a la conclusión de que hacía falta una propaganda diferente para llegar a un nuevo público”, explica. En ese momento nació su programa en FM La Boca, llamada Somos medievales donde empezó a difundir la cultura del período histórico, en base a entrevistas a profesores de historia y música de estilo celta. Todo lo que llegaba a la comunidad de bandas de afuera, muchas de España y Chile. E intentó fomentar bandas de ese estilo en el país. Y menciona algunas locales que formaron parte del ciclo como Telyn Hud, Ensueño Juglar y Hazzor. Ahora tiene pensado regresar con un programa en YouTube y evaluando volver a salir al aire desde una nueva FM.
Gitanos, vikingos, otomanos
El organizador cuenta que tienen todo el año programado para los eventos. Uno se llama “Danza con Lobos”, nombre que se inspira en la costumbre de los vikingos que usaban la cabeza de un lobo para bailar alrededor del fuego. “Es una fiesta temática vikinga pagana que mueve mucha gente y une en la creencia de la sabiduría de las runas, dioses nórdicos, etcétera. Hicimos una hace menos de un mes y volvemos el 8 de octubre en Remedios de Escalada”. En Marcos Paz está prevista la celebración de las “Fiestas Estacionales”. En el Espacio Cultural del Sur de Barracas tendrán un festejo especial para el Día de las Infancias. Esa fiesta en particular lleva el nombre de la organización “Somos medievales del Sur”. “Ahí se reúnen todas las temáticas: hay gitanos, otomanos, vikingos y de fantasía, puede aparecer de repente una Blancanieves”. Agrega que en la Fundación Mercedes Sosa, en San Telmo realizan eventos mensuales muy concurridos que suelen llamarse “Desembarco del rey”, con una temática de Game of Thrones. Y tienen más eventos, con la temática Tolkien. Toda la programación puede verse en su cuenta de Instagram: @somosmedievales y comunidad en Facebook @somosmedievalesoficial
En estos encuentros, Gonzalo usa la ropa que más abunda en su placard: un vestuario típico nórdico, pagano. Así lo define. No hace cosplay. Salvo algunas excepciones, ahora le están confeccionando la ropa de Thor, del juego God of War por su parecido.
Nos une a todos la energía, la buena onda, el gusto por lo medieval. Algunos se identifican con la óptica de los vikingos, otro con un caballero cruzado, con un comerciante u oficio de la época, como carpinteros. Tengo un discípulo barbero que te hacer cortes de pelo como en la Edad Media. “Recrear esa parte de la historia en una feria es fantástico”, asegura. Una atracción única, que no se da en otros espacios, incluye lo esotérico. Se trata de la lectura de runas, a cargo de “La Völva”, que sería la vidente vikinga, que siempre tiene filas larguísimas según el organizador.
Cerveza de piedras medieval
El artesano medieval dice que su pasión por la cerveza estaba latente, dormida. Y su búsqueda está ligada a interpretar recetas medievales y llevarlas al público. En cada evento, las cerveza llega en una lata especial, la cerveza de ese día de la feria, que puede ser una color rojo fuego, ahumada, entre otras especialidades. Las comidas también suelen ser ahumadas. “Ofrecemos por ejemplo cerdo ahumado. En esa época tanto la cerveza como la comida era muy difícil que no fueran ahumadas, se usaba para preservar los alimentos. Nosotros hoy también lo aplicamos a la propuesta gastronómica”. Aunque claro, dice que aggiornado. La carne de cerdo llega dentro de un pan de hamburguesa.
En el evento “Danza con lobos”, la fiesta vikinga sorprende con la cocción de cerveza con piedras en vivo. “Es como lo hacían en las granjas de Noruega antes, como no tenían muchas ollas de hierro se calentaba por inmersión. Podía ser dentro de una barrica o balde de madera. Se sumergían las piedras calientes en líquido para cocinar el producto, tanto sea para las comidas habituales como para cocinar la cerveza. En alemán se la llama Stenbier, cerveza de piedra”, explica.
“Lo que propongo en el evento es que todo lo que se coma y se beba sea lo más fiel a la temática”, destaca. Por otra parte, todos los encuentros tienen entrada gratuita.
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